¡Ingobernabilidad e Iventabilidad…!

Iventabilidad: que inventa; como acabo de inventar el término. Norma favorita de un artículo de la Nueva Constitución de la 4T. Por los acontecimientos de...

12 de junio, 2020

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

Iventabilidad: que inventa; como acabo de inventar el término.

-Norma favorita de un artículo de la Nueva Constitución de la 4T.

Por los acontecimientos de la semana pasada, que se han repetido muchas veces en este sexenio, en donde una pequeña pero importante parte de la antigua Ciudad de los Palacios —todavía capital de todos los mexicanos— estuvo a merced de dos fuerzas que parecen antagónicas, pero no lo son.

Uno de estos grupos está formado por jóvenes embozados —revoltosos, disque anarquistas— que cada vez que se les pega la gana, con cualquier pretexto se juntan para causar destrozos, robar y agredir a quien se le ponga enfrente. ¿Quién los dirige? Nadie sabe. Cuando menos los ciudadanos y los medios de información no lo saben.

El otro grupo son las autoridades —irresponsables— que bajo la bandera de los derechos humanos probablemente sí sepa quién dirige a los agitadores, pero aparentemente no tiene “ni la voluntad ni la inteligencia” para poder contenerlos. Les permiten actuar.

Así pues, las autoridades al parecer trabajan a favor de los delincuentes, pues les permiten hacer de todo. Los que sufren las consecuencias son los ciudadanos, comerciantes, valientes periodistas y camarógrafos que tiene que aguantar las bravadas de jovencitas insolentes que se merecen una nalgada bien puesta en el trasero. O más bien, un tiempecito a la sombra pues quebrantan la Ley. Los inmuebles son destruidos sin razón. Los negocios saqueados. Pobre de aquel que tenga la mala suerte de estar por allí cuando estos barbajanes deciden hacer de las suyas.

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Tanta impunidad solo me lleva a pensar que la autoridad y los agitadores son parte de lo mismo. Están tolerados. Se complementan. ¿O no? Dejar hacer actos fuera de la Ley implica complicidad ¿O no?

La descomposición social crece y crece y tal vez sea parte de un plan bien definido. O para distraer la atención o para medirle “el agua a los camotes”, como se dice coloquialmente.

Todo esto es como este nuevo invento que la presidencia de la República da a conocer en plena conferencia mañanera: La BOA (Bloque Amplio Opositor).

Dicen que alguien le envió al presidente un documento ultrasecreto y anónimo donde varios personajes importantes de la vida pública nacional, asociaciones empresariales y organismos de la sociedad civil están consensando. Preparan su estrategia para arrebatarle al partido del Presidente la H. Cámara de Diputados en 2021 y luego aplicarle la llave china: la revocación de su mandato en 2022 y el presidente los exhibe, sin averiguar más. ¿Para qué…? ¿Cuál es su propósito?

Es ingenuo pensar que las personas preocupadas por el futuro del país no se van a tratar de organizar para tratar de impedir que el país no se vuelva una Venezuela. Las señales que manda el presidente y su equipo son preocupantes.

Me inclino a pensar que todo esto, la ingobernabilidad y los inventos que prácticamente todos los días fabrica el presidente, son para distraer la atención de la gigantesca crisis que ha causado la forma de gobernar de Andrés Manuel desde que se sentó en la silla presidencial y ahora, con la pandemia del coronavirus encima; el horno no está para bollos. Apenas empezamos a sentir sus efectos: millones de empleos perdidos, miles de enfermos y de víctimas mortales por la falta de prevención. La sana distancia se aplicó tarde y luego la “nueva normalidad” solo sirvió para que la gente relajara su esfuerzo: el resultado se está viendo.

O lo que pudiera ser más grave: que el presidente de todos los mexicanos —lo quieran o no— está abriendo los ojos, pues se está dando cuenta de que el sector más importante de la población —el que produce empleos— sobre todo las mini, pequeñas y medianas empresas, no están de acuerdo con las políticas de la 4T y pudiera perder el Congreso y 15 gubernaturas. Claro que para que eso suceda va a pasar mucha agua por el molino. Difícil pero no imposible.

Sí seguimos así, con tantos desaciertos en las acciones de la Cuarta Transformación —la ingobernabilidad en la ciudad capital— y los disparates de su líder (como que el coronavirus se puede evitar sin mentir o robar), nos van a transformar a todos en pobres y entonces ya no tendremos los recursos suficientes para crear empleos.

O don Andrés Manuel toma conciencia de la situación o será el peor presidente de este país desde… ¡Huitzilopochtli…! Pues también aparentemente se siente Dios.

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