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El Hipódromo de las Américas, ¡Ahora resulta que…!

El diario Esto , uno de los diarios deportivos de mayor tradición y de circulación nacional, fundado en 1941 y cuyo propietario es la Organización...

9 de julio, 2020

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

El diario Esto, uno de los diarios deportivos de mayor tradición y de circulación nacional, fundado en 1941 y cuyo propietario es la Organización Editorial Mexicana , publicó el 7 de julio un reportaje —a dos planas— firmado por la reportera Marysol Fragoso en donde se comprueba, está vez, que Andrés Manuel López Obrador tiene razón. Los medios informativos pueden mal informar y decir muchas mentiras, como lo demuestra este reportaje probablemente pagado.

Las notas pagadas son comunes en todo el orbe —sobre todo en países como el nuestro— y sin duda es una manera más de difundir mensajes mañosos. Es otra manera de mostrar la corrupción y el influyentísmo que opera en esos medios cuando no son supervisados adecuadamente. Sus códigos de ética muchas veces no funcionan.

Entre las cabezas del reportaje intitulado “Adrenalina en los Cascos” podemos leer, además de una breve crónica que hace la periodista de pasajes de la historia del hipódromo —que se fusiló de algún lado—, inexactitudes como “Administración Actual con Operación Perfecta” e “Intensa Actividad Todo el Año”, lo cual me permito dudar. ¿Operación perfecta? En fin…

En el texto Marysol, se atreve a afirmar que “El terreno, propiedad de la Secretaría de la Defensa Nacional, en Lomas de Sotelo, cuenta con 52 hectáreas, para la pista, las caballerizas, holding barn (área de espera para los caballos que participan), paddock (área donde los ejemplares quedan a la vista del público mientras son ensillados), vestidores para los jockeys. Restaurantes, tribunas, taquillas y estacionamiento”.

Lo que afirma, no es cierto y está mal informando. Gran parte de las oficinas de lo que era el Club Derby son ocupadas por empresas de Grupo CIE que nada tiene que ver con las carreras de caballos… ¿Pagarán renta…? ¿Contribuyen al espectáculo?

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El terreno de 52 hectáreas pertenece al Patrimonio Inmobiliario Federal y como el Grupo Cie, de Alejandro Soberón Kuri usó (y sigue usando sus influencias) al momento de conseguir los permisos y concesiones correspondientes dividió para su provecho las mismas. A la operación hípica del Hipódromo le corresponden solo 10.3 hectáreas de acuerdo con lo siguiente:

“El 30 de junio de 1998 la otrora Secretaría de la Contraloría (SECODAM) otorgó dos títulos de concesión a Administradora Mexicana de Hipódromo, empresa creada ex profeso por Soberón y así obtuvo, por 25 años y en un terreno de 102,974,308 m2 propiedad del patrimonio inmobiliario federal el permiso y la concesión para la “operación y explotación de carreras de caballos con apuesta y la celebración de otros juegos permitidos por la ley”.

“También consiguió otra concesión —ésta por 50 años— y en una superficie de 411,304,509 m2 para la instalación, edificación de un hotel, centro de convenciones…(sic) a la misma empresa. En resumen, en casi 52 hectáreas la empresa creada por el Alejandro Soberón y ahora sus nuevos socios gozan de estos permisos.”

Como se puede deducir, todo este negocio se debió a la terrible corrupción que imperaba en esos años. Favoritismos y negocios muy sospechosos. Otra vez Andrés Manuel tiene razón —hubo mucha corrupción— y es por ello por lo que llegó a la Presidencia. De hecho, hay que anotarlo, la Ley de Bienes Nacionales se modificó para que la concesión para la operación de las restantes 41 hectáreas fuera por 50 años. ¿A quién aceitaron…?

He documentado a lo largo de varios años, en este mismo portal y algunas revistas (desde 2014) que la operación del Hipódromo dista mucho de ser perfecta y ahora, debido a la pandemia el futuro del Hipódromo y, sobre todo, de la crianza del caballo Pura Sangre mexicano está en peligro de extinción. Es una especie amenazada por los efectos de la corrupción imperante en este país.

Dice la reportera, que en cuanto lo permita “la fase de semáforo verde o amarillo de la Nueva Normalidad para reiniciar actividades”. Esperemos que no tarde mucho, pues a los caballos cuesta mucho mantenerlos y los caballistas llevarán sus caballos que pueden correr en otras latitudes, pues ya empezó el éxodo. Los menos aptos se irán al rancho o al rastro. ¿Y los trabajadores… a la calle? Todo debido al capricho y avaricia de la empresa que no quiere ofrecer carreras —sin público— como ya se hace muchas hípicas del mundo. Bien pudieron armar sus plataformas digitales para que los aficionados pudieran disfrutar el espectáculo de esa manera y que no tengan que acudir a espectáculos internacionales como ahora lo hacen, en vez de andar patrocinando reportajes tan tendenciosos y sin sentido.

Ah… y claro, “Esto, el Diario de los Deportistas” pues francamente decepciona. Su directora Paquita Ramos de Vázquez debiera tener más cuidado en seleccionar a sus reporteros. ¡No hacen bien su trabajo!

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