El emperador está desnudo, pero el pueblo es ciego (cuatro apuntes)

Es claro que Andrés Manuel López Obrador no le debe su triunfo a Elba Esther Gordillo, como tampoco se lo deben Fox, Calderón o Peña Nieto.

7 de septiembre, 2018

Jaime Guerrero Vázquez

1.- Es claro que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no le debe su triunfo a Elba Esther Gordillo (EEG), como tampoco se lo deben Fox, Calderón o Peña Nieto. De acuerdo a estadísticas y a estudios, el poder electoral del sindicato nunca ha rebasado el 3% en ninguna entidad. Ni siquiera Felipe Calderón, quien ganó con medio punto, le debe su triunfo. En 2006, ahí donde el magisterio era fuerte, se votó más por López Obrador. Así, pues, ¿qué le debe el político tabasqueño a quien fuera cacique del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)? Hay evidencias que el mucho o poco poder de Gordillo se volcó a favor de la candidata de MORENA al Estado de México, Delfina Gómez, pero eso no le alcanzó para ganar. Se dice que en la elección presidencial pasada también apoyó al ahora presidente electo, pero es claro que no lo necesitaba en realidad, entonces, de nuevo, ¿qué le debe López Obrador a Elba Esther?

2.- Lo bueno del emperador es que anda desnudo; lo malo es que el pueblo está ciego y, a diferencia del cuento de hadas de H. C. Andersen, no habrá burlas hasta que sea demasiado tarde. El pasado 27 de mayo, López Obrador dijo que de llegar a la Presidencia terminaría con el cacicazgo en el sindicato petrolero, ahora, en referencia a EEG, señaló que será respetuoso de los asuntos internos de los sindicatos. Hay líderes buenos (los incondicionales) y malos (los que apoyan a los opositores). Pero AMLO dijo más el día de ayer, habló de que respetaría el derecho de Gordillo a participar y ante Peña Nieto, aseguró que cancelará la reforma educativa. Esta declaración es casi una calca de la que dijo la ex líder, quien prácticamente habló de regresar a la vida sindical y señalar que la reforma educativa se derrumbó. Es claro que el presidente electo no tiene respeto por las formas, él no puede “cancelar” la reforma educativa, aunque puede ordenar a su bancada que lo haga, en cuyo caso estaría traicionando (una más) su palabra de que no iba a dar línea a diputados y senadores de su partido, amén de que iba a consultar si permanecía la citada reforma. Ante estas cosas, cómo creer que la salida de una y otro y los contenidos discursivos son coincidencias.

3.- Durante un tiempo, EEG fue una leal militante priista y una pieza importante del presidente en turno, pero el tiempo le enseñó que no debía confiar en nada ni en nadie. Esto significa que AMLO y ella son compañeros de camino, pero no tienen la misma agenda. La otrora poderosa líder tal vez aspira a que el SNTE regrese a los viejos tiempos, pero seguramente tiene claro que el presidente electo es un hombre que no cederá el control de los recursos y de los programas del magisterio. Algún día disputarán, pero mientras ese tiempo no llega tienen un interés común.

4.- Es posible que EEG ofrezca a AMLO la posibilidad de controlar al sindicato de maestros, lo cual no es poca cosa en el esquema de gobierno que está planteando. Por otro lado, le ofrece que, al menos por un tiempo, sus enemigos serán los de ella. Esto tampoco es menor. ¿Este regreso le costará en imagen a López Obrador? Es poco probable, para los analistas y periodistas que no comulgan con las ideas del presidente electo, la llegada de Elba sólo les confirma sus peores temores. Nada nuevo. Los seguidores del líder tabasqueño encontrarán la forma de disculparlo. Para el grueso de la población el asunto no tiene importancia. Para el grueso del magisterio significa poner fin a las molestas evaluaciones.

Comentarios