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Tele-Can. ¡Guau!

“Are they barking Sanchou? So Keep riding!” “…ladran Sancho… cabalguemos pues…” Atendiendo al maestro Armando Hoyos: Tele-Can. (De Tele , lejos; y Can , perro)...

21 de enero, 2017

Federico Cabrera

“Are they barking Sanchou? So Keep riding!”

“…ladran Sancho… cabalguemos pues…”

Atendiendo al maestro Armando Hoyos: Tele-Can. (De Tele, lejos; y Can, perro) “Mantenernos alejados de los perros.”

Parafusilándome a mi abuelo yo diría: Si un can nos sale al paso y comienza a ladrarnos, no es lo más propio ponernos en cuatro patas y hacerle ¡Guau, Guau! En todo caso, se le ignora o si es muy bravo, uno se retira. En mejores condiciones, cabe dirigirnos a su dueño y pedirle que amanse a su bestia.

Ante los amagos de Trump y las intenciones de “frenar” la productividad de empresas norteamericanas en México, bien valdría aplicar algunos de los sabios proverbios: “Al enemigo, puente de plata”. Como quien dice, al agresor, guante blanco.

Las técnicas más efectivas en artes marciales, consisten en NO detener el golpe del contrario con otro golpe, sino en dejar pasar la fuerza del contrincante y aprovechando su inercia, hacer que pierda su impulso y en el punto oportuno, debilitarlo y asestarle el golpe efectivo con el menor esfuerzo.

En la nueva “Guerra de las Dignidades” no han tardado en surgir los paladines del “Ojo por ojo”; del “tú me pones una barda, yo te rompo los cristales”. Enrollados en la bandera, ¡al grito de guerra!, se ponen de pechito al decir: “No compren Ford; ni General Motors; ni Chrysler…” Con esos actos irreflexivos, no reparan en que están proponiendo meterle una zancadilla a “cientos” de fuentes de empleo en México. No sólo de las armadoras, sino de la inmensa lista de proveedores y la gran cadena de comercialización que esas empresas desarrollan en el propio país.

Estamos recogiendo lo sembrado durante décadas de ineptitud y falta de preparación de las y los trepadoras y trepadores, a quienes se dejó a cargo de la “política exterior”.

¿Desde cuándo se abandonó el semillero de auténticos Diplomáticos, cuando México llegó a distinguirse por posturas como la Doctrina Estrada o el ejemplo de “profesionales” como Alfonso García Robles, Premio Nobel de la Paz, 1982? Aquellos no chillaban por dignidades perdidas. Hacían valer y ejercían la Dignidad, a partir de planes y estrategias bien cimentadas sobre un amplísimo dominio del Derecho Internacional.

Exquisitas y Exquisitos, absteneros:

El conocimiento aplicado sobre otras culturas y entendimiento de los extranjeros, se extendía hasta “la masiosare”. En los 50’s, 60’s y 70’s, México se distinguía por contar con los mejores latin-lovers del mapa vasconceliano vía sus mejores embajadores, los lancheros de Acapulco. Si uno quería “ligarse a una gringa”, la mejor aula estaba en La Condesa o en la Playa de El Presidente, y hacerse cuate de El Sócles o El Negro. Maestros del “Cuarto Camino” y doctores en “camino al cuarto”; y sin necesidad alguna de hablar inglés.

Y a propósito de frivolidades, ¿A partir de cuándo habrán comenzado las frivolidades y las chanzas de Coquito Castañuelas como “la enchilada completa” o el “comes y te vas” foxiano?

Mientras la campaña trumpiana se dejaba venir con todo, las y los huevis de nuestros legis se dedicaban a chacotear haciendo pasarela en San Lázaro con sus T-Shirts antitrumpianas. En lugar de haber ido -desde meses atrás con el mismo Trump, con sus seguidores, con los Grupos de Poder y los Grupos de Presión norteamericanos y “hablarles al oído”– a convencerlos, seducirlos, a “cachondearlos”, ¡fajarles pues! Cual lancheros, meterles México hasta por las orejas. Tarea que debieron haber iniciado con tiempo, con ciencia y paciencia desde los primeros atisbos de amago, de amenaza, de desprecio, menosprecio y hasta odio. Nadie se dedicó a “hacer la chamba” en serio. Si determinados actores del extranjero se han dedicado a vapulearnos y ofendernos, no fue precisamente por lo bien “posicionados” que habíamos quedado en el entorno internacional.

