Después del segundo debate es claro que el nivel de los candidatos no está a la altura de lo esperado. Igualmente, es evidente que, a pesar de sus claras limitaciones, López Obrador sigue de puntero. A la par de las campañas serias (es un decir), circulan una serie de rumores más interesantes que los ataques que se dedican los competidores. El primero de estos rumores se refirió a la campaña de Margarita Zavala. Días antes de su declinación, medios y columnistas afirmaban que pasaría lo que finalmente sucedió. Algunos de sus colaboradores señalaron que la campaña ya no daba de sí, sin recursos y sin un horizonte medianamente bueno, no tenía caso seguir. Ahora, el rumor es que le retiraron el apoyo financiero, pero además sus fuentes de dinero la están obligando a sumarse a la campaña de Anaya. En este sentido, se espera que en estos días la excandidata haga público su apoyo al candidato panista.
Por otro lado, en varios círculos se dice que la competencia por el segundo lugar está allanándole el camino a López Obrador, sugiriendo que ya es hora de que uno de los dos se haga a un lado, pero ¿cuál? En este supuesto, lo lógico es que Anaya permaneciera y Meade declinara, pero hay un problema con el queretano: le sigue pesando la sombra de que realizó operaciones que pudieran haber derivado en un lavado de dinero. Un fuerte escándalo cerca del día de la votación podría eliminarlo de la competencia. Hay una razón más: no parece haber acuerdo de impunidad si el panista gana la Presidencia de la República. Esto lo hace un político muy incómodo para el tricolor. Con todas las amenazas que ha proferido en contra de los priistas, no sería extraño que varios de ellos terminaran en la cárcel por reales o supuestos delitos. En síntesis, Anaya es una opción frágil y desconfiable. Que renuncie el ex joven maravilla en favor de Meade podría ser un acto inútil dada la ventaja que le lleva López Obrador y, por cierto, no se le ven ni tantitas ganas de hacerlo. No volteó de cabeza al PAN para abandonar la contienda a esta altura. De cualquier forma, el rumor puede estar presionando al equipo de Meade.
Un tercer rumor tiene que ver con lo anterior. Se dice que más cerca de la votación, se procederá legalmente contra Anaya. La declaración de hace unos días de Claudia Ruiz Massieu tachando de pillo al candidato panista puede hacer pensar que el gobierno federal está dispuesto a dar ese paso. La verdad es difícil que esto suceda, lo más probable es que el asunto se siga manejando como hasta ahora, como una espada de Damocles.
Andrés Manuel López Obrador no se ha salvado de los rumores. De nueva cuenta se dice que está enfermo y que este asunto es serio. ¿Cuál sería la idea de este rumor? Aparentemente que los votantes rechazaran la idea de inclinarse por alguien que no goza de buena salud.
Los rumores están a la orden del día; algunos se harán realidad, otros sólo son instrumentos de amedrentamiento y llevan la intención de sembrar confusión. Lo cierto es que parecen estar causando más merma en Anaya y Meade que en López.
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