Desde hace unos días se abrió una nueva polémica en el mundo de las letras: el caso de la invitación que recibió el conductor y locutor mexicano Yordi Rosado, por parte del Ayuntamiento de San Luis Potosí, al XII Festival Internacional de las letras 2016.
Pero no es el hecho de haberlo invitado lo que causó enojo sino el pago que recibirá por asistir: 123 mil 200 pesos.
Sin embargo, si leemos un poquito más de cerca resulta que es por concepto de conferencia, no por presentar alguno de sus libros.
Es conveniente tener claras las perspectivas entre aquello que llamamos literatura y la que no lo es.
La literatura responde a conceptos artísticos y sensibles que desarrolla un escritor a través de su vida valiéndose de conocimiento, experiencias e ideologías, de tal manera que las ideas que éste presiente de manera abstracta las plasma en papel de una forma ordenada y coherente con la intención de transmitir, comunicar, todo aquello inasible a otro que espera ser parte de la conversación. Todo esto aderezado por la belleza y la estética que, al conjugar todos los elementos mencionados, logran una obra literaria.
La otra literatura (para no enrollarnos en conceptos la llamaré literatura) que va enfocada al placer efímero del consumo: Dan Brown, con su Código Da Vinci, no aspira al Nobel, sino a llenar un espacio más de entretenimiento.
Con sagas juveniles como Crepúsculo pasa exactamente lo mismo: llegan para ofrecer un producto de entretenimiento (como una serie de televisión, telenovela…) que se presenta en un formato llamado libro.
Libros escritos por autores que no aspiran más que a cumplir objetivos comerciales, no literarios. Su enfoque no es crear sino vender, obtener altas ventas.
De esta manera, cada quién entiende su lugar en esta historia. Los autores que acabo de mencionar no son siquiera competencia para aquél que escribe literatura; es decir, la youtuber Yuya puede sacar a la venta un libro, pero la persona que comprará tal libro no es un lector sino consumidor: está consumiendo un nuevo producto de su figura pública favorita, no un libro como tal.
Así, un consumidor del libro de Yuya, muy difícilmente (en un porcentaje muy menor) estará pensando en otros autores.
Ése consumidor no estará pensándosela entre comprarse algún libro de la serie “Quiúbole con” de Yordi Rosado o El territorio interior de Yves Bonnefoy.
Podrá decirse, y con razón, que la diferencia entre Yuya, Dan Brown y Yordi, es que éste último se vale del entretenimiento fácil para educar, para ser una especie de guía para adolescentes, padres y lo que se nos ocurra (S.O.S Adolescentes fuera de control en la era digital).
En sus libros plasma ideas que él considera necesarias para encaminar a las nuevas generaciones por un camino (moral) del bien, para que no se desvíen de éste.
Aquí cabría hacer una crítica real sobre el autor y sus libros. Cuestionar la superficialidad de sus conceptos que están más apegados a la facilidad de resolver el girar la cabeza a un lado u otro y no a la profundidad del porqué.
Esto implica ir más allá de los conceptos, de lo perceptible: hacerse preguntas fundamentales es entrar al terreno de la profundidad, es perderse en el pensamiento como lo pensó Heidegger, incluso, inventar conceptos a la manera de Deleuze.
Se dirá, pero la función de Yordi no es esa sino el mero entretenimiento embarrado de ideas de resolución fácil, sí, pero el problema es cuando se quieren (alguna vez así se intentó) utilizar sus libros como material de lectura, incluso, de estudio en la escuelas o cuando le pagas una conferencia en un Festival Internacional de las Letras.
Ahí la broma se rompe, porque no es su lugar, no es el medio para “atraer y motivar a los jóvenes a que lean” como lo afirmó la directora de Turismo y Cultura de San Luis Potosí.
No es el dinero, es el lugar. No son los 123 mil 200 pesos por concepto de una conferencia sino el objetivo de la conferencia. No es que no deba cobrar sus conferencias Yordi Rosado, sino que el dinero que se le pagará debería estar destinado al apoyo de los verdaderos hacedores de letras.
Desdeñar la ciencia, la tecnología y la cultura
En el Paquete Económico 2019 se hacen una serie de reducciones al presupuesto de diversas secretarías. Sin embargo, tal...
diciembre 19, 2018Ejercer la crítica
La crítica es un elemento fundamental para el crecimiento individual; sin embargo, si hablamos de sociedades es mucho más...
noviembre 21, 2018Comprar el mundo
Experimentar la libertad. Quererla con nosotros. Desear más allá de los lineamientos que se nos han impuesto. Escapar de...
octubre 12, 2018Una mirada a Juan José Arreola
Hoy 21 de septiembre se cumplen 100 años del nacimiento de Juan José Arreola.
septiembre 21, 2018