Cambios en Televisa

La semana pasada se hizo público un rumor que poco a poco va tomando rasgos de veracidad...

25 de enero, 2016

La semana pasada se hizo público un rumor que poco a poco va tomando rasgos de veracidad: cambios en las personas que dan las noticias en Televisa. Supuestamente, se iría Joaquín López Dóriga (JLD) y en su lugar entraría en el noticiero nocturno Denise Maerker. En la mañana, se recortaría el programa de Primero Noticias, que conduce Carlos Loret de Mola, y se dedicaría sobre todo a ser noticioso.

Durante décadas, los noticieros de Televisa fueron portavoz oficioso de las posiciones del gobierno en turno. Cada noche, Jacobo Zabludowsky “informaba” los hechos maravillosos del presidente y su gabinete. Luego de 1988 el modelo tuvo que modificarse. Zabludodowsky fue sustituido por JLD. Con el paso de los años, el modelo de noticieros de Televisa fue mutando, adaptándose a los cambios que sucedían en el país. Acaso no con la suficiente rapidez. Una mirada atenta a estos programas dará cuenta de que no son más los mecanismos oficiosos de la comunicación gubernamental, si bien tampoco son del todo críticos. Cuando mucho, son informativos con espejuelos. Es decir, no alcanzan a ver todo.

Pero esto no es privativo de Televisa y sus espacios de noticias. En todo el mundo, los grandes corporativos de noticias, sean electrónicos o impresos, se alinean con algunos intereses. Esto no está mal, en principio, pues expresa la pluralidad de posiciones políticas. Sin embargo, muchos se han quejado que las grandes mayorías no tienen en realidad voz, pues los medios de comunicación también se han visto concentrados en manos de los grandes capitales. El trabajo periodístico se ha visto supeditado a los intereses de los dueños de las empresas. Los medios “independientes” en su mayoría tienen poca penetración, o bien pecan de simplificar el mundo, además de que también expresan intereses concretos.

JLD simpatiza con el PRI y el gobierno de Peña Nieto, pero de ninguna manera es un comentarista acrítico. Es un periodista con simpatías. Loret y Maerker no simpatizan con el PRI ni con el gobierno de Peña Nieto. También son periodistas con simpatías y antipatías, como todos. Es claro que el cambio busca dar mayor credibilidad a los noticieros del imperio televisivo y hacerlos más competitivos. En la mañana, por ejemplo, el rey de las noticias es Ciro Gómez Leyva, veamos si el nuevo formato de Primero Noticias, sea quien sea su conductor, hace mella en Radio Fórmula. Los cambios parecen tardíos, pero para bien.

Será interesante ver cómo responde Televisión Azteca, que se ha quedado muy rezagada con respecto a Televisa, y los demás medios: radio e impresos, que han incursionado en televisión a través de internet. Todos los que hemos mencionado aquí son periodistas serios, aunque su pecado, según sus detractores es que no son suficientemente rencorosos. El rencor gusta, por desgracia, a buena parte de los consumidores de noticias. El rencor, no el análisis. 

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