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Una consulta ciudadana es la peor manera de resolver un problema de uso de agua

Este fin de semana, en el municipio de Mexicali, se realizará una más de las cuestionadas consultas ciudadanas a las cuales ya nos acostumbró el...

20 de marzo, 2020

Leonardo González Luna

Este fin de semana, en el municipio de Mexicali, se realizará una más de las cuestionadas consultas ciudadanas a las cuales ya nos acostumbró el gobierno de López Obrador. Al igual que las anteriores consultas, carecerá de verdadera representatividad y sus métodos de realización son seriamente cuestionables por estar completamente sesgados. Pero la pregunta que hará a los ciudadanos no lo es, simplemente no es la manera correcta de resolver este problema

La coyuntura de polarización política y la agenda nacional han convertido a la consulta que se realizará en Mexicali en una más de las ocurrencias del presidente, que al igual que la cancelación del aeropuerto de Ciudad de México, ahuyentará la inversión privada, pero se trata de un tema complejo plagado de inconsistencias muy probablemente originadas por corrupción de autoridades anteriores, quienes autorizaron la instalación de la planta cervecera. Pero una consulta ciudadana es la peor manera de resolver este problema, que amenaza con poner en riesgo la sustentabilidad futura no solo del municipio de Mexicali, sino de la región.

La aprobación en 2016, de la instalación de una planta cervecera en el valle de Mexicali, propiedad de Constellation Brands, ha estado plagada de sospechosísimo y opacidad, desde su aprobación en modo fast track por el congreso del estado, hasta la señalización de muchas inconsistencias en los permisos y sobre todo por cuánta agua tomará esta planta de la ciudad de Mexicali y su valle agrícola.

Varios estudios que señalan dichas inconsistencias, dejan claro que la instalación de la planta sí pone en riesgo el abasto de agua a un sector del valle de Mexicali, debido a que la mitad del agua la obtendrán de pozos profundos que se abastecerán de un ya sobreexplotado manto freático, y la mitad de las reservas de agua de la ciudad se destinarán a uso de la planta cervecera, a pesar de que dichas reservas actualmente son utilizadas para complementar el suministro de agua de las ciudades de Tijuana, Tecate y Rosarito.

Por lo que el problema de disposición de agua es real, pero éste no debe resolverse mediante una consulta ciudadana, la cual según el presidente López Obrador será vinculante y decidirá el futuro de una inversión de mil 400 millones de dólares de inversión privada la cual ya se encuentra a un 70% de construcción, y su cancelación será una mancha más a la mala imagen al país que el actual gobierno está creando ante los empresarios e inversores, pero representará un punto de inflexión y la primera señal negativa de una región que históricamente ha sido amigable con la inversión privada y su ambiente empresarial que se encuentra altamente integrado con Estados Unidos, sobre todo con el estado de California, quedará dañado y su reparación llevará años.

A fin de cuentas, la planta cervecera de Constellation Brands en Mexicali es un problema relacionado con posible corrupción en la autorización de permisos y disposición del uso de agua, por lo que la solución es modificar dichos permisos a las condiciones reales de la región y que la operación de la fábrica no ponga en riesgo al suministro de agua de las ciudades potencialmente afectadas, aunque ello signifique que la planta opere a niveles inferiores a su capacidad. Bajo ese tenor, la decisión de si la construcción de dicha fábrica debe terminarse, recaería en la propia empresa, basándose en la rentabilidad de la producción de la planta que tendría bajo las nuevas condiciones en torno al suministro de agua.

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