Así como hoy algunos obnubilados se lamentan por los brotes de la delincuencia “juvenil”, cuasi púber, y no obstante la capacidad criminal en potencia de muchas “criaturitas”, todavía rabian porque ¡no les revisen las mochilas! a sus chamacas y chamacos, para no lastimar sus virginales y níveos derechos; así deberíamos lamentarnos por los políticos surgidos de “#laculturadelesfuerzo”; el ¡esfuerzo! de ver quién es más corrupto, más inepto, más cínico y quien queda más impune.

Quienes mientras el ¿“tejido”?, el “remiendo” social, se seguía deshilachando se quedaban enchufados a la ubre; chupando de las mieles presupuestales, apoltronadas y apoltronados sin decir “agua va”; hoy salen en jauría, también a “ladrar” a discursar y a tuitear. De todos los partidos, de todos los colores, a todos los niveles, surgen –ahora sí- los “salvadores” “los mesiánicos”. Los merolicos que dicen tener la solución de soluciones. Que piden arremeter contra las empresas “gringas” en México, o que así les parezcan. Sin importarles que ahí trabajan y se joden cientos de miles de mexicanos; fuentes de ingresos para familias mexicanas. Esos vivales son los “anarcos de cuello blanco”. Ávidos por salir a pintarrajear, a vandalizar, a zancadillear a consorcios establecidos en el país; pa’alborotar al gallinero y aprovecharse cual perros hueveros.

Mientras las “Fuerzas Vivas” de la política mexicana se dedicaban a las chanzas, guasas, chacoteos y solapamientos, y la corrupción e impunidad salpicaban Urbi et Orbi, desde Mérida a Ensenada, todo mundo se carcajeaba de nosotros para sus adentros. ¿Así nos iban a tomar en serio? Han salido a “ladrarnos” y más, con toda la intención de mordernos. Cualquier can, por brabucón que sea, sabe reconocer y por adrenalina, someterse cuando enfrenta a una persona con temple y Dignidad. Si cualquier huarachudo hoy nos viene a taconear, es porque nos agarró descalzos, con las patas encalladas y uñeros llenos de mugre.

“No tiene la culpa el can”, sino quien no sabe o no supo menearle la chuleta y “ganárselo” con un “engaño” válido e inteligente. Como saben hacerlo los auténticos estadistas. En lugar de ponernos en cuatro patas y responder con un ¡Guau, Guau!, deberíamos tener la capacidad de “torearlo”, “periodicarlo”, darle sus pases, su sobadita en el lomo, ponerle el bozal y el collar y hacer que nos mueva la colita. (La del can, ¡no la nuestra! Nota de El Viene Viene).

La bronca casi nunca está en el receptor., está en la fuente. “Si el otro no quiere, convéncelo; si no sabe, enséñale; si no puede, ayúdalo.” ¿Hasta cuándo? ¡Hasta Siempre! (Konosuke Matsushita).

Breviario de Taka-Nijo. Alter Ego de este S.S.S. El Viene-Viene, que Usted conoce y conoce bien: Konosuke parte de un pueblo derrotado, masacrado, cuasi eliminado de la faz de la tierra; y hasta la fecha, en muchos aspectos “intervenido”. Además de levantarse, “trabajaron” –no PARA el “enemigo”, sino CON el “enemigo”. Parece ser que con ello, no han perdido ni identidad, ni patriotismo, ni Dignidad.

En contraste y en Jalisco ¡Ajúa! El mariachito munícipe de Tlajomulco de Zúñiga dice: “Ya no le vamos ¡A volver! a comprar ni a For, ni a Chevrole (Sic.)…” (Snif, Snif) y añadió: “Cuando vengan al aeropuerto de Guadalajara, sepan que están en el mero Tlajomulco…”.

¡¿Cómo dice mi mariachi?! ¿Le irá a “prohibir” a Aeroméxico que aterrice o despegue en GDL? Porque Aeroméxico es SOCIO de Delta… ¡BOLAS!

¡Diplomacia, Diplomacia y más Diplomacia! En lugar de seguir derramándola fuera de la bacinica.

Tele-Caneemos: Al enemigo puente de plata y al agresor, guante blanco.

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