El estilo personal de gobernar: la ambigüedad

Existen políticos que son ambiguos por impericia o falta de decisión.

9 de agosto, 2018

Existen políticos que son ambiguos por impericia o falta de decisión. Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no es de esos; él maneja la ambigüedad como un hábil maestro. En temas como el nuevo aeropuerto, las reformas energética y educativa ha dicho una cosa y luego otra distinta. Por ejemplo, en la reunión con los ingenieros, los exhortó a que estudiaran cuál de las tres opciones que les presentó era la mejor. ¿Sería una sorpresa que los ingenieros, entre los que se encontraba Carlos Slim, le dijeran que lo mejor es concesionar el nuevo aeropuerto a la iniciativa privada (Slim y compañía)? Seguramente no y con esto tendría una coartada perfecta para decir: ellos así lo propusieron. ¿Significa esto que AMLO no hará una encuesta para preguntar sobre el nuevo aeropuerto? Podría ser, pero no es seguro porque la ambigüedad es su lenguaje favorito.

Es cierto que todos o casi todos los políticos adecuan su discurso a sus audiencias, pero en el caso de López Obrador este manejo llega a niveles de maestría. De todo esto y más dio muestras en el arranque de los foros “Por la paz y la reconciliación nacional” que vieron la luz en Ciudad Juárez, Chihuahua, con la presencia obsequiosa del gobernador Javier Corral, quien, como Toño Esquinca, paso de crítico a respetuoso fan.

Hay que decir que, si la forma es fondo, no se entiende que AMLO haya sido presentado como presidente electo, cuando hasta hoy es que le darán ese carácter. Se dirá que fueron menos de 24 horas, pero es muy significativo: lo que vale es su deseo, no las instituciones. La inauguración tuvo el tufillo de todos los foros: muchas palabras que se han escuchado antes, pero que hay dudas de que se pueda llegar a algo. Como quiera que sea, algunos de los asistentes rompieron el protocolo y lanzaron sus consignas y exigencias, mismas que se pueden resumir en vivos y vivas se los y las llevaron, vivos y vivas los y las queremos. También el reclamo de justicia para las víctimas.

En varios momentos, los representantes del casi presidente electo recalcaron que la amnistía sólo era para quienes no habían cometido más que delitos no graves y que de ninguna manera se podría traducir en un pacto con el crimen. También se dijo que las medidas aisladas no eran suficientes por más importantes que fueran, sino que había que hacer una política integral anticrimen que tenga como centro a las víctimas. Todo esto fue correcto y debió decirse, pero también es justo señalar que esto ya se ha dicho antes con Calderón y Peña, casi palabra por palabra.

Por otra parte, el discurso de apertura de AMLO fue descuidado, hablando de una serie de vaguedades históricas que a las muchas víctimas del crimen en Chihuahua no interesaban en ese momento. Hablando de que la campaña electoral ya había pasado y que eran tiempos de unidad y de perdón. Cerró con un llamado al perdón, pero no al olvido. La pregunta es: ¿qué significa esto para las víctimas y para quienes buscan justicia? Por lo demás, el que perdona, pero no olvida, en realidad no está perdonando. Sólo aguarda.

 

Comentarios






Más de categoría

Ayotzinapa: vivos se los llevaron, vivos los queremos

Desde que este triste caso de desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa comenzó, el ahora...

septiembre 27, 2019

Guerra sucia y guerrilla

Ahora que se ha puesto sobre la mesa el tema de la guerrilla en México, cabe hacer algunas reflexiones,...

septiembre 23, 2019

Crónicas del año cero (XXXII): El fin del capitalismo

El fin del capitalismo ha sido sentenciado muchas veces en la historia; desde Marx hasta Chávez y Maduro, se...

septiembre 3, 2019

¿La oposición debe pelearse con López Obrador?

Cada mañana (y durante el resto del día), el presidente López Obrador lanza puyas, mentiras, exageraciones y tergiversaciones, mezcladas...

agosto 30, 2019