El pasado 5 de septiembre, el diario Reforma volvió a tocar el tema de la gran corrupción en Segalmex. El diario de circulación nacional destacó que de acuerdo con contratos, simularon la compra de azúcar por 465 millones de pesos. Cabe recordar que este no es el único caso de Corrupción que se ha dado a conocer dentro de esta empresa creada por López en la nefasta Cuarta TRANSA-FORMACIÓN, que al igual que todo lo que han instrumentado nuevo, se ha ido al fracaso.
Recordando aquello de “amor con amor se paga”, López designó como director de Segalmex a su exjefe y amigo Ignacio Ovalle, quien por aquello de que López odia a los priistas porque son corruptos, resulta que Ignacio Ovalle fue ni más ni menos que secretario particular del expresidente Luis Echeverría, y jefe de López en IMSS-COPLAMAR.
Y quizás por ese agradecimiento que le tiene, además de haberlo designado en ese cargo, al salir la gran corrupción en Segalmex, que se ha comentado que es mayor a la de la Estafa Maestra de EPN, lo quita y manda como Coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED) seguramente para protegerlo.
Vale la pena recordar que Ignacio Ovalle fue quien el 24 de mayo de 1999 dio por terminadas las funciones de la Conasupo, creada en 1961, siendo su último Director General. Y ahora con esos fraudes ¿acabará con Segalmex, que tenía las dos últimas filiales de la extinta Conasupo, Liconsa y Diconsa, fusionadas en este nuevo organismo al que se les dio por llamar la nueva Conasupo?
FRAUDE CON AZÚCAR
En esta nueva parte de la Corrupción en Segalmex, resultó que le compraron azúcar a una empresa fantasma, de la cual sus “socios” son un hombre y una mujer humildes, a los que usaron para simular una venta de azúcar a Segalmex por 465 millones de pesos, y de 25 mil toneladas compradas, solamente entregaron 7800 toneladas.
Esta “empresa” llamada Servicios Integrales Carregin, ya fue denunciada ante la Fiscalía General de la República (FGR) por delincuencia organizada y lavado de dinero. Resultando que el apoderado de Carregin, también participa en dos empresas, que Casualmente recibieron más contratos en Segalmex por un monto de 53 millones de pesos en la compra de alcohol y gel antibacterial.
Eduardo Alejandro Murillo Landeros, quien funge como apoderado legal de Carregin, ostenta el mismo cargo en Gainmate Comedores Industriales y Comercializadora Aservayan, que son las empresas con contratos para proveer alcohol y gel. Resultando que los “accionistas” de Carregin, Jorge Romero Valencia y Daffne Pomar Colin, resultaron personas humildes, quienes desconocen quién y cómo los hicieron parte de esa sociedad. Y sin que ello influyera, la FGR giró órdenes de aprehensión en su contra.
De estas “compras” Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) realizaron una investigación. Destacan que en la denuncia de Segalmex-Diconsa contra Carregin, se señala que la supuesta compra se realizó durante la pandemia y que los pedidos fueron conocidos por Ignacio Ovalle Fernández, el destituido exdirector general de Segalmex.
Estas compras a la empresa irregular, se ordenaron por parte de Manuel Lozano Jiménez, de la Dirección Comercial de Diconsa, quien ya fue denunciado penalmente. Llama la atención que, si los pedidos fueron realizados con conocimiento del hoy ex director general de Segalmex, Ignacio Ovalle Fernández, ¿por qué él no enfrenta hasta ahora ningún proceso en su contra?
La estela de corrupción de este tema surge el 23 de abril de 2020, cuando Manuel Lozano Director de Diconsa, firma un convenio con la empresa fantasma Carregin por 37 pedidos, que suman un costo de 465 millones de pesos por 25 mil toneladas de azúcar estándar a granel en distintos almacenes del país. Tres semanas después de haberse firmado el convenio, Carregin le pidió a Diconsa que cancelara 36 de los 37 pedidos, por dificultades logísticas derivadas por la contingencia sanitaria por Covid-19; quedando únicamente un pedido por 7 mil 800 toneladas, equivalentes a 145 millones de pesos, solicitado por la Unidad Operativa del Bajío.
Acorde a lo asentado en la denuncia, la Unidad declara no tener la capacidad para almacenar las 7 mil toneladas, pero, tras un acuerdo entre ambas partes, Carregin resguardaría el azúcar en un domicilio ubicado en Paseo del Pedregal, en la Ciudad de México. Y sin tener físicamente el azúcar, la dependencia pagó a Carregin los 145 millones de pesos pactados. Resulta así otra anomalía, dado que los funcionarios encargados del pedido fijaron en $18.60 el precio por kilogramo de azúcar, sin haber llevado a cabo un estudio de mercado. Al descubrirse esto, la dependencia llevó a cabo la búsqueda en el reporte semanal de precios, emitido por el Comité Nacional de Desarrollo Sustentable de Caña de Azúcar, resultando que el costo durante el periodo de la compra era menor.
Posteriormente, Diconsa y Carregin firmaron un convenio modificatorio y de finiquito dando por terminada la relación contractual en diciembre de 2020. Sin importarles que Diconsa ya había pagado la totalidad de las 7800 toneladas de azúcar con valor de 145 millones de pesos y solamente les habían entregado 3110 toneladas en los almacenes de la dependencia. Por esa razón, Diconsa pidió a Carregin que realizara a más tardar el 31 de diciembre de 2020 la devolución a las cuentas bancarias de la dependencia de 88 millones de pesos, equivalentes a las 4700 toneladas de azúcar que no habían entregado.
Pero no lo hicieron, razón por la cual, Diconsa nuevamente requirió a Carregin la devolución el 25 de marzo y el 1 de julio de 2021, seis meses después del plazo que la dependencia había establecido inicialmente. Pero Carregin solamente devolvió 8 millones de pesos. Por ello, María Oceguera Valle, representante legal de Diconsa, presentó el 26 de agosto de 2021 una denuncia penal ante la FGR contra Carregin y contra los ex funcionarios que resulten responsables por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero.
De esas órdenes de aprehensión solicitadas por la FGR están la de Manuel Lozano Jiménez, ex director comercial y quien firmó el convenio con Carregin; René Gavira Segreste, ex director de finanzas y Carlos Dávila Amerena, ex director jurídico de Diconsa.
Estimados lectores, a todas luces esta empresa fantasma cometió un fraude, empezando porque no es posible que Daffne Pomar Colín, una ama de casa sin dinero ni para pagar un adeudo de 3 mil pesos en una tienda departamental, pueda ser accionista de Servicios Integrales Carregin. Al igual que el otro accionista Jorge Saúl Romero Valencia, que vive en una modesta casa que renta en Cuatro Vientos, una colonia popular del municipio de Ixtapaluca en el Estado de México.
Simplemente los utilizaron para crear la empresa Carregin, que ya fue denunciada ante la Fiscalía General de la República (FGR) por delincuencia organizada y lavado de dinero, por las ventas inexistentes de azúcar a Segalmex. Pero, como ya lo señalamos, a pesar de ello la FGR solicitó la aprehensión de ambos.
Así la Corrupción que se vive en la CUARTA TRANSA-FORMACIÓN, esa que presume López que ya se acabó y por la que han ahorrado miles de millones de pesos. López ha cubierto con el manto de la impunidad a quienes deberían estar siendo investigados por estos fraudes en Segalmex que, se comenta, son mayores al de la Estafa Maestra con EPN, porque esto del azúcar es solamente uno de ellos. Nada se hace para aplicar la ley y que devuelvan todo lo que se han llevado.
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