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¿Firmará Germán Larrea la Solicitud de Licencia?

Entre las pasiones que goza Germán Larrea Mota-Velazco —el empresario minero ultra millonario—...

20 de enero, 2016

Entre las pasiones que goza Germán Larrea Mota-Velazco —el empresario minero ultra millonario— están criar y tener caballos sangre pura de carreras. Desde niño, con pantalón corto y bien peinado asistía al Hipódromo de las Américas en donde su padre, don Jorge —también millonario, veracruzano y buen tipo— mantuvo por muchos años la Cuadra Georgina con magníficos corredores. Ganó con Nacozareño, criado por Justo F. Fernández, el Clásico del Caribe en sus primeras ediciones (1971 en Venezuela). Eran tiempos en que la hípica mexicana florecía y hasta de Inglaterra se importaban sementales, vientres y corredores.

Germán siguió los pasos de don Jorge y ahora mantiene cuando menos dos cuadras de caballos: San Jorge y G.L. En USA también mantiene St. George Stable LLC y muchas yeguas de cría. De los 47 millones de pesos que se repartieron en premios el año pasado, sus caballos ganaron casi doce (12), la cuarta parte. Tal vez sin Germán el Hipódromo no existiría y por otro lado, es muy negativo que tenga tantos caballos pues se pierde el equilibrio. Del mismo modo, tal vez la producción de cobre del país no fuera importante y su mina Buenavista del Cobre, que es impresionante no existiría. En fin…

Así, el controvertido Germán, heredó su fortuna y debo decir que gracias a su talento, esfuerzo —y al aumento del precio del cobre— lo que recibió de su padre lo ha multiplicado por 10, lo que se dice fácil pero sí, es un hombre muy dedicado en su actividad empresarial, aunque en mi opinión no brilla con sus caballos lo que en sus negocios. Este hombre afable y muy bien educado, debería estar compitiendo por los grandes premios internacionales pues ha invertido sumas millonarias en yeguas de cría —aquí y en Kentucky— sin grandes resultados. Los Racing Gods definitivamente no están de su lado o no recibe o acepta la asesoría adecuada en el difícil "negocio" de las carreras de caballos como algún día le propuse.

Todo lo anterior viene a cuento porque acabo de leer un "anexo a la solicitud de licencia" que emitió la autoridad hípica, que por el momento no es autoridad como lo consideró un juez federal y dicho anexo lo deben aceptar y firmar los caballistas —de hecho todos los participantes que trabajen en el Hipódromo—.

Al revisar el anexo de la solicitud, lo primero que me pregunté es sí Germán la firmará. Sinceramente, creo que de ningún modo. Así, me pregunto sí los otros pocos caballistas que quedan en el medio como son José Cerillo Chowell, Santiago Oñate, el tabasqueño Víctor Jiménez Saínz, Alberto Bailleres, Alberto Rivera Torres, Ramón Toca Narro, Claudio y Celestino Álvarez Roiz, Guillermo "El Ejecutivo" Elizondo Collard, Jaime Rionda Ribot, Paula Martínez, etcétera, van a firmar de conformidad. Y entre los propietarios de los caballos Cuarto de Milla pues tendremos que ver quién firma…

Es necesario saber que de acuerdo a los reglamentos expedidos por las Racing Commisions de todos los Hipódromos que conozco y por ser estos casas de juego, hay que vigilar y regular adecuadamente pues hay dinero de por medio, y es por ello que todas las personas que trabajan en un hipódromo deben obtener una licencia que expide la autoridad hípica para poder desempeñar sus funciones. Todos quiere decir todos. Entrenadores, propietarios, galopadores, caballerangos, jinetes, boleteros, meseros, ayudantes, funcionarios de carreras, árbitros, el que maneja la ambulancia y el tractor, vigilantes, talabarteros que tengan su propio negocio, veterinarios, empleados de las diversas asociaciones que participan, etcétera. Todo el que trabaja en el centro hípico debe tener una licencia. Así