Echando gasolina al fuego

¿Previó el gobierno el tamaño del enojo por la liberación de los precios de la gasolina?

4 de enero, 2017

¿Previó el gobierno el tamaño del enojo por la liberación de los precios de la gasolina? Si no lo previó, malo; si lo previó, no lo parece, a juzgar por las explicaciones oficiales provenientes de los funcionarios y del PRI. Por lo pronto, el tema está convertido en un baile de máscaras, en un río revuelto con muchos pescadores que están tratando de sacar ganancia.

1.- Hace mucho tiempo que se sabía que el subsidio a las gasolinas era un lastre para las finanzas públicas y beneficiaba sobre todo a los deciles superiores de la población. Desde el inicio del actual gobierno fue claro que existía la intención de eliminarlo. Por supuesto, el gobierno federal esperaba que las condiciones fueran otras. Todos los partidos y buena parte de los analistas conocían esto. Ahora, los partidos opositores fingen que ignoraban cuáles serían las consecuencias de la medida y tratan de endilgar toda la culpa a la administración de Peña Nieto.

2.- Cuando la oposición le pide al gobierno, en especial a Peña Nieto, que dé la cara está obviando que ya lo hizo. No sólo él, sino otros funcionarios más, destacadamente el secretario de Hacienda, José Antonio Meade. El problema es que las explicaciones técnicas en un momento de agitación política son inútiles. Sí han dado la cara, pero de nuevo lo han hecho mal.

3.- Tratar de convencer que las medidas no tendrán un gran impacto sobre la vida económica del país es una mala jugada, perdida de antemano. El aumento de las gasolinas, combinado con el de la electricidad y el gas LP, además del incremento de los salarios mínimos provocará una inflación en cascada. La OCDE ya ha salido a decir que, con estos aumentos, México se convierte en el país con mayor inflación de la organización. El mismo gobierno de la CDMX anunció que revisará al alza las tarifas del transporte público y seguramente muchos otros estados también lo harán.

4.- Los medios están magnificando las manifestaciones de protesta. Publican titulares anunciando que hay cierres de carreteras, tomas y bloqueos de estaciones de gasolina y manifestaciones en varios estados. En realidad, las protestas han sido mínimas hasta ahora. En la protesta en el Ángel del domingo pasado había 300 personas, las tomas y bloqueos de instalaciones han sido con algunas decenas de personas. No hay miles saliendo a las calles para protestar…todavía. Adicionalmente, la mayoría de los protestantes pertenecen a organizaciones con intereses económicos (camioneros, concesionarios, taxistas) que buscan presionar a las autoridades para que les permitan aumentar las tarifas. Otros protestantes son viejos conocidos que aprovechan cada error o situación para tratar de sacar alguna ventaja política. Por el momento, las “masas” no los están acompañando en su protesta.

5.- Sin embargo, más allá de las exiguas protestas infladas por la prensa, lo cierto es que la medida ha caído mal. Si Peña hablaba de un mal humor social, este ha subido de tono rápidamente. Una cosa es que por el momento la gente no salga a protestar a las calles y otra suponer que no están molestos por el aumento.

6.- Sobre la escasez de gasolina en varios lugares de la República, hay que señalar que muy probablemente se debió a una acción de acaparamiento. Si el gobierno federal no fuera tan débil, los acaparadores estarían tras las rejas o pagando altas sumas en multas. El gobierno ya no da para eso.

7.- La iniciativa privada de lujo (COPARMEX, CANACINTRA, etc.) se dice preocupada por la situación y plantean una serie de medidas. En realidad, detrás de toda esa “preocupación” hay un mensaje: quieren menos impuestos y un gobierno todavía más reducido. La ley de la selva.

8.- En paralelo a las noticias de las alzas en las gasolinas, la prensa, especialmente ciertos medios, manejaron los dispendios de la clase política (bonos, viajes, etc.). Bien hecho. La imagen es de una clase política insensible a los problemas de los ciudadanos de a pie.

9.- Da tristeza el presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, cuando afirma que los aumentos no afectarán al PRI en las elecciones. En Coahuila, el PRI está dividido y en Nayarit hay el riesgo de perder los comicios. ¿Caerá también el PRI en el Estado de México? Es posible. Es una burla de Ochoa decir que no afectará. Al menos le debe a sus compañeros de partido decir la verdad e impulsar medidas compensatorias.

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