¿Papá en el futuro seguiré estudiando? ¿Y cuando salga de la escuela tendré un trabajo?… El papá se quedó pensando en las preguntas de su hijo… No sabía si reír o llorar, le maravillaba la lucidez del jovencito y, al mismo tiempo, le apabullaba el no poder responderle como él hubiese deseado… “Vamos a comer, después continuamos” –Respondió-.
Minutos después se sentaron a la mesa, observó a cada uno de los miembros de su familia, estaba contento, podía felicitarse, él había conseguido un buen trabajo y ahora podía tener una mesa con alimento suficiente para que todos comieran rico y nutritivo… “Sí, he tenido suerte” –Se dijo a sí mismo-.
Después de comer le ayudó a su esposa a lavar los trastos y se retiró al pequeño cuarto al que llamaba “mi oficina”. Pablo –Nuestro protagonista- tenía cuatro hijos, no estaba seguro de poder conseguir trabajo a sus hijos en la dependencia donde trabajaba, “… Además de aquí a que crezcan falta mucho y para entonces, no sé cómo va a estar este País” –Reflexionó-.
Se acomodó en el asiento y tomó su libro en turno… De pronto fue interrumpido por su hijo –Pablito, su primogénito- Le pidió permiso y se acomodó en la silla, esperando recibir respuestas. Pabló se sintió desprevenido. “Tomaré el toro por los cuernos” –Se dijo-. “Mira hijo, lo que me preguntas es difícil de contestar, estás terminando la secundaria, falta la prepa y la universidad” –Le comentó-.
“Precisamente Papá, a lo mejor no vale la pena seguir estudiando, dos de mis amigos sólo terminarán la secundaria y van a trabajar… ¿Qué tal si yo hago lo mismo? Y de paso te ayudo a ti con algo, ¿Cómo ves?”. Pablo lo miró preguntándose cuál era la verdadera razón de que su hijo quisiera dejar la escuela…
“A ver Pablito ¿Me puedes explicar por qué piensas que es mejor salirte de la escuela y buscar trabajo, en lugar de ir a la universidad y estudiar una carrera? El joven bajó los ojos y se quedó ensimismado. Parecía que le costaba trabajo hablar, no se atrevía a exponer sus sentimientos, no sabía por dónde empezar… “¿Qué pasará por su cabeza?” –Pensó Pablo- Y fue él quien se decidió a hablar.
“Hijo me puedes decir lo que quieras, yo sólo deseo tu bienestar…” Pablito se sentó en la orilla de la silla y se inclinó hacia su padre y empezó a hablar… Su voz era un susurro… Se notaba su miedo… Pablo sintió su temor y el esfuerzo que hacía para hablar…
Pablo ya empezaba a inquietarse cuando su hijo dijo: “Papá, ya te mencioné que mis amigos van a dejar de estudiar –Pablito se retorció los dedos y continuó- Sus hermanos no pasaron el examen de universidad… Y sabes qué es lo peor: Tenían buenas calificaciones, Papá… ¿Cómo crees que me va a ir a mí?… ¡También me van a REPROBAR!” –Exclamó- Pablo sintió un dolor en su corazón.
Es importante establecer una comunicación constante y empática con los hijos. La adolescencia entraña muchos misterios para los jóvenes y con frecuencia los hace sentirse inseguros y temerosos. Si sus padres logran establecer una comunicación abierta y sincera, desde el corazón, el muchacho podrá sentirse tranquilo y en libertad para expresar sus temores sin miedo al castigo.
Pablo respiró tranquilo al escuchar las inquietudes de su hijo, de pronto se había imaginado un mar de atrocidades… “Tiene razón –Meditó-, ahora él se quedó en silencio -, la educación no es de excelencia, los pobres muchachos de provincia se enfrentan a jóvenes más preparados, de mejores escuelas y es obvio que no les alcanzan los conocimientos…”
Antes de responder recordó los constantes paros de los maestros de la escuela de su hijo… “Hay que buscar una solución al alcance de nuestras manos. Ciertamente es un problema serio” –Pensó- “Pablito, se pueden hacer varias cosas… Ya verás, lo podemos lograr. Estás a tiempo si te esfuerzas estudiando un poco más… Yo te voy a ayudar por las tardes…” –Le dijo a su hijo-.
Es importante estar conscientes de las limitaciones que nos rodean, de lo contrario se exigen cosas imposibles a los muchachos, a pesar del empeño de ellos. No siempre una educación deficiente es responsabilidad del estudiante. Hay múltiples factores a considerar: ESTUDIANTE-PROFESOR-PADRES-POLÍTICAS PÚBLICAS…
Mientras Pablo hablaba, su hijo empezó a sentirse relajado… “No me regañó” –Se dijo- “De hecho, Papá me está apoyando”. Pablo logró sacar a su hijo del desánimo, Pablito finalmente tomó acción “Papá, voy a conseguir guías de estudio para repasar y repasar y cuando llegue el momento esté bien preparado…”.
Si bien no hay soluciones perfectas PREOCUPARSE no es suficiente, hay que OCUPARSE para encontrar el mejor camino. Es bueno para los padres INVESTIGAR las condiciones de cada situación en la VIDA de sus hijos. Los jóvenes tienen su propio mundo, con múltiples fantasías matizadas por sus miedos, esperanzas y ambiciones y, a veces, no alcanzan a encontrar la salida… SUS PAPÁS los pueden apoyar a encontrar sus propias soluciones.
Acapulco 500
Los representantes del ayuntamiento de Acapulco se preparan para los festejos que se llevarán a cabo con...
enero 25, 2017¡Legó el fin de año!
¡Llegó el fin de año! Después de pensarlo un poco y recorrer los meses del año llegué al tema...
diciembre 28, 2016Desde la cabina con Eduardo Ruiz Healy...
Entrar en la cabina, ver y escuchar a Eduardo Ruiz Healy haciéndome las preguntas, fue una ilusión hecha realidad.
diciembre 14, 2016Toma de conciencia...
Mucho se habla en últimas fechas sobre todas las cosas que están mal en nuestra ciudad, país, continente, en...
noviembre 30, 2016