La democrática estupidez

Tal vez la estupidez humana ha sido una constante a lo largo de la historia y actualmente no es mayor ni menor...

9 de marzo, 2017

Jaime Guerrero Vázquez

Tal vez la estupidez humana ha sido una constante a lo largo de la historia y actualmente no es mayor ni menor que en otras épocas, pero lo que sí debemos reconocer es que los medios de comunicación y las redes sociales le han dado a la estupidez un escaparate en verdad grande. Si alguien cree que la estupidez es exclusiva de los políticos no tiene más que pasearse por Twitter y darse cuenta de que está bien repartida entre todos los seres humanos sin distinción de clases sociales o niveles educativos.

La estupidez puede estar ligada a la ignorancia, los prejuicios o la mala leche, pero lo cierto es que nunca es inofensiva. Casi siempre está ligada a la canallada. Las estupideces no siempre son dichas por estúpidos; hay algunas que son emitidas por gente que navega con bandera de inteligente. En esos casos, suele estar asociada a profundos (o evidentes) odios. Los políticos son, por supuesto, los más propensos a mostrar la estupidez en público dado el alto grado de exposición mediática.

Un ejemplo de esto lo dio el eurodiputado Janusz Korwin-Mikke, un polaco que ahora ha alcanzado notoriedad mundial gracias a la siguiente estupidez, dicha en el pleno de la Eurocámara: “las mujeres deben ganar menos dinero que los hombres porque son menos inteligentes”. ¿Y cuál es su parámetro para decir tamaña estupidez? El hecho de que no hay una sola mujer entre los 100 mejores jugadores de ajedrez del mundo. Inefable.

Pero en todas partes se cuecen habas. Ben Carson, secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano de Trump y único afroamericano del gabinete acaba de lanzar una perla en verdad pesada y grande. Aseguró que: “Hubo inmigrantes que vinieron aquí en el fondo de los barcos de esclavos, trabajaron aún más, incluso más duro, por menos… Pero ellos también tuvieron el sueño de que un día sus hijos, hijas, nietos, nietas, bisnietos, bisnietas podrían perseguir prosperidad y felicidad en esta tierra”. Para él, los esclavos eran migrantes y “llegaron” persiguiendo el “sueño americano”. Como para despedirlo de inmediato. Qué decir del legislador brasileño que, ante la situación de falta de recursos del Estado y la debilidad de la economía, sugirió que los pobres podrían “no comer todos los días”[1]. Un vicio eso de querer comer diario.

A veces la estupidez viene acompañada de desfachatez, como la del secretario de Trump, John Kelly, quien declaró que considera aplicar la medida de separar a los inmigrantes indocumentados de sus hijos, cuando se detecte en la frontera que entraron ilegalmente a territorio estadounidense. Esto sería para disuadir la entrada ilegal a Estados Unidos y atacar el tráfico de personas.

¿Y qué se dijo respecto a esta estupidez canalla? El canciller Luis Videgaray expresó “la preocupación de México por la posibilidad de que Estados Unidos separe de sus hijos a las mujeres que crucen ilegalmente hacia ese país.” ¿Están un poquito preocupados?, ¿acaso muy preocupados? Pero ¿qué dijeron Margarita Zavala y Andrés Manuel López Obrador al respecto, ambos de visita en los Estados Unidos? Ni una palabra sobre el tema. Por lo que se ve, también hay estupidez por omisión y oportunismo.

[1] https://www.nytimes.com/es/2017/03/06/los-lideres-en-brasil-promueven-la-austeridad-pero-no-para-ellos/?em_pos=small&emc=edit_bn_20170306&nl=boletin&nl_art=0&nlid=71252321&ref=headline&te=1

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