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Víctor Espinoza y la CONADE de Castillo. ¿Quiere Poner Orden….?

¡Me siento como si fuera el mexicano más afortunado del mundo! Víctor Espinoza —jinete— después de ganar el Derby de Kentucky en 2015 La buena...

25 de noviembre, 2015

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

¡Me siento como si fuera el mexicano más afortunado del mundo!
Víctor Espinoza —jinete— después de ganar el Derby de Kentucky en 2015

La buena estrella del jinete mexicano Víctor Espinoza —que hizo sus pininos en el Hipódromo de las Américas— sigue brillando. Ha logrado en su carrera profesional la proeza de ganar tres Derbies de Kentucky. Este año ganó la Triple Corona americana y para rematar ganó la Copa Criadores montando —volando— a ese súper caballo llamado American Pharoah. Los dos son tremendos atletas de alto rendimiento y riesgo. Al caballo ya lo retiraron y pues a disfrutar de la vida —le tocan un harem de yeguas— y cobrará para sus dueños 200 mil dólares cada esfuerzo.

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Víctor merece un reconocimiento nacional. Internacional lo tiene. No fue nombrado "Premio Nacional al Deporte Profesional" pues al parecer no se cumplieron con las formalidades que exige la convocatoria oficial. Sólo un amigo mío —promotor incansable de la hípica— Oscar Alberto Urquijo Rincón le preguntó a Alfredo Castillo, mandamás de la Conade —vía Twitter— porque no fue considerado y la respuesta fue que aunque conoce bien su trayectoria porque simplemente nadie lo propuso. Méritos para ser galardonado tiene de sobra y es probable que ya conociendo el procedimiento el año que entra busquemos su nominación o la de los otros jinetes mexicanos exitosos que corren en las pistas de USA y Canadá: Mario Gutiérrez y Luis Contreras también fueron "hechos" en nuestro hipódromo. Aquí en nuestro hipódromo, si no quiebra, hay otros jinetes que pudieran ser reconocidos también.

Lo que es una pena es que ni CODERE, la empresa permisionaria del hipódromo de la capital mexicana —que debía estar interesada en la promoción de su negocio—, ni la Comisión Mexicana de Carreras, ni la dizque "Asociación para el Fomento de la Hípica" se interesaron en promoverlo…

El Premio Nacional de Deportes, también conocido como Premio Nacional del Deporte, es una distinción otorgada por el gobierno federal mexicano a través de Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) de la Secretaría de Educación Pública otorgado a los deportistas, entrenadores, jueces o árbitros que han sobresalido en el ámbito deportivo. Jurídicamente dicha distinción se encuentra prevista en la Ley de Premios, Estímulos y Recompensas Civiles. En fin…

Dice Wikipedia: La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) es un organismo público descentralizado (adscrito a la Secretaría de Educación Pública) fundado en 1988; encargado del fomento, administración y regulación, en materia de políticas públicas, vinculadas a la activación física de la población en general y del deporte amateur y profesional.

Este organismo se constituyó como cabeza de una comisión tripartita al lado del COM (Comité Olímpico Mexicano) y la CODEME (Confederación Deportiva Mexicana) que diseñaría planes y programas para el crecimiento del deporte mexicano, esto a través del seguimiento de deportistas en el denominado Ciclo olímpico que incluye todas las competencias de alto nivel en un proceso de cuatro años: Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Campeonatos Mundiales y Juegos Olímpicos.

Así las cosas desde que el presidente Enrique Peña Nieto nombró al actual director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) Alfredo Castillo Cervantes no ha estado fuera del ojo de la crítica y del huracán. Sus detractores arguyen que nada sabe del tema —una cosa es que le guste el deporte y otra que realmente sepa de ello— dicen. Es abogado, ex procurador de justicia y ex comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán y lo he escuchado relatar el problema que encontró en el deporte. Parece tener razón a menos que sus intenciones sean distintas: controlar todo.

Alfredo Castillo pretende además de contar con una nueva "Ley del Deporte", poner en cintura a algunas de las federaciones deportivas que agrupadas en la CODEME (Confederación Deportiva Mexicana) reciben dinero público y alega el abogado, en pocas palabras, ¡Sorpresa! que no hay rendición de cuentas, lo que implica corrupción y esas bellezas. Ha solicitando a los deportistas que denuncien los cacicazgos de las federaciones que tanto daño han hecho al deporte y según una nota publicada en Excelsior integrantes de la Comisión de Deporte de la Cámara de Diputados dijeron que buscarán una reunión con Alfredo Castillo para saber cuál es su programa de trabajo de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que explique los conflictos con federaciones y para abordar los temas presupuestales ante el recorte que tendrá en 2016. ¡A cómo les gusta a los diputados averiguar…! ¿Resolverán algo…?

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Como dije, parece tener razón Alfredo Castillo —aunque lo acusen de buscar la confrontación— el deporte no tiene resultados satisfactorios. Nada satisfactorios. Hace muchos años que no hay medallas y es una carretada de dinero la que se gasta y ahora, la última noticia es que hasta en peligro se puso la participación de los atletas mexicanos en la Olimpiada de Rio por estos conflictos. El esfuerzo de preparación de muchos años de los pocos atletas de alto rendimiento está en peligro y como con Víctor Espinoza no hay reconocimiento. Veremos qué sucede.

Pudiera ser una buena idea buscar que la industria hípica forme una federación y busque el apoyo de estos organismos pues como va, está en el hoyo. No lo sé pero habrá que averiguarlo. ¿Alguien sabe? Tal vez el mismo don Alfredo nos pudiera orientar al respecto. Lo vamos a buscar…

Claro, también estamos en espera que la Dirección de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación resuelva el asunto de la Comisión de Carreras —que como algunas federaciones del deporte organizado— ha hecho tanto daño. Para su información hay 26 entrenadores suspendidos y ya me informan que se están tramitando otros amparos… el mío está en revisión en un Tribunal Colegiado.

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