Aurelio Nuño, el Duro

Un gobierno debe estar listo para dialogar en todo momento con la ciudadanía a la que, en teoría, sirve. Pero nada impide un poco de...

9 de mayo, 2016

Jaime Guerrero Vázquez

Un gobierno debe estar listo para dialogar en todo momento con la ciudadanía a la que, en teoría, sirve. Pero nada impide un poco de baile y show, podría agregar el secretario de Educación, Aurelio Nuño, con relación al conflicto del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Al parecer, este baile entre los paristas y el funcionario hará que el diferendo continúe.

El día de ayer, el secretario Nuño y Enrique Fernández Fassnacht, director del (IPN), esperaron en las instalaciones de la SEP a los alumnos del Politécnico para dialogar sobre el paro en vocacionales. Esta espera fue en realidad una puesta en escena política para los medios de comunicación. Ambos funcionarios sabían que los estudiantes no acudirían. Horas antes habían resuelto, en el marco de la Asamblea General Politécnica (AGP), que no concurrirían a la cita y prefirieron citar a Nuño para el 12 de mayo en el Auditorio Alejo Peralta “El Queso”, ubicado en la unidad estudiantil de Zacatenco.

Más tarde, Nuño Mayer lamentó la decisión de los representantes estudiantiles de no acudir a la audiencia que ellos mismos solicitaron. No obstante, dijo que mantiene su disposición a un diálogo constructivo y responsable con representantes de toda la comunidad politécnica, pero solo una vez que se normalicen las actividades académicas y administrativas en los planteles que se encuentran en paro. Esta posición es una negativa de facto a acudir el próximo 12 de mayo a la convocatoria estudiantil y revela un cierto endurecimiento en la posición del secretario de Educación.

Hasta ayer, el gobierno federal parecía desconcertado en cuanto al manejo político del conflicto de las vocacionales del Poli. En medio de rumores de que está siendo dirigido desde las sombras por gente de MORENA, los alumnos tienen varias demandas que son válidas, entre ellas la desaparición de grupos porriles que parecen alentados por algunas autoridades del IPN. Luego del plantón de los paristas, Nuño ha regresado a su posición original: dialogar con ellos hasta que regresen a clases. Es decir, no acudirá a la cita del 12 de mayo. Con esto, la semana entrante veremos a los paristas, reunidos en “El Queso”, acusando a las autoridades de negarse a dialogar.

Todo está listo para que el conflicto se alargue y es posible que la Secretaría de Educación Pública endurezca su posición. Aurelio Nuño no se caracteriza por tener mano suave y los paristas tienen varias desventajas. En primer lugar, no tienen las simpatías del anterior movimiento politécnico y los dirigentes en esta ocasión no han sabido explicar claramente sus demandas. Su plantón a Nuño y a Fernández Fassnacht no los ayuda, los hace parecer volubles y poco razonables. Su demanda de sacar a las vocacionales del Poli del sistema nacional del bachillerato y de la reforma educativa es inaceptable para las autoridades federales. Así, no sería extraño que la semana entrante, además de la reiteración del llamado de las autoridades a dialogar solo después de regresar a clases, se instrumenten otras medidas para reventar el paro, entre ellas convocar a clases en planteles distintos a los ordinarios para terminar los cursos. Mal asunto para el Poli. Mal asunto para la SEP.

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