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El poder de la información, el poder de la manipulación

La información cada día tiene mayor relevancia y quien la posee adquiere más poder...

7 de septiembre, 2016

La información cada día tiene mayor relevancia y quien la posee adquiere más poder y quienes están desinformados pueden ser presa fácil de quienes sí la poseen, la usan y manipulan ¿Cuál es ese poder que adquiere la información cuando nosotros la tomamos sin digerirla, sin analizarla, sin comprenderla? ¿De dónde viene? ¿Para qué está ahí? ¿Por qué aparece hoy y no ayer o mañana? ¿A quién le puede servir? ¿Puedo buscar su significado? ¿De qué forma me afecta? ¿Para qué la manipulación?

El poder lo adquiere la información porque no todos sabemos sus implicaciones, alcances, ni tampoco tenemos el panorama completo. La información es tan adaptable que cada quien ve lo que quiere ver en ella. Tenemos a nuestros villanos y todo lo que se diga en contra de ellos lo aceptamos a pies juntillas y de eso se valen muchas personas para crear cortinas de humo y rumores carentes de fundamento, saben que pocos serán quienes cuestionarán la verdad atrás de tanta palabrería.

Lo más fácil en nuestro país es negar la verdad y escupir a la cara del político en turno nuestras frustraciones, incoherencias y hasta los abusos de que hemos sido objeto desde que nacimos. Sin darnos cuenta que este hábito tan arraigado de pegarle, sobre todo al presidente, muchas veces va en contra de nuestros propios intereses. Todos creemos tener la razón sin buscar la contraparte y terminamos siendo presa fácil de quien nos quiere vendar los ojos. Ni siquiera las contradicciones nos ayudan a percatarnos de ello.

Nos quejamos de algo que nosotros facilitamos con nuestra apatía y desinterés al aceptar los discursos de los líderes en todas las áreas: política, magisterial, religiosa, policiaca, medios masivos, etc., y que muy poco contrastamos. Tal vez un mecanismo sea buscar precisamente la opinión de los contrarios y analizar ambas posturas, se tendría un panorama más completo y cada quien podría retomar los datos que más se acomoden a su perspectiva.

Por otro lado, votamos por alguien y por tal partido y después dejamos de darles seguimiento y hasta se nos olvida quién los puso ahí y quién les tiene que exigir cuentas… Todo ello abona para que seamos presa fácil de la manipulación, pues generalmente caemos en la frustración, el desencanto, el desinterés y de ahí al olvido.

Hoy en día tenemos varios problemas con respecto de la información: Demasiada, no la analizamos y nadie cree en ella. Estamos en un punto de incredulidad grave, pues ya no existe verdad de ninguna forma, como la paradoja “Malo si lo dices, malo si lo callas”, ¿a quién le puede servir este tipo de situaciones?

Los ciudadanos necesitamos veracidad para tomar decisiones ¿Acaso a nosotros nos sirve este mar de confusión? Cada actor de la escena nacional se empeña en hacer creer que lo dicho por él es “La verdad”, y como hemos visto muchas veces cada quien tiene “Su Verdad” ¿Qué podemos hacer? Seguir permitiendo que nos manipulen, votar con los ojos cerrados, aceptar la información como viene… Y seguir quejándonos de nuestro país. Comprender que nos duerme analizar, nos altera compartir, nos aterra otorgar, perder el control y el poder, así que cualquier “@xyz” nos puede decir “la verdad de la verdad” y nosotros creerla sin más.

Nadie nos va a dar el país que queremos, nos toca a nosotros definirlo, alimentarlo y cuidarlo. Mientras sigamos golpeando a nuestras instituciones, porque no sabemos pedir, negociar, exigir civilizadamente y apoyar cuando sea necesario estaremos atorados y quejándonos.

Y en el colmo de nuestro ego pensamos “¡Yo, merezco todo!”.

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