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Bronca en Querétaro, el 8M, y más violencia en el país

Como cada semana Fernando Navarrete comenta los acontecimientos más importantes a nivel nacional con su singular estilo.

8 de marzo, 2022

Fernando Navarrete

El tema principal de esta semana fue la lamentable trifulca acontecida en el estadio Corregidora de Querétaro durante las últimas horas del domingo 6. Si bien es cierto que la pasión futbolera es algo que los mexicanos llevamos en la sangre, lo que vimos durante el partido de Gallos Blancos contra Atlas fue algo de otro nivel, totalmente desproporcionado y nocivo.

Decenas de heridos, menores agredidos, varios desaparecidos y un sinfín de especulaciones fue el saldo de aquello que comenzó hace algunas décadas, cabe mencionar, con la incorporación de las barras al país (en lugar de las tradicionales porras familiares) importadas de Argentina, el exceso de alcohol y una rivalidad aprovechada como excusa para sacar lo peor, lo más primitivo y salvaje de la naturaleza humana.

Si a eso le sumamos un alto grado de polarización y una notoria falta de previsión (privada y estatal) tenemos algo como lo que pasó y que independientemente de las medidas que se implementen, quedará en lo sucesivo como una mácula dentro del futbol nacional.Por lo pronto, existen varias investigaciones en curso por parte del gobierno queretano, hay no pocos heridos graves recibiendo atención médica y la FMF se encuentra analizando la posible desafiliación del Club. Veremos lo que sucede.

El 8 de marzo se proyecta gran agitación alrededor del país, máxime si consideramos que en nuestra nación se presenta la mayor cantidad de mujeres desaparecidas y más embarazos adolescentes de América Latina. Por otro lado, para El Supremo y guía moral de la patria así como para sus achichincles, los movimientos sociales incluyendo la causa feminista, “tienen propósitos políticos y están en contra de la cuarta transformación”.

Quizás porque el gobierno más humanista de la historia tiene menos interés en las mujeres que ningún otro en la historia del país y poco o nada le importan las desapariciones, feminicidios, las estancias infantiles ni absolutamente nada, no dudo que las mujeres alrededor del país salgan a mentarle la madre con rabia y justa razón. Este López como otro López antes que él, bien podría decir mientras acumula vallas alrededor de Palacio Nacional: “Ni las veo ni las oigo”.

Todo esto mientras en Michoacán los grupos ligados al tráfico de drogas son capaces de alinear a los asistentes del funeral de Alejandro “N” mejor conocido como “El Pelón” contra una pared y dejar a la especulación lo demás, puesto que lo que pasó después uno sólo puede imaginarlo, derivado de que más raudos que perezosos unos bienintencionados ciudadanos decidieron acudir al súper más cercano a comprar detergente y cloro y varias jergas y esponjas para dejar la escena del crimen rechinando de limpia. Ni casquillos, ni humo, ni sangre ni nada de nada. Curioso, por decir lo menos. O tenemos delincuentes cada vez más higiénicos o alguien más estaba interesado en que no quedara nada para la posteridad.

La violencia va al alza en todos y cada uno de los rincones y ámbitos del país y el gran provocador, el Timonel Nacional lo único que tiene para ofrecer son pañuelos blancos y la acomodaticia y gastadísima frase de “abrazos, no balazos”.

Nos leemos la semana entrante.

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