A nadie se le obliga el consumir contenidos basura

Un reality show producido y transmitido por conocida televisora privada ha causado indignación por la conducta de más de uno de sus participantes que hambreados por el dinero del premio, muestran su miseria humana en su máximo esplendor. La industria televisiva lleva años sumida en crisis por la irrupción de mucho mayor oferta vía nuevos canales de paga y/o plataformas de STREAMING.

El reality consta de un experimento social que es de lo poco que  hoy puede dar ganancias más o menos decentes a la televisión mexicana (privada) que en buena parte ha caído a niveles paupérrimos de calidad en sus contenidos. Sin embargo, pese a la indignación ya referida, paradójicamente noto que dichos indignados están AL DÍA en lo referente a ese programa /estiércol, lo que me lleva a recordar el refrán aquel de “no tiene la culpa el indio…”

En los medios de comunicación mexicanos, no sólo TV sino también radio, más las plataformas de Internet globales y canales de paga, incluso algunos de la TV privada, ofrecen contenidos de calidad, por no hablar de los medios públicos (del Estado mexicano) agrupados en el SPR (Sistema público de radiodifusión) como el canal 22, el 11, el 14, TV UNAM y otros. 

Vamos, nunca antes hemos tenido semejante cantidad de oferta, con opciones de CALIDAD incluidos, sin embargo, se opta por consumir decadencia, ignorancia, vileza. Como dijo alguien respecto al Internet en general: “Puede ser desde la biblioteca de Alejandría hasta Sodoma y Gomorra”, cada uno pues, elige. Es triste constatar que las mayorías (sin importar nivel socioeconómico) se inclinen por los contenidos basura, en detrimento de aquellos que nos pueden sumar en ser, cada día, mejores seres humanos, íntegros y con valores de todo tipo.

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