“Ya se les va a acabar”

La frasecita de marras les fue dicha a los consejeros del INE por el representante de MORENA, Horacio Duarte.

20 de julio, 2018

Jaime Guerrero Vázquez

La frasecita de marras les fue dicha a los consejeros del INE por el representante de MORENA, Horacio Duarte. El motivo fue la multa de 197 millones de pesos que le impuso ese Instituto por el asunto del ya famoso fideicomiso “Por los demás”, creado según esto para ayudar a los damnificados del sismo del pasado 19 de septiembre. Según las autoridades electorales, el fideicomiso se utilizó como un mecanismo paralelo para financiar a dirigentes y operadores del partido. Es decir, hubo un doble engaño: se timó a la gente y se trató de timar al INE. Vaya cosa en el partido de la honestidad.

El asunto caló hondo entre los propios consejeros que, a decir de la prensa, se acusaron de defender o tratar de dañar al partido más honesto del mundo y sus alrededores. Duarte también acusó a los consejeros de tratar de dañar a su partido. Seguramente, el controvertido tema se resolverá en el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación. Más allá de estos señalamientos, se entiende por qué Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha contestado tan exaltadamente ante la acusación. De proceder la multa se estaría mostrando que el partido que ganó las elecciones es básicamente igual que los otros. Se entiende que se exalte, pero no debió hacerlo. AMLO no acaba de comprender que ya no es el candidato de su partido, sino virtualmente el siguiente presidente de México. ¿Para qué meterse en este asunto? De cualquier forma, los votantes han hecho oídos sordos a cualquier acusación contra el partido o el candidato ganador, sea cierta o no.

Pero hay un más allá de este asunto y es el preocupante uso de la frase: “ya se les va a acabar”. ¿A quién se le va a acabar?, ¿qué se les va a acabar? La frase es una amenaza y adelanta una actitud y una posible persecución. Que se haga justicia en contra de policías, soldados, marinos, funcionarios o ciudadanos que delinquieron de una u otra forma es correcto, pero no como un acto de venganza, sino de aplicación de la justicia. Con pruebas reales, no con el corifeo de las acusaciones de aquellos que son políticamente correctos.

Pero la frase se escucha una y otra vez, incluso es usada por las personas que no ocupan algún cargo público o partidario. La usan quienes votaron y creen en López Obrador contra aquellos que suponen no lo hicieron, ya sea por su color de piel (ya hubo un caso así) o porque aparentan una situación socioeconómica más desahogada. Lo curioso del caso es que las estadísticas conocidas de la elección muestran que el mensaje morenista caló en toda la República y en todos los sectores sociales, así que es difícil saber a simple vista quien votó o no por AMLO o quien es un morenista convencido o no. Pero la frase es preocupante y lo es más por el hecho de que está siendo usada por funcionarios del partido ganador o consejeros pro-AMLO. ¿No debían ser ellos los primeros que pusieron el ejemplo de reconciliación?, ¿o eso también es como el fideicomiso?

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