Dos bocas; una sola cara

El lunes primero de septiembre de 1969, el presidente Gustavo Díaz Ordaz, al rendir su quinto informe de gobierno ante el Congreso de la Unión, hizo el siguiente reconocimiento:

“ASUMO ÍNTEGRAMENTE LA RESPONSABILIDAD PERSONAL, ÉTICA, SOCIAL, JURÍDICA, POLÍTICA E HISTÓRICA POR LAS DECISIONES DEL GOBIERNO EN RELACIÓN CON LOS SUCESOS DEL AÑO PASADO…”.

Ese sólo párrafo abarca el insalvable abismo que existe entre el presidente Díaz Ordaz y el gelatinoso, resbaladizo, taimado, socarrón, resentido y cobarde porro que hoy usurpa la Presidencia de México.

López Obrador USURPA la Presidencia de la misma forma que la usurpó Victoriano Huerta. VICTORIANO HUERTA NO LLEGÓ A LA PRESIDENCIA POR MEDIO DE UN GOLPE DE ESTADO.

Para sorpresa de los que ignoran esa etapa de nuestra historia, EL CHACAL HUERTA ALCANZÓ LA PRESIDENCIA DE MANERA ESTRICTAMENTE CONSTITUCIONAL, DE LA MISMA FORMA QUE LO HIZO LÓPEZ OBRADOR.

Al renunciar Francisco Madero a la Presidencia de la República, fue sustituido por Pedro Lascurain, que de inmediato designó a Victoriano Huerta como Ministro de Gobernación. 

Después de 45 minutos en el cargo, el 19 de febrero de 1913,  Lascurain renunció a la Presidencia de modo que conforme a la Constitución  de 1857,  el General Huerta lo sustituyó en el cargo, CON EXACTAMENTE LA MISMA O MÁS LEGALIDAD QUE LÓPEZ OBRADOR LO HICIERA EL 1º DE  DICIEMBRE DE 2018.

López Obrador se valió de nuestra Constitución aparentando cumplirla, pero con la ahora probada intención de violarla y destruirla.

A diferencia de AMLO, Victoriano Huerta, con todo y lo chacal, no era un cobarde escurridizo como el tabasqueño, como lo demuestra que vistiendo su uniforme de gala como General de División, encabezó la escolta que acompañó al General Porfirio Díaz a Veracruz, donde abordaría el vapor alemán Ypiranga con destino a Europa.

 

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Volviendo a las palabras pronunciadas por DON GUSTAVO DÍAZ ORDAZ sobre los hechos de 1968, es de justicia decir lo siguiente:

El llamado “movimiento estudiantil del 68”, me recuerda la llamada Primavera Árabe del  todavía reciente 2011.

De la misma forma que en 2011 se pretendió hacer creer a la opinión pública mundial que la “primavera árabe” había sido un movimiento totalmente espontáneo surgido simultáneamente en Túnez, Egipto, Libia,  Yemen, Siria y Bahrein, en 1968 hubo disturbios importantes en  Checoslovaquia, Estados Unidos, Francia y por supuesto en México.

Afirmar que el “movimiento estudiantil” de 1968 en México haya surgido sin intervención de factores extranjeros, es tan ingenuo como pretender que  en la “primavera árabe”  no hayan participado la CIA, la KGB,  el MOSAD, el MI-6, y demás agencias de espionaje a las que recurren las grandes potencias, y los lobbies que las manejan.

Yo viví el México de 1968 cuando contaba 17 años y recuerdo con lujo de detalle muchos de sus episodios así como la participación de sus protagonistas, especialmente el papel desempeñado por Don Gustavo Díaz Ordaz.

A DIFERENCIA DE LÓPEZ OBRADOR, DON GUSTAVO DIAZ ORDAZ no ofreció integrar comisiones de expertos independientes, ni ordenar investigaciones, ni designó a una  empresa noruega como DNV para que secundara versiones a modo en favor de sus preferidas.

Es inimaginable pensar que DÍAZ ORDAZ hubiera permitido hechos como el holocausto de migrantes en CIUDAD JUÁREZ,  o que en caso de haber sucedido, no hubiera  destituido y consignado de inmediato al comisionado del Instituto Nacional de Migración. 

Es imposible imaginar a DIAZ ORDAZ, EL HOMBRE Y SEÑOR, EL PATRIOTA INDISCUTIBLE, evadiendo responsabilidades y echándole la culpa a neoliberales, fifís, conservadores, agitadores, chupacabras, alienígenas o corcholatas.

Lo que es inimaginable porque nunca ha sucedido ni sucederá, es que LÓPEZ OBRADOR aprenda a conducirse como PRESIDENTE DE MÉXICO, COMO HOMBRE Y COMO SEÑOR, con la virilidad nacionalista de DIAZ ORDAZ.

DIAZ ORDAZ NO TENÍA DOS BOCAS NI se escudaba en “OTROS DATOS”. 

Lo recuerdo durante otro discurso que pronunció durante los días de agitación que buscaban la desestabilidad en México, diciendo:

 “LA INJURIA NO ME TOCA; LA CALUMNIA NO ME LLEGA; EL ODIO NO HA NACIDO EN MI…”.

Y lo recuerdo dirigiéndose a los estudiantes universitarios diciéndoles;

• MI  MANO ESTÁ TENDIDA, ¡CHÓQUENLA! 

No era un hombre de resentimientos NI DE EMBOSCADAS; era un hombre de campo abierto y de luchas frontales.

Con motivo de su designación como nuestro embajador en España, fue entrevistado en abril de 1977 por el entonces joven reportero Rafael López, que lo inquirió sobre el conflicto estudiantil de 1968.

Hubo quienes lo acusaron de ser un diplomático sin diplomacia por responder de la siguiente manera:

-“…Pero de lo que estoy más orgulloso de esos seis años es de 1968, porque me permitió servir y salvar al país. Les guste o no les guste, con algo más que horas de trabajo burocrático, poniéndolo todo: vida, integridad física, horas, peligros, la vida de mi familia, mi honor y el paso de nombre a la historia. Todo se puso en la balanza. Afortunadamente salimos adelante”.

No tenía dos bocas ni otros datos, y a diferencia del camaleónico pejelagarto, tenía una sola cara. Su sentido del humor era proverbial, agudo y rápido, sin sorna, ni sarcasmo ni ironías veladas.

Durante una entrevista con una reportera de televisión, recién asumida la Presidencia, la chica le preguntó;

-Señor Presidente, ¿es cierto que ustedes los poblanos tienen dos caras?

Díaz Ordaz respondió de inmediato a la periodista, diciéndole,

-Señorita, ¿usted cree que si yo pudiera disponer de otra cara, andaría con ésta?

LÓPEZ OBRADOR Y DÍAZ ORDAZ ME RECUERDAN EL ESCUDO NACIONAL: DÍAZ ORDAZ ES EL ÁGUILA…

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