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Don Lorenzo se pone el huipil

La mayor amenaza al país sería un segundo periodo presidencial de Donald Trump en EEUU, donde el racismo y el sentimiento antimexicano se ha normalizado. El expresidente ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), don Lorenzo Córdova Vianello,...

19 de enero, 2024

Israel Aparicio

La mayor amenaza al país sería un segundo periodo presidencial de Donald Trump en EEUU, donde el racismo y el sentimiento antimexicano se ha normalizado.

El expresidente ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), don Lorenzo Córdova Vianello, dejó atrás los formalismos del que dirán, para encabezar el discurso de la marcha por nuestra democracia, de esa cosa que llaman la sociedad civil rosa, que se parece mucho a las ONG´s controladas por el PAN y que en el fondo apoyan a la virtual candidata, Xóchitl Gálvez. Con una convocatoria de los muchos membretes de la alianza opositora, y con el mismo eco dado por el magnate Claudio X González, el próximo 18 de febrero opositores al régimen volverán a retomar los bríos olvidados del mote ciudadanos para salir a apoyar al órgano electoral que tan “imparcialmente” condujo el exconsejero presidente.

Don Lorenzo, alias “el tatantaka Córdova”, sabe seguir los pasos de otro expresidente consejero, del entonces INE, don Luis Carlos Ugalde quien sin importarle mucho que haya sido el único presidente de un órgano autónomo que fue defenestrado como sacrificio ante el desastroso proceso electoral de 2006 a su cargo, no tiene el menor empacho en seguir vendiéndose como un experto en temas electorales y cobrando caro su amor a la defensa de la democracia.

Ambos polémicos funcionarios lograron el buen cobijo del PRIAN, para no sentir el frío de vivir fuera del erario, y desde su púlpito meritocrático nos alertan de los peligros de convertirnos en una dictadura bananera, ante la posibilidad real de que el pueblo se vuelva a equivocar votando mal, citando a ese premio nobel peruano, don Mario Vargas Llosa, que se transformó así mismo en un personaje facho digno del realismo mágico producto de su sensacional creatividad literaria.

Ugalde pasará a la historia como el funcionario vinculado con la poderosa líder del magisterio, Elba Esther Gordillo, quien a su vez ofreció su amor y votos corporativos al entonces PRD del candidato Andrés Manuel López Obrador. Luego de la negativa a negociar del tabasqueño con la maestra, ella supo comerciar con el PAN de Calderón ser la mandamás de la educación pública durante ese sangriento sexenio.

El INE de Ugalde nunca pudo demostrar independencia y fiabilidad en aquella desaseada elección que fue muy cerrada. El conflicto post electoral puntualizó señalamientos en contra de la participación activa del presidente Vicente Fox a favor del candidato albiazul, además de la injerencia de la oligarquía económica que siempre ha sido minimizada o hasta justificada desde los dominantes medios de comunicación masivos.

El entonces TRIFE validó la elección y solo reconoció como posible causal de anulación el proselitismo de Fox, como una irregularidad grave que puso en vilo el desarrollo democrático de la elección, pero no al grado de invalidar el proceso. El traumático proceso trajo consigo una reforma que se aplica hasta nuestros días, donde se regula de forma muy puntual la participación de grupos económicos fácticos en los medios de comunicación, así como la casi imposible confrontación entre proyectos políticos, que siempre han beneficiado a los punteros en las preferencias electorales.

Don Lorenzo por su parte, no acababa de haber retirado sus pertenencias de las oficinas del INE, cuando ya se había enfundado en los colores del portal cibernético Latinus para empezar a dar sus “análisis imparciales” desde el portal que financia otro “prócer” de la democracia moderna, el exgobernador Roberto Madrazo.

En las dos marchas ciudadanas de la denominada marea rosa que presumía representar a la sociedad civil, apartidista y defensora del INE, el consejero presidente Córdova se manifestaba como el como el árbitro férreo que defendía el juego democrático de las argucias autoritarias originadas en palacio nacional.

Aquellas fallidas reformas inconstitucionales que fueron bateadas al oficialismo no tenían el apoyo suficiente en las cámaras legislativas, y el denominado plan B al final fue descartado por la Suprema Corte de Justicia. Sin embargo, don Lorenzo y Ciro Murayama no dudaron en presentar esos descalabros morenistas como una victoria personal producto de la sociedad civil organizada, que más tarde recibiría la epifanía de ungir a Gálvez como virtual candidata presidencial.

Si don Lorenzo se presentaba como el árbitro que debió imponer el imperio de la ley electoral en defensa de la democracia, como explicará (si es que el interesa hacerlo) que ahora se enfunde en los colores prianistas para entrar al campo de juego y ser un jugador sucio más de la renombrada alianza fuerza y corazón por México.

Por lo visto a don Lorenzo ni a don Luis Carlos Ugalde, no les incomoda travestirse de altos funcionarios electorales a defensores de los amasijos de poder englobados en el exfrente amplio opositor. Todo esto en horario prime time de las audiencias, con justificación de los intelectuales orgánicos y la oligarquía mediática.

Ahora con el denominado relanzamiento de la desangelada campaña de Xóchitl Gálvez, la operación tendiente a recortar al menos un poco, la amplia desventaja opositora frente a morena, suma el mito genial de la sociedad civil organizada para exponencial la figura del supuesto funcionario del INE que siempre abogó por la defensa de la democracia. Aunque en los hechos solamente era un alfil opositor más enquistado en la dirección del órgano electoral.

Con la finalización del periodo de campañas internas y el inicio del periodo de intercampañas la única constante en este largo proceso electoral, es la violación persistente de ambas alianzas, de los tiempos y procesos que marca el LEGIPE.

El proceso electoral enfrenta un INE diezmado, además de un TRIFE secuestrado por enfrentamientos entre magistrados, lo que augura muchas acusaciones y poco control de la fiscalización de recursos ilegales que siempre están presentes en cada elección, y que nunca se han podido combatir.

De seguir el derrotero de las cosas en el presente proceso electoral, parece ser una victoria cómoda para la candidata Claudia Sheinbaum frente a la oposición, no importando mucho que los órganos electorales hayan sufrido un desgaste importante. Los verdaderos retos de la posible victoria de la primera mujer morenista en la presidencia no son los funcionarios trásfugas o los partidos políticos desprestigiados y en vías de extinción.

La mayor amenaza al país es un segundo periodo presidencial de Donald Trump en los Estados Unidos, donde el racismo y el sentimiento antimexicanos se han normalizado entre numerosos norteamericanos.

El imperio moderno estadounidense se ha involucionado democráticamente a niveles que podrían propiciar su autodestrucción, en un contexto mundial donde existen conflictos bélicos que son un constante peligro para la supervivencia humana. Los retos que enfrenta el mundo, incluido el cambio climático que ya trajo como consecuencia la devastadora pandemia, suma ahora un muy probable nuevo periodo de Trump, que augura tiempos muy oscuros, llenos de retos gigantescos.

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