De cómo destruir al PAN (desde adentro)

Unas semanas antes de las pasadas elecciones del 4 de junio, varios analistas aseguraban que el único partido...

8 de junio, 2017

Jaime Guerrero Vázquez

Unas semanas antes de las pasadas elecciones del 4 de junio, varios analistas aseguraban que el único partido que en la contienda federal del 2018 podía hacerle frente a MORENA era el PAN. López Obrador se veía imbatible y el PRI sin posibilidad alguna de remontar su mala imagen. Los resultados electorales y la forma en que los partidos y sus representantes se comportaron parecen estar redefiniendo las percepciones. Este proceso de redefinición todavía no concluye, pues los procesos electorales no han terminado formalmente, pero los datos con los que se cuenta permiten hacer algunas aproximaciones.

El PRI se ha recuperado un poco merced a sus triunfos aparentes en el Estado de México y Coahuila. Fue el partido que más votos obtuvo en las cuatro elecciones, 2.65 millones. No está mal, pero no le alcanzará en una competencia nacional. El segundo lugar fue MORENA, con 2.50 millones de votos en los cuatro estados en disputa. Estos números no sólo lo ponen en la competencia, sino que lo convierten en la organización a vencer si tomamos en cuenta su influencia creciente.

El PAN quedó en el tercer sitio con 1.84 millones de votos. En estos números hay que considerar el cuarto lugar de Josefina Vázquez Mota en el EDOMEX y el riesgo de perder Coahuila. Estos resultados han dado como resultado una especie de escaramuza verbal entre los tres más prominentes aspirantes panistas a la candidatura presidencial: Ricardo Anaya, Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle. Zavala abrió fuego contra Anaya: “Es el gran responsable directo [de la derrota en el Estado de México], él sacrificó las posibilidades de éxito del PAN pensando solo en sí mismo y en sus ambiciones”[1]. Pero, ¿en qué forma pudo el dirigente nacional del panismo ser el gran culpable? Según la ex primera dama: “El PAN se está debilitando como la opción real de cambio para el 2018”.[2] En otra entrevista fue más allá: urgió al líder blanquiazul a acelerar los tiempos del partido y definir a más tardar en un mes a su abanderado presidencial. Es decir, [3]acelerar los tiempos partidarios, como lo hizo Felipe Calderón en su momento.

En realidad, las palabras de Zavala no tienen contenido. Si el PAN no fuera una opción real, ¿cómo es que ganaron Nayarit y Veracruz y están en la pelea en Coahuila? El cuarto lugar en el EDOMEX es difícilmente achacable a Anaya. Más bien fue el resultado de una serie de factores: mala campaña de Vázquez Mota, buena campaña de Juan Zepeda y una polarización del proceso entre los dos punteros, Gómez y del Mazo. ¿Dónde entra Anaya en todo esto? El problema, por supuesto, no es la acusación en sí, sino que es tan insostenible que desnuda (es un decir) las intenciones de Zavala. Es un ataque burdo y, lo peor, rudeza innecesaria. Moreno Valle ha sido más inteligente y sin entrar en culpas, señaló que el ejemplo a seguir es Nayarit, donde se dio una alianza con el PRD y otras fuerzas. La respuesta de Ricardo Anaya fue que sus adversarios no están en el PAN y que él está enfocado en defender los triunfos de su partido. Con esto, no sólo queda aislada Zavala, sino que Anaya y Moreno Valle lucen como unos políticos que saben esperar y quieren construir su candidatura.[4]

La agresiva estrategia de Zavala, posiblemente producto de un silencio mediático de semanas, puede no ser lo que necesita el PAN en estos momentos, a saber: unidad, capacidad de fijar un procedimiento con reglas y tiempos bien definidos para la elección del candidato y explorar la posibilidad de una alianza con otras fuerzas. En contrario, la ex primera dama podría equivocarse con el tono de su reclamo y lograr dos cosas: eliminarse como una aspirante válida y enrarecer el ambiente dentro de su partido hasta dividirlo y alejar las posibilidades de triunfo frente a MORENA.

Su amenaza de salirse del PAN parecer ser una baladronada que podría caber en los modos de un López Obrador, pero no de una aspirante que mal o bien necesita a su partido para avanzar en una candidatura fuerte. ¿O acaso piensa que sus apoyos la seguirían afuera del PAN?

[1] http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/07/mexico/1496792632_015182.html

[2] Ibidem.

[3] http://www.milenio.com/politica/margarita_zavala-ricardo_anaya-pan-debate-rumbo-2018-abanderado_presidencial-milenio_0_970702938.html

[4] http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/galeriamultimedia/default.aspx?id=94665&v=2&md5=2ea4b5cf712a2bd3f6e38888d4cbda34&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe

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