Nuestro país es un lugar donde los ciudadanos somos más críticos que hace unos años, cabría preguntarnos si esa crítica en constante crecimiento va aparejada también de un análisis. De entrada, muchos creeríamos que si bien ha aumentado la crítica el análisis se ha quedado atrás ¿Qué tan relegado va? No lo sé. Lo que sí podemos aceptar es la importancia y el efecto al dejar perdido el análisis.
Con frecuencia nos gusta hacer críticas sin tomarnos el tiempo de obtener información suficiente, segura y útil. No nos importa, o no tenemos idea del alcance de dicha información, ha sido poca la relevancia dada a ésta, desde la casa hasta la escuela. Nadie nos dijo que la información es poder y con ella tener una opinión más completa de los hechos o de las perspectivas, podemos planear, hasta ser adivinos y saber con cierta certeza los eventos futuros y, en función de ello, lograr una mejor perspectiva de nuestras finanzas, hasta de nuestra vida. Suena a mucho ¿Verdad?
Si la información es tan importante, entonces ¿por qué la apreciamos tan poco? La valoramos poco o ¿simplemente no sabemos siquiera si existe? ¿Cómo apreciar aquello que no está en nuestro radar? ¿Cómo tenerlo en mente cuando estamos sumidos en lo inmediato? Seguramente, lo primero que nos viene a la cabeza es la carencia de tiempo para hacer esta búsqueda, hay muchos momentos que podríamos utilizar para ello.
Antes veíamos en los transportes a muchos pasajeros leyendo el periódico, ¿qué ha pasado? Ha pasado que hoy tenemos una gran herramienta y nos acompaña a todas partes: ¡El celular! La pregunta es ¿para qué y cómo usarlo? Con él tenemos acceso a todo el mundo. Entonces ¿qué esperamos?
Hasta aquí todo bien, ahora ¿qué tipo de información necesito? ¿En qué página la busco? ¿Qué tan confiable es? Eso nos toca descubrirlo a cada uno de nosotros. Hoy en día lo que sobra es información. La hay de todo tipo. Sólo el que la necesita y la busca encontrará lo necesario.
Si, ya sé, ¡el tiempo! Siempre hay momentos que podemos rescatar y dedicárselos a nuestra búsqueda ¿Cuánto quiero invertir en esta información? Al llegar aquí nos podemos sentir abrumados, nos cuesta trabajar en cosas intangibles. Si vemos a la información como un bien que puede redituar en grandes beneficios y es gratis, hasta cierto punto, y la tenemos al alcance de la mano ¿Para qué dejarla ir? ¿Qué se interpone entre ella y nosotros? Tal vez la inconstancia, la flojera, los juegos cibernéticos…
¿Cuánto tiempo pasamos frente a la computadora? ¿Cómo tomamos nuestras decisiones cuando estamos desinformados? Por ejemplo, si vamos a comprar una casa, queremos saber cuánto cuesta, planes de financiamiento, cómo está construida, cuántas habitaciones tiene, etc. Para hacernos estas preguntas primero es conveniente conocer cuáles son nuestras propias necesidades y en función de ello buscar, buscar y buscar. La información es la materia prima para la toma de decisiones. Hay compañías que invierten millones de pesos en obtenerla y, sin embargo, muchas veces la vemos pasar frente a nuestros ojos sin darle la importancia necesaria. Toda toma de decisión nos empuja a buscar información. Cierto, no estamos acostumbrados a hacerlo.
¿Hemos verificado alguna vez las afirmaciones de los políticos? ¿De los maestros? ¿De los líderes? ¡Es más, de nosotros mismos!
¿Cómo quieres tomar tus decisiones? ¡Buscar la información es tu opción!
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