Sin lugar a dudas, una de las principales preocupaciones de los mexicanos después de la inseguridad y la salud, es el desempleo. Y en esta nefasta administración de la 4T, es uno de los temas en que, para variar, están quedando a deber, a pesar de que López afirma un día sí y el otro también que vamos muy bien.
Y así como siempre López dice tener otros datos, en cuanto al desempleo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) también los tiene y están plasmados en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN), donde se indica que la población ocupada (PO) pasó de 57.7 millones a 57.2 millones de personas en el quinto mes del año.
Esto significa que el número de personas ocupadas en México disminuyeron en 518 mil 79 empleos en mayo del 2022. Aumentando con ello la tasa de desocupación en 0.27 puntos porcentuales, al pasar de 3.08 el mes anterior a 3.4 por ciento en mayo.
Asimismo, la Población Económicamente Activa (PEA) cayó 390 mil 317 personas sumando un total de 59.1 millones de personas, llegando a una tasa de participación de 59.6 por ciento.
Respecto de las personas subocupadas, que son las que declaran tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas, fueron 4.8 millones, que es el 8.5 por ciento de la población ocupada, teniendo una reducción de 358 mil 251 de personas con relación con el mes de abril.
Mientras que la Población No Económicamente Activa (PNEA) fue de 40 millones de personas, lo que representó un aumento de 496 mil 27 personas en comparación con abril. A su interior, la PNEA disponible descendió en 496 mil.
En la misma línea, la población ocupada en la informalidad laboral descendió 245 mil 708 llegando a 31.8 millones y la Tasa de Informalidad Laboral fue 55.6 por ciento de la población ocupada.
De los trabajadores formales, bajaron 272 mil 371 sumando ya un total de 25.4 millones.
Por sectores, en el económico, fueron las actividades primarias las que más cayeron, con 266 mil 759 personas ocupadas. Del sector terciario se perdieron 221 mil en comparación mensual; concentrándose en el Gobierno y organismos internacionales al disminuir 315 mil 625 ocupados, seguidos por servicios diversos con 164 mil 139 y restaurantes y servicios de alojamiento con 141 mil 457 menos ocupados.
El desempleo va de mal en peor en nuestro querido México sin que esta pésima administración haga nada por evitarlo y antes al contrario con sus acciones, aleja las inversiones extranjeras al igual que las nacionales.
Y si bien la pandemia del Covid-19 ha influido en que la economía se cerrara, ahora entendemos por qué López afirmó que la pandemia “le había caído como anillo al dedo”, ya que es una buena excusa para no cumplir con su obligación de que se fomente el empleo en el país.
No podemos olvidar los conflictos que ha tenido López con inversionistas extranjeros, quienes han preferido irse del país, como el caso de las maquiladoras en Tamaulipas. Y obviamente el haber detenido y cerrado la obra del NAIM que además ha costado muchos millones pagar por esa torpe decisión.
De igual manera es importante recordar que durante la pandemia los empresarios pidieron a López que los apoyara, obviamente López se los negó. Y ante la caída de la economía en el país, muchas fábricas, empresas, negocios han quebrado o han cerrado. Perdiéndose cientos o miles de empleos, por esas razones.
Y en lugar de darles apoyos, principalmente a los pequeños y medianos empresarios para que pudieran salir adelante y no cerrar, eso a López no le importó, no le interesó que un gran número de personas se quedaran sin trabajo afectándolos a ellos y sus familias
PREFIERE COMPRAR VOTOS QUE APOYAR
López prefirió comprar votos a través de sus programas sociales en lugar de apoyar a aquellos mexicanos que invierten en una fábrica, negocio, creando empleos. Y se ha dedicado a tirar el dinero regalándolo a cambio de que sigan votando por Morena, con las pensiones a la tercera edad, becas, pagando por que a los Ninis les dejen aprender a trabajar, o su programa Sembrando Vida, que ha llevado a una enorme desforestación en el país para que puedan recibir ese dinero.
Resulta que todos sus programas han sido un fracaso, pero emulando a Vicente Fernández, que en paz descanse, que decía “Mientras ustedes sigan aplaudiendo, yo sigo cantando” con López es “Mientras ustedes sigan votando, yo les sigo dando”.
Dado que esa dádiva que les da, obviamente no los sacará de la pobreza, y si los tendrá comiendo de su mano, incondicionales a lo que les ordene, en lugar de apoyar a que se fomente el empleo.
Los prefiere estirando la mano, de flojos, atenidos, solamente esperando que les depositen, en lugar de buscar un empleo honradamente. Eso seguramente es a lo que se refiere cuando critica a los que quieren sobresalir llamándolos “aspiracionistas”. O cuando expresa que tener un par de zapatos es suficiente, para qué querer un auto de lujo si con uno modesto es suficiente. Todo ello apegado a su Austeridad Republicana que pregona.
Pero, esa Austeridad Republicana, que puede pasar al límite de Franciscana, no la vemos en él ni en su gabinete. Basta percatarse de que a partir de que llegó a la presidencia se notan los trajes nuevos, corbatas, camisas, que obvio no las compra en el tianguis. Y qué decir de las guayaberas que usa, estrenando a cada rato. Esas son las grandes contradicciones, la falta de congruencia entre el decir, el prometer y el cumplir, o predicar con el ejemplo.
Mientras que promueve que la gente no quiera trabajar, sea floja y solamente estire la mano para recibir la dádiva que les da, la economía sigue sin despegar. La gran duda es ¿qué pasará con todos los beneficiados de los programas sociales si se le acaba el dinero a López para comprar votos?
Más les vale que lo vayan pensando, porque al paso que va despilfarrando dinero, cerrándose tantos negocios, fábricas, empresas, que dejaran de pagar impuestos al igual que el alto número de desempleados. ¿De dónde sacará más dinero para estos programas clientelares, mal llamados sociales, si además continúa tirando el dinero en sus proyectos principales como el Tren Maya, La refinería Dos Bocas hoy llamada Maya, y su ya terminado pero inútil aeropuerto Felipe Ángeles?
Nada favorable se ve el futuro de seguir así. Y más si los Estados Unidos entran en una contracción de sus actividades económicas, incrementándose más las tasas de interés de la Reserva Federal, eso le pegará a la industria manufacturera exportadora en nuestro país, repercutiendo en más desempleo. Aplicándose aquello de “Cuando a Estados Unidos le da resfriado, México se enferma de pulmonía”. Tiempo al tiempo.
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