Topo Chico, las muertes sin importancia

La muerte de 49 reos y las graves heridas infligidas a 12 más, ocurridas en el penal de Topo Chico...

16 de febrero, 2016

La muerte de 49 reos y las graves heridas infligidas a 12 más, ocurridas en el penal de Topo Chico, han servido a la clase política que milita en partidos para criticar con fuerza a un personaje que les es incómodo: Jaime Rodríguez, alias “El Bronco”. PRI, PAN, PRD y MORENA, en la voz de la inefable Yeidckol Polevnsky, culparon al gobernador independiente de Nuevo León por lo ocurrido. Ni uno solo de los acusadores se fue al fondo del asunto (la imposible vivencia en los penales mexicanos) y el drama humano que representa la muerte de 49 personas, privadas de todos sus derechos, incluso el de la vida.

Algunas de las lecturas en redes sociales sobre los hechos del 11 de febrero pasado parecen revelar un país hipócrita y malvado: decenas y decenas de mensajes alegrándose de la muerte de la “escoria”, la “canalla”, los “asesinos”. Muchos tomando partido a favor del gobernador Rodríguez como si este deliberadamente hubiera propiciado el desgraciado evento. Este es un país que se conmueve por 43 estudiantes desaparecidos, pero no por la desaparición de otros cuatro jóvenes en Tierra Blanca o por los cientos de migrantes asesinados y enterrados en tumbas anónimas.  ¿Cómo entender este doble rasero?

En todo esto, el gobierno federal apenas si abrió la boca y sólo para reconocer que hay un grave problema de sobrepoblación y hacinamiento en todas las cárceles del país. Omitió decir un hecho más grave: la mezcla de reos de alta peligrosidad con otros que llegaron a prisión por delitos considerados no graves. Los cárteles han trasladado la lucha por el control hacia el interior de las cárceles y depredan a otros reos. Adicionalmente, los prisioneros más poderosos controlan las cárceles y gozan de una serie de privilegios. La fuga del “Chapo” Guzmán puede entenderse en este contexto.

Sólo la Comisión Nacional de Derechos Humanos avisó que iniciaría una investigación de oficio por los hechos. A este aviso se sumó Juan E. Méndez, Relator de la ONU, quien ha exigido una investigación completa e imparcial sobre lo ocurrido. Pero como una bendición ha ocurrido la visita del Papa Francisco, que tenderá a sepultar este asunto en el que “sólo” perdieron la vida delincuentes. Nada que lamentar, de acuerdo a la visión que prevalece en algunos sectores de la sociedad desde los tiempos de Felipe Calderón (¿o ya desde antes?).

De lo sucedido en el penal de Topo Chico el gobernador Rodríguez tiene una grave responsabilidad, pero no es el único. El Estado no ha sabido ni querido actuar para resolver el problema de cárceles inhumanas en donde se pierde la vida o la dignidad. Este es el tema detrás de Topo Chico. 

Comentarios






Más de categoría

Ayotzinapa: vivos se los llevaron, vivos los queremos

Desde que este triste caso de desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa comenzó, el ahora...

septiembre 27, 2019

Guerra sucia y guerrilla

Ahora que se ha puesto sobre la mesa el tema de la guerrilla en México, cabe hacer algunas reflexiones,...

septiembre 23, 2019

Crónicas del año cero (XXXII): El fin del capitalismo

El fin del capitalismo ha sido sentenciado muchas veces en la historia; desde Marx hasta Chávez y Maduro, se...

septiembre 3, 2019

¿La oposición debe pelearse con López Obrador?

Cada mañana (y durante el resto del día), el presidente López Obrador lanza puyas, mentiras, exageraciones y tergiversaciones, mezcladas...

agosto 30, 2019