1.- Una de las primeras cosas que se dice acerca de las acciones de López Obrador es que hay que darle el beneficio de la duda. Pero el beneficio de la duda se da a quien no se conoce y llega hablando de buenas intenciones. En el caso del estrenado presidente de la República no se le puede dar ese beneficio simplemente porque se le conoce en demasía. Si alguna virtud destaca de AMLO es la simpleza de su espíritu. Lo que ves es lo que es. Los numerosos analistas que esperan un hombre diferente están a un palmo de llevarse un chasco.
2.- A veces las frases de un discurso revelan lo que hay detrás de las personas. Ese es el caso de algunas de las frases del presidente López Obrador. Dijo en el Zócalo: “yo ya no me pertenezco, yo ya soy de ustedes, soy del pueblo de México.” En el terreno discursivo, lo dicho se parece a muchas de las cosas que decían los presidentes mexicanos emanados del PRI: demagógicas y absurdas. En el terreno psicológico, la frase de marras es una delicia para analizar. En el terreno político, puede traducir en: si él es el pueblo, el pueblo es él. Y si el pueblo es él, todo lo que el haga lo hace el pueblo. Grave.
3.- En ese primer día, aseguró que acabará con la corrupción y la impunidad, “pero sin entrar a una dinámica de fractura, conflicto y confrontación.” Se dijo partidario del perdón y la indulgencia. En una palabra, prometió borrón y cuenta nueva. ¿Hasta dónde llegará ese borrón y cuenta nueva? Se sabe que es una especie de amnistía de facto para políticos, pero la pregunta es si también a los narcos y criminales a los que ofrece paz a cambio de que se porten bien los incluye. De un solo plumazo la Presidencia se convirtió en reinado, el rey tiene derecho a ignorar la ley porque el Estado es él. Grave.
4.- Pero tal vez la frase más preocupante fue: “bajo ninguna circunstancia habré de reelegirme.” ¿Por qué la afirmación si la ley es muy clara al respecto? No hay reelección presidencial y ese ha sido el espíritu y la letra desde 1917. Si la República maltrecha tiene unas bases que aún permanecen, la no reelección es una de las más firmes. Sólo alguien que ha pensado largamente en la reelección es capaz de soltar una frase así. Grave.
5.- “No tengo derecho a fallar” es una frase tremenda. Todos los seres humanos (y los que viven en la estación espacial) son susceptibles de fallar, es algo que viene con la humanidad. Negarse a fallar es una manera de decir que no se admitirá haber fallado y también que no permitirá que nadie se lo diga. López Obrador es más que humano. Grave.
El dinosaurio (y otras especies) siempre asoma la cola. En medio de los buenos propósitos, las buenas propuestas y las frases emotivas (es un decir), algunas frases delatoras cuentan una narración distinta. Sería bueno anotar en la memoria todas las frases de analistas, intelectuales, periodistas, cineastas y actores que saludan con gusto la nueva época, para que en seis años se las recuerden a sus autores. La realidad nunca tiene piedad.
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