La Comisión de Carreras de Caballos. ¿Autoridad o Club Privado? Parte 1

"El que manda mal, pierde la autoridad de su mando.", Siro

13 de abril, 2016

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

"El que manda mal, pierde la autoridad de su mando.", Siro

—¿Quién es…?
—¡La autoridad…!

Así le respondían a Cantinflas cuando preguntaba quién tocaba a su puerta. De ese modo, la llamada "autoridad", representada por dos policías gordos y desfajados se disponían a ejercer su función para presentarlo ante otra "autoridad". En seguida se producía una historia chusca que interpretaba con gracia inigualable el extraordinario mimo. Es probable que de manera semejante —esa imagen de la autoridad—se fue forjando en la mente de los mexicanos la falta de credibilidad y respeto que tenemos por nuestras autoridades que se observa para todos los niveles del gobierno, ¡Grave problema enfrenta la sociedad mexicana!

La autoridad de acuerdo a lo que encontré en internet —y para que nos entendamos— es la facultad o potestad que se tiene para gobernar o ejercer el mando.

"Como tal, la autoridad es el atributo que otorga a una persona, cargo u oficio el derecho para dar órdenes. Asimismo, es la cualidad que propicia que una orden de cumpla. De este modo, tener autoridad supone, por un lado, mandar, y, por el otro, ser obedecido".

Creo que lo dicho está bastante claro.

—Es probable que mis lectores, sobre todo los que me leen, que trabajan o son propietarios de caballos de carrera en el Hipódromo de las Américas, sepan que estoy solicitando la Protección y Justicia Federal por medio de un Juicio de Amparo, para defender mi derecho al trabajo, es decir, para que pueda desempeñar mis funciones para lo que fui contratado por la UNION que representa todavía a varios propietarios y criadores de caballos en ese centro hípico. Debo decir que a lo largo de todo este proceso, he visto lo que son capaces algunas personas con su mala leche. En fin… ese es otro tema que algún día haré público.

Debo decir, que con los recientes cambios aprobados por el Congreso de la Unión, la Ley de Amparo considera que ciertos particulares ejercen funciones de "autoridad". A la letra el artículo 5 dice: "Para los efectos de esta Ley, los particulares tendrán la calidad de autoridad responsable cuando realicen actos equivalentes a los de autoridad, que afecten derechos en los términos de esta fracción, y cuyas funciones estén determinadas por una norma general".

Para hacer el cuento corto y en resumen, una asociación civil denominada "Comisión Mexicana de Carreras de Caballos" creada mañosamente por la empresa permisionaria del Hipódromo de las Américas me impide ingresar para desempeñar mi trabajo. Este organismo —es más bien un Club Privado— ejerce las funciones que tenía la antigua "Comisión Nacional de Carreras de Caballos" —un organismo del estado— que fue creada por decreto presidencial en 1974 y que cuyas funciones fueron derogadas gracias a los "buenos oficios" de Santiago Creel Miranda —siendo Secretario de Gobernación— cuando emitió el actual Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos y en mi opinión, sirvió para que se pudieran crear los negocios millonarios que hoy conocemos como "Casinos" y que las carreras de caballos las auto regulara la misma empresa, por medio de un mecanismo de simulación que crearon.

Cuando lo que Santiago Creel debió hacer, es mandar una iniciativa de Ley apropiada, que permitiera crear con bases firmes la multimillonaria Industria del juego con apuesta. El interés particular prevaleció. Sería interesante conocer la opinión de Vicente Fox en este tema en particular. Chance ni se enteró lo que hizo su favorito (más bien el de Martita).

Hoy día no existe la voluntad política para crear una autoridad —independiente del ejecutivo federal— que regule toda la industria del juego y ni siquiera se quiere aprobar la Ley de Juegos con Apuesta que duerme en el Senado de la República con lo que la discrecionalidad, impunidad, simulación y posible corrupción generada por su ausencia, están de plácemes.

Volviendo al tema del "amparo", para mi cuerpo de abogados —amigos todos que colaboran para tratar de rescatar la industria hípica— la mentada Comisión Mexicana es un particular que realiza actos equivalentes a los de una autoridad. Un juez federal no lo consideró así —en primera instancia— y dictó que la mentada Comisión no era autoridad y así sobreseyó la demanda. Tuve que continuar el juicio en una segunda instancia y un Tribunal Colegiado resolverá el asunto.

Es asombroso que en todo este litigio, el representante de la Comisión Mexicana presentó unos alegatos llamados recursos adhesivos (en la siguiente liga se pueden leer algunos "argumentos" que fundamenté en respuesta a sus alegatos). Sólo tengo que señalar que es increíble que el representante de la Comisión Mexicana se atreva a declarar ante autoridad judicial con tanta falsedad. Me parece que hasta es delito. Increíble es que la autoridad reguladora no marque un alto y ponga fin a tanta impunidad. Para eso es autoridad. O será que es como la que se presentaba ante Mario Moreno en sus películas.

Lo verdaderamente grave e importante de toda esta situación, es que no podemos contar con una "verdadera autoridad hípica", independiente de la empresa permisionaria, lo que está contribuyendo a que las carreras de caballos en nuestro Hipódromo van a desaparecer inevitablemente, claro sí la contaminación ambiental no acaba primero con ellos.

Sí no existen condiciones de imparcialidad, transparencia e igualdad entre los participantes que ofrecen el espectáculo y no hay quien defienda al principal patrocinador de las carreras de caballos —el público aficionado— en tres o cuatro años el caballo Pura Sangre será un recuerdo para los habitantes de la Cuidad de México y los empleos que genera, se perderán. Los únicos favorecidos con toda esta lamentable situación son los jinetes mexicanos que se han exportado y vemos participar con éxito en todo el mundo.

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^{El veracruzano Mario Gutiérrez ganando el Florida Derby y favorito para Kentucky Derby 2016}

Los invito a leer en la siguiente liga, un correo que consiguió un amigo, que es todo un monumento al "sospechosismo" inventado por Santiago Creel.

En dicho correo electrónico se puso en duda la imparcialidad de la mentada Comisión Mexicana por su sospechoso favoritismo hacia un propietario de caballos que presume su amistad con el director del Hipódromo y sólo porque el hecho se denunció ante la Dirección General de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación, se suspendió —en su momento— al entrenador de la Cuadra J-A, por cierto hoy; mmm… muy exitosa.

¿Alguna similitud con lo que pasa en país con ex gobernadores, funcionarios y contratistas actuales, señalados por corruptos es pura coincidencia?

Siro tiene mucha razón: El que manda mal, pierde la autoridad de su mando.

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