“En cerca de cinco meses la proporción de personas infectadas de entre 15 y 24 años se ha triplicado”.
-Datos de la OMS.
Después de tantos meses de distanciamiento social, la letal fórmula de jóvenes “cansados” y “aburridos” con padres “preocupados” y “permisivos”, está provocando uno de los fenómenos sociales más alarmantes que debemos tratar de frenar lo antes posible, si queremos evitar una crisis de mayores proporciones.
La realidad es que a pesar de que en los inicios de la pandemia adolescentes y adultos jóvenes formaban parte del grupo considerado como de menor riesgo, hoy las acciones y actitudes que han tomado (salidas a fiestas, antros y reuniones, “grupos de estudio” para tomar clases online sin precaución alguna y viajes de todo tipo para que “respiren otro aire”), los han puesto en la línea de fuego para convertirse no solo en blancos directos del virus, sino en parte central de la cadena de contagios.
Las causas: ¿Realmente “necesitan” salir?
Aparentemente, la causa principal de que los jóvenes estén ignorando la realidad de esta pandemia, además de la falsa creencia de su inmunidad, es la preocupación paternal y social por su “frágil” estado psicológico. Pero, si bien cierto que por su etapa de desarrollo son ellos quienes más necesitan del contacto social y de la convivencia con sus pares, también lo es la innegable realidad de que la única manera de contener el contagio es permanecer aislados.
Algunas otras causas que podemos encontrar son:
- Tener la creencia de que exponerse voluntariamente al virus para lograr “inmunidad de rebaño” ayudará a terminar con la pandemia.
- Pensar, por otra parte, que no van a contagiarse o que si acaso pasa, las consecuencias para ellos no serían graves.
- Fake news e influencia de redes sociales.
- Mensajes contradictorios de las autoridades en cuanto a estadísticas y peligrosidad real de la exposición en sitios públicos.
- Figuras de autoridad que tampoco respetan el distanciamiento.
- Falta de responsabilidad social con respecto a personas de “mayor riesgo” con quienes conviven.
Las consecuencias: datos duros (muy duros)
Diversos estudios e investigaciones recientes demuestran la importancia que debemos prestar al comportamiento de adolescentes y adultos jóvenes, ya que, entre otros datos, podemos encontrar que:
-
- La exposición al virus tiene como objetivo lograr la inmunidad para prevenir futuras infecciones, pero en el caso del coronavirus todavía no se sabe cuánto dura la inmunidad y al parecer el peligro de contraerlo nuevamente es real.
- La edad media de los contagiados ha ido disminuyendo progresivamente hasta situarse entre los 36 años en mujeres y 38 en hombres.
- Países europeos, así como Estados Unidos han reportado ya un dramático aumento de casos de COVID entre adolescentes y adultos jóvenes. Como muestra, en este último, los estudios revelan que en menos de cinco meses la proporción de infectados entre 15 y 24 años de edad se ha triplicado y en Ginebra, sede de la OMS, la mitad de nuevos casos tuvieron su origen en bares, antros y discotecas.
- Se desconocen aún todas las secuelas reales (y graves) que el virus pueda tener entre los jóvenes contagiados y los pacientes asintomáticos, pero recientemente se ha descubierto también que aproximadamente el 70% de los infectados presenta daños significativos en diversos órganos, como los pulmones, el corazón, el hígado, el páncreas o el cerebro, entre dos y cuatro meses después del contagio.
- Los jóvenes se han convertido en una de las principales fuentes de contagio para los adultos que conviven con ellos. No hace falta recalcar el riesgo que esto supone para padres mayores, tíos o abuelos.
- Según otro estudio reciente de Harvard, el COVID-19 es la principal causa de muerte en Nueva York y otros 10 estados norteamericanos (2450 adultos jóvenes murieron por coronavirus entre marzo y julio, tasa más alta que la reportada en 2018 por sobredosis accidental).
- También indica que en zonas con altas tasas de infección, la probabilidad de morir de Covid-19 es mayor que cualquier otro riesgo.
¿Criar falsos “Ironman” del 2020 o hacernos responsables de la vida de todos?
Ante este panorama, nuestra mayor responsabilidad como padres es tomar con seriedad la realidad de este asunto y proteger así la salud de nuestra familia y de todos los que nos rodean.
Seamos conscientes de que asistir a fiestas, centros comerciales no es una prioridad, pero salvar sus vidas sí lo es.
¿En verdad vale la pena el riesgo? ¿No somos capaces de establecer límites claros? ¿No podemos proveerlos de todo lo que necesiten para poder mantener un contacto social seguro y responsable?
No podemos ni debemos esperar a ver cómo se contagian y contagian a otros. El virus no se va a condoler de que los jóvenes estén hartos, cansados, aburridos o deprimidos.
Esta pandemia acabará y los meses que falten no parecerán nada cuando los miremos en retrospectiva; sin embargo, órganos afectados y secuelas que aún no conocemos sí serán una realidad que no podremos remediar cuando todo haya pasado.
Estamos en el momento preciso para actuar y asegurar el bienestar de quienes más amamos: hagámoslo con firmeza y responsabilidad para no tener que lamentar nada después, aunque sea difícil, aunque haya que luchar y aunque les duela y nos duela.
"Sobre el Muerto las Coronas”
La desaparición de jóvenes es un grave problema que se trata de minimizar constantemente.
diciembre 20, 2024Patrones contra ladrones
El asalto al INFONAVIT es solo un paso más en el camino a la apropiación de la AFORES que...
diciembre 20, 2024Sin clasismo, por favor
La construcción de la Línea K y el Polo de Desarrollo del Bienestar en Tapachula, Chiapas, representa una oportunidad...
diciembre 19, 2024De Frente Y Claro | AUSTERIDAD REPUBLICANA: UNA MENTIRA MÁS
Cuando termina un Presidente su sexenio, se destapa la cloaca y toda la porquería sale a flote. López no...
diciembre 19, 2024