La guerra electoral no empezó, ya lleva rato

Si alguien suponía que una vez pasadas las elecciones del pasado junio la atmósfera política encontraría un tiempo...

10 de julio, 2017

Si alguien suponía que una vez pasadas las elecciones del pasado junio la atmósfera política encontraría un tiempo de sosiego, se equivocó. Aunque no hay todavía resultados últimos de los comicios, todo hace prever que Coahuila y el EDOMEX serán para el PRI y eso ha afectado al PAN y al PRD, que esperaban que Ricardo III (PRI) se desmoronara.

Adicionalmente, la tensión por los resultados pasados se ha entrelazado con la tensión del futuro, es decir del 2018, lo que ha echado por la borda toda posibilidad de entendimiento entre los partidos. No parece haber espacio para los acuerdos, incluso los urgentes o necesarios. Uno de los terrenos más afectados es el Congreso de la Unión, del que se esperaba convocara a un periodo extraordinario para definir una serie de asuntos relevantes entre los que se encuentran:

Nombramiento del Fiscal General de la República.
Nombramiento del Fiscal Anticorrupción.
Nombramientos de 18 magistrados.
Ley de Seguridad Interior.
Mando Mixto.
Reforma contra robo de combustibles.

Ahora que al parecer no habrá periodo extraordinario, los partidos en el Congreso comenzaron la guerra por echarse la culpa unos a otros. En condiciones normales, el PRI siempre termina siendo el inculpado, pero ahora el tricolor ha disparado primero y ha apuntado que el PAN desea negociar los resultados electorales a cambio de la discusión y aprobación de los temas arriba señalados. Por supuesto, PAN y PRD han contestado que no hay condiciones para que se celebre un periodo extraordinario y culpan al Revolucionario Institucional.

A pesar del esfuerzo del PAN-PRD-MORENA, el PRI ha logrado colocar en los medios de comunicación que son sus partidos adversarios, los que no permitirán que haya un periodo extraordinario en este mes, ni se ven posibilidades para que se haga en agosto. Ello a pesar de que dichos medios y algunos analistas políticos, siguen a la expectativa de que se puede convocar a dicho periodo.

Los que también siguen presionando para que se realice este periodo son sectores privados, como la COPARMEX por ejemplo, y los grupos ciudadanos que han impulsado la lucha contra la corrupción. Para estos grupos de la sociedad es impostergable que se eche a andar el sistema anticorrupción, con fiscal anticorrupción y magistrados incluidos. Hasta ahora, no culpan a ningún partido en específico, pero señalan al conjunto de la clase política en falta.

El PAN y el PRD no han logrado explicar cabalmente su renuencia a convocar a un periodo extraordinario y parece razonable suponer que en el fondo hay razones electorales y de interés de corto plazo. Sin embargo, pasado el 19 de julio, fecha en que se iniciaría el trabajo del Sistema Nacional Anticorrupción, todos los partidos tendrán que asumir los costos políticos de su estrategia de guerra electoral anticipada.

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