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La Decadencia del Hipódromo de las Américas… Parte 2

Muchas de las grandes ciudades del mundo gozan del espectáculo de las carreras de caballos de Sangre Pura Ligera: los Pura Sangre. Por mencionar algunos...

9 de septiembre, 2015

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

Muchas de las grandes ciudades del mundo gozan del espectáculo de las carreras de caballos de Sangre Pura Ligera: los Pura Sangre. Por mencionar algunos de los que conozco y he participado en los "YouEsEy" están Belmont Park del circuito hípico del estado de Nueva York; Gulfstream Park cerca de Miami; Santa Anita en Los Angeles; Arlington Park en Chicago; Del Mar en San Diego y Fair Grounds Race Course en Nuevo Orleans (en donde participé con el último caballo de carreras que tuve en esa época). En la siguiente liga se pueden contar la gran cantidad de hipódromos que existe en todo el mundo, que al contrario de lo que se cree y se asegura, es una actividad que tiende a desaparecer. Para nada. Basta ver por poner un ejemplo, cómo ha rescatado su industria hípica el estado de Nuevo México en nuestro vecino país del norte.

Qué pasó con el Hipódromo de las Américas que tiene más de 70 años de construido y que cada día que pasa se sigue colapsando —y bien dice un funcionario público que acabo de tener el gusto de conocer—, pronto los caballos Pura Sangre van a ser una raza extinta si no se atiende el problema.

Analicemos pues, por qué fracasó el actual permisionario.

¡Quisieron construir un gran Centro de Espectáculos y Entretenimiento! Entre sus prioridades nunca estuvo operar el Hipódromo como es debido y de su operación se encargó el ingeniero José Manuel Alavez González, socio de Soberón y ahora —ya millonario— maneja el programa del Sistema Producto Equido del Gobierno Federal y manda —tras bambalinas— en la Comisión de Carreras, autoridad hípica propiedad de la empresa y Órgano Técnico de Consulta de la Secretaría de Gobernación.

Las magnificas instalaciones del antiguo Jockey Club Mexicano ubicado en la tribuna principal ahora las ocupa unas Suites llamadas "Winners Circle" —casi siempre están vacías—; la carpa neumática "Foro Corona" sirve para eventos sociales; la Granja de Las Américas para eventos de escolares y el Infield para conciertos masivos. Se construyó el Centro de Exposiciones Banamex que tiene la capacidad de generar un caos vial monumental en la Avenida Conscripto cuando funciona. Se construyeron 1,200 caballerizas para alojar los caballos de carrera cuando el anterior permisionario teñía 1,500 (ofrecía carreras 5 días a la semana durante todo el año). Ahora sólo se ofrecen dos días de carrera para caballos Pura Sangre (TB) y un día dedicado a los caballos Cuarto de Milla (QH) y en 10.5 meses al año.

En la grada que ocupaba el magnífico "Club Derby" que construyó el anterior permisionario se instalaron varios restaurantes —el Angus Club Steakhouse con sus pechugonas hostess—, otro patrocinado por la firma Bacardi y una área del Fast Food. Todos fueron fracasos exitosos. También operó un gran Sports and Race Book que tampoco funcionó, pues poco a poco se fueron alejando a los apostadores al cobrar hasta el 7% de "impuesto" cuando alguien lograba atinar alguna selección. Todas estas inversiones, pérdidas para la empresa y que repercuten en la actividad hípica.

Ahora esta área —varios miles de metros cuadrados— la ocupan las oficinas de CIE, CODERE, OCESA, CREA y otras empresas filiales del grupo, que nada tiene que ver con las carreras de caballos y por supuesto, no existe récord de que se pague renta por estas 52 hectáreas de propiedad federal.

En ese tiempo (hasta 2005) no existía autorización para la operación de las máquinas tragamonedas —ni los casinos tal como hoy existen— y por ello Santiago Creel Miranda, supongo convenció a Vicente Fox de publicar y expedir un Reglamento de la Ley Federal de Juegos, derogando a la antigua Comisión Nacional de Carreras y bueno… se dice, comenta y rumora que se despachó con la cuchara grande a la hora de otorgar permisos para casinos y maquinas tragamonedas.

Para la operación hípica, fue tal su ignorancia, que quitaron la pista interior de entrenamiento, vital en tiempos de agua para la conservación de la pista principal. La misma suerte corrió la alberca, las clínicas veterinarias y lo que es más grave, la pista principal se redujo en su longitud. En fin, no se respetaron —y la cosa sigue igual— las reglas fundamentales de la hípica: ahora corren potros con potrancas; los tresañales se enfrentan temprano a los caballos mayores y se llega al extremo de permitir que un sólo dueño —bajo diferentes seudónimos— ofrezca el sólo una carrera, desprotegiendo de este modo al público apostador y con la venia de la Omisión Mexicana de Carreras, que como hemos dicho, la formó y es parte de la empresa permisionaria. Ejemplo de simulación pura y un conflicto de interés mayúsculo.

A finales del año de 1999 se ofreció la primera temporada, con premios reducidos y escasos participantes, pero la magia de la hípica medio operó y hubo quién se animará a comprar caballos cuando nunca se ofrecieron buenos premios que es lo que puede atraer a las personas a querer tener caballos. En 16 años no han incrementado los premios otorgados a los propietarios (un pequeño aumento que se logró en 2012) y ahora, se redujeron el 25% pues se eliminó un día de carreras.

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El monto de las apuestas se ha reducido significativamente; por ejemplo hace tres años, se podía observar que se apostaban en las trifectas 80 mil pesos por carrera, hoy día con trabajo llegan a 40 mil pesos. Nadie conoce cuánto es la retención (take out) del sistema de apuestas mutuas que se tiene autorizado y no existe un interventor de la Secretaría de Gobernación. Sin suficiente apuesta (handle) los pagos son muy reducidos y se ha vuelto un hipódromo de quinta. En dónde está la hípica de clase mundial a que se comprometió la empresa cuando participó en el proceso de licitación.

Así de ese modo se ha estado matando a la afición y ante la falta de premios y de un organismo independiente de la empresa que regule, vigile y fomente la actividad, los propietarios y criadores también se van asqueados. Y es una pena.

Quién esté interesado en conocer más del tema hípico y la Ley de Juegos puede consultar mis artículos en la siguiente liga: La Industria Hípica Méxicana, Sus Problemas y Soluciones.

Seguirá…

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