Can’t buy me votes: la resaca de la revocación

¡Por fin! Ya pasamos todo el rollo de la revocación de mandato y ya no se podrá decir que no se hizo o que hubo «mano negra» para evitar su realización. Así es, nadie, absolutamente nadie, podrá...

15 de abril, 2022

Octavio García

Can’t buy me votes: la resaca de la revocación

¡Por fin! Ya pasamos todo el rollo de la revocación de mandato y ya no se podrá decir que no se hizo o que hubo «mano negra» para evitar su realización. Así es, nadie, absolutamente nadie, podrá decir que hubo un complot o un boicot para «cucharear» estos resultados (¿que siempre sí lo dijo el presi? ¡Oh, caray!).

Aunque ya terminó este asunto, sigo preocupado por mi presi López Obrador. Porque esta consulta, como casi todo lo que hace, tuvo que ver primero con él, después con él y al final él. Claro, también tuvo que ver con el «pueblo» (pero el «pueblo» es López) y con la «democracia» (de la forma en la que la entiende López).

¿Cuál es la razón de mi inquietud? Que, aproximadamente, votó sólo el 18% del padrón electoral, de acuerdo con la información del INE.

¡18%!

¡Espero que no hayamos ofendido al presi López con tan pocos votos!

¿Cómo fue eso posible, si estamos hablando del #MejorPresidenteDelMundo, como reza uno de los hashtags recurrentes en Twitter? ¡Lástima! Porque supongo que otro de los objetivos de esta consulta, además de golpear al INE, golpear al INE (repetición intencional) y hacer una especie de censo de morenistas, era alcanzar los números necesarios para proponer a mi presi López como el #MejorPresidenteDelUniverso y reclamar el puesto del mismísimo He-Man (con todo y el grito de «¡Por el poder de Sheinbaum!»).

No se apuren: aquí tengo algunas palabras de confort, que espero funcionen como una especie de vaporub simbólico y hagan que la resaca revocatoria sea más llevadera para mi presi López.

No crea, mi presi, aquellas voces insidiosas que dicen que su «fiesta democrática» fue un fracaso. Hasta hay gente muy malota, quienes de seguro no están felices felices felices con su cruzada moderna contra la corrupción, que ya le andaban dedicando la rola I’m A Loser de los Beatles por los modestos resultados de participación en las urnas. No los oiga, mi presi, que son unos mentirosos contumaces. En cambio, yo más bien le dedicaría esa de Can’t Buy Me Love. ¿Recuerda esa frase que siempre dice usted, la de «amor con amor se paga» y con la que pintó las paredes de la Ciudad de México para promover su consulta de revocación? Pues bien, usted demostró que los Fab Four se equivocaron (¡otro punto para la 4T!): el amor SÍ que se puede comprar, sobre todo si hemos de atender a esos cuentos de que se acarreó gente a las casillas. ¡Adversarios chismosos y desquiciados! Hablan como si usted fuese un priísta de vieja cepa. Por ello, no hagamos caso de esos chismes de gente negativa, aspiracionista, traidora a la patria y [aquí inserte los epítetos peyorativos que desee]. Así que no se apure, mi presi: usted ganó. Espero que ahora sí ya no se le olvide que usted ya había ganado en 2018 (o a lo mejor la consulta fue una forma de vengarse por tantas elecciones perdidas o, como usted dice, «robadas». Potato, potatoe).

Más aún: ya vi que usted quiere reducir el porcentaje de votación requerida para que una consulta sea vinculante, del 40 al 20 por ciento. N’ombre, si ya estamos metidos en esas, señor presi, ¡que sea un 5 o 10 por ciento! O mejor aún, que sean vinculantes con un solo voto (obviamente, con el suyo bastaría, el mejor voto del mundo, ni más ni menos). ¡Imagínese, mi presi! Esa idea que propone sería igual a que, en una fiesta de diez personas, sólo dos puedan escoger la comida para todos. No me suena conveniente dejar tanta responsabilidad en tan pocas manos, aunque fueran unas manos tan impolutas como las de, digamos, Manuel Bartlett, quien es un verdadero hijo de la patria.

Además, mi presi, ¿no que la consulta de revocación era para “promover la participación cívica”? Con un porcentaje menor requerido del padrón electoral para hacer vinculante una consulta, menos gente estará motivada para salir a escoger y esa idea de la participación cívica se iría por el caño, si me permite una expresión un tanto vulgar. Aunque algo me dice que lo que busca, como dicen, es jugarle a lo seguro y que las próximas consultas que haga (y se pueden hacer muchas, muchas más, ¡que las posibilidades democráticas son infinitas, oiga!) puedan ser vinculantes únicamente con el voto de sus seguidores, quienes ya vimos que lo acompañarán aunque usted lleve a México al despeñadero con los resultados tan magros de su administración.

¡Ah, perdón, me estoy desviando del tema! Al fin y al cabo la consulta no era acerca de resultados, sino de popularidad. Porque, si el objetivo de su administración es ser el presi más popular del mundo mundial, créame que la lleva ganada hasta ahora. Ya que sabe esto, ojalá, señor presi, y esta es sólo una mera sugerencia de un ser inferior e insignificante que no merece un mandatario como usted ni hoy ni nunca, pueda ponerse a trabajar y adornar ese título del #MejorPresidenteDelMundo con alguno que otro resultado positivo, digo, tampoco somos muy exigentes. ¿No le late? Por si usted no lo sabe, hay lugares en los que hace falta seguridad. En otros, los medicamentos son los que escasean. Y, en muchos lados más a lo largo y ancho del país, desgraciadamente, hay familias que han perdido a varios miembros por falta de todo lo anterior. Ahí la dejo, señor presi, de parte de su seguro servilleta.

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