El Clan de los Independientes

¿Qué tanto influirán los candidatos independientes en la elección presidencial de 2018?

22 de septiembre, 2016

Jaime Guerrero Vázquez

¿Qué tanto influirán los candidatos independientes en la elección presidencial de 2018?, ¿podría uno de ellos hacerse con la Presidencia de la República?, ¿a quién le quitarán votos? Estas son algunas preguntas que no tienen respuesta certera, pero hay muchas especulaciones.

De acuerdo a las encuestas, hasta ahora los independientes no representan un nivel de competitividad importante, pero hay dos factores importantes: tienen capacidad de crecer con una buena campaña y, aun perdiendo, pueden influir en quien sea el ganador. Esta percepción es compartida por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien ataca a Jaime Rodríguez, alias El Bronco, por el peligro que representa para su candidatura. En efecto, los dos estilos se parecen, al menos en lenguaje. El Bronco podría restarle votos importantes al tabasqueño.

Una encuesta del 21 de junio pasado (El Financiero) indica que Jaime Rodríguez y Pedro Ferriz de Con están a la cabeza de los independientes. Los siguientes lugares serían para Denise Dresser y Jorge Castañeda. Una actualización de esta medición, pone a Dresser delante de Ferriz y atrás de Rodríguez. En cualquier caso, los cuatro son los posibles candidatos independientes más conocidos. Por supuesto, hay otros nombres que se mencionan: Juan Ramón de la Fuente y Emilio Álvarez Icaza, sin embargo, estos no han definido sus aspiraciones. Según la encuesta de marras, para el 40% de los encuestados, los candidatos sin partido no son atractivos. Su público estaría entre los votantes más jóvenes.

En las aspiraciones de los independientes hay una consideración pertinente que ha hecho una y otra vez Jorge Castañeda: lo ideal sería que hubiera un solo candidato independiente que fuera apoyado por los demás; un solo aspirante que confrontara a los representantes de los partidos. Es probable que Castañeda esté pensando en él mismo para ser ese candidato, pero la pregunta es si alguno de ellos estaría listo para hacerse a un lado. Por ejemplo, ¿Dresser y Castañeda se harían a un lado para que Rodríguez fuera el único candidato independiente? Parece difícil, lo que lleva a pensar que los independientes padecen el mismo mal de los candidatos de partido: se suponen imprescindibles, poseedores de un mensaje valioso y único. ¿O no?

Por si fuera poco, hay la posibilidad de que si Margarita Zavala y Miguel Ángel Mancera no se hacen con las candidaturas del PAN y del PRD, respectivamente, se lancen como independientes. Por supuesto, en este camino ninguno querría ceder su candidatura a otro. En parte, Castañeda tiene razón, varios candidatos independientes harían perder en gran parte el efecto antipartido buscado y podrían dividir el voto a favor de los independientes, allanando el camino al voto duro de los partidos.

Ahora bien, los candidatos independientes no representan lo mismo, pero tienen un obvio punto en común: consideran que el establishment partidario ya no puede cambiar al país positivamente, entrampado como está en la corrupción y la impunidad. Ha llegado a una especie de límite, un techo de cristal. Con matices, esta es su principal crítica y la fuente de sus propuestas. Lo demás, no está del todo claro. El Bronco ha dicho que buscará 300 personas que “se la jueguen” en los distritos electorales y lo acompañen como candidatos al Congreso. Es una decisión de logística, pero no dice mucho más acerca de su proyecto como presidente de la Nación.

De estos cuatro posibles candidatos independientes, Dresser y Castañeda son quienes han desarrollado más sus ideas, coincidentes en muchos puntos. Ambos ponen énfasis en la lucha contra la corrupción y el respeto a los derechos humanos. Este último tema, por ejemplo, preocupa menos (o nada) a Rodríguez. Ferriz, por su parte, se ha centrado en críticas al gobierno presente y poco a las propuestas. Parece más un adversario del PRI que de la partidocracia.

Es claro que no son tiempos legales de desarrollar ideas para una eventual candidatura, pero estos cuatro personajes ya están dedicados a promocionarse, como lo hacen los aspirantes con partido. Los retos de los independientes son muchos, empezando por los recursos económicos y el acceso a los medios de comunicación. Pero no están sólo ahí los obstáculos. Tendrán que luchar por demostrar que son políticos de diferente laya a los que trabajan para sus partidos, que sus propuestas son viables y que poseen la suficiente capacidad para gobernar a un país como este.

Si no logran esto, su valor será solamente testimonial.

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