En el año 2012, durante su participación en el programa “Tercer grado” de Televisa, Enrique Peña Nieto proclamaba el advenimiento de “un nuevo PRI”; y como ejemplo señaló al nuevo gobernador César Duarte, de Chihuahua; Javier Duarte, de Veracruz, y Roberto Borge de Quintana Roo.
Peña Nieto fue aún más lejos; afirmó que tambien él, formaba parte de esa nueva generación cuya calidad moral y eficiencia compartía plenamente. (EN ESTO NO MINTIÓ).
Los Duarte y Borge no son los únicos pillos engendrados por la PRIductora de pillos más grande de Latinoamérica; pero son los que Peña Nieto puso como ejemplo de lo que le esperaba a México con el advenimiento de esta “nueva ola” priista.
Han pasado apenas cuatro años desde aquel programa televisivo.
Ahora podemos entender lo que el hombre del copete inconmovible quiso decir en realidad; no anunciaba la llegada de un “nuevo PRI”, sino que gracias al CINE (CIRCO NACIONAL ELECTORAL), TENDRÍAMOS QUE AGUANTAR DE NUEVO AL PRI.
De los tres cochinitos priistas, César Duarte parece encontrarse plácidamente en Parral, (según dicen mis amigos chihuahuenses), cuando lo que debería haberse realizado por parte de Javier Corral, sería una urgente medida de arraigo para que no se escape mientras le integran formalmente la averiguación previa que ya debería estar más que lista para consignarse, si las declaraciones del nuevo gobernador no hubieran sido puras habladas electoreras.
Si hemos de creer al refrán que afirma que “perro que ladra no muerde”, César Duarte no tiene de qué preocuparse, porque Corral se dedicó durante su campaña electoral a vaticinarle un castigo “divino con la misma vehemencia" o más, que Vicentote Fox amenazó a las tepocatas, víboras prietas y alimañas que siguieron tan campantes e impunes, cuando Foximiliano espetó su inolvidable frase del “¿Y YO POR QUÉ?” cuando se llegó la hora de hacer efectivas sus promesas de dizque macho con botas.
El segundo cochinito, Javier Duarte ha aprovechado la licencia que obsequiosamente le extendió la legislatura de Veracruz, para aplicarse a la letra la inmortal canción de Agustín Lara en cuanto dice:
Que Javier Duarte “NACIÓ CON LA LUNA DE PLATA, Y NACIÓ CON ALMA DE PIRATA, Y SE FUE LEJOS DE VERACRUZ…”
¿ALGÚN DÍA HASTA SUS PLAYAS LEJANAS TENDRÁ QUE VOLVER?
La respuesta a la letra de Lara, es que Duarte no volverá a sus playas; al menos, no por su gusto…
Mientras las autoridades “competentes” buscan a Javier Duarte “con la linterna de Diógenes”, Veracruz hoy, es “RINCONCITO DONDE HACEN SU NIDO LAS HORDAS DEL MAL”, como dijera el inimitable Víctor Trujillo (Brozo) en una crítica reciente.
Por su parte, el tercer cochinito y ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, otro de los exponentes del trío dinámico anunciado por Peña Nieto, tambien “se multiplicó por cero” y como decía el Lonje Moco: “nadie sabe; y nadie supo” su paradero.
¿Cómo ha podido aguantar el pueblo mexicano al PRI por más de 87 años de manera ininterrumpida?
Y digo IN-IN-TE-RRUM-PI-DA porque los interinatos de Foximiliano y FECAL no fueron tal alternancia, sino concertacesiones diseñadas a beneficio del gatopardismo en el que todo parece cambiar para que al final, nada cambie.
Así, el PRI sigue experimentando con el masoquismo y la CAPACIDAD COPROFÁGICA de los mexicanos, que llevan casi UN SIGLO DE CONSUMIR HECES POLÍTICAS SIN HACER NI GESTOS; mientras el PAN mide nuestra capacidad de olvido, pretendiendo llevar a la versión totonaca de Hilaria Clinton a Palacio Nacional, en la persona de Margarita Calderón en el 2018.
La Casa Blanca de Peña Nieto en Las Lomas de Chapultepec y la mansión de Videgaray en Malinalco, no son nada nuevo; ahí está el Partenón del Negro Durazo en Zihuatanejo y su grotesca mega mansión de Tlalpan. Ahí está la Colina del Perro, de López Portillo, por señalar algunos de los más ostentosos ejemplos del saqueo y la burla de los saqueadores.
En los últimos tiempos se ha pretendido taparle el ojo al macho con reformas legislativas DESTINADAS A SER GUARDADAS Y HECHAS GUARDAR en sus respectivos cajones, como todas las demás leyes que constituyen el “estado de derecho” que tanto cacarean los gobernantes.
Peña Nieto puede sin embargo, ufanarse de haber alcanzado un resultado del 100% en el proyecto TRES DE TRES.
DE LOS TRES GOBERNADORES que él mismo señaló en aquel programa de “Tercer Grado”, LOS TRES SALIERON auténticamente rateros, corruptos y cínicos.
¿De qué se quejan, si hasta se los avisaron por televisión?
Y dirá el presidente ante este innegable resultado:
¿NO QUERÍAN SU TRES DE TRES?
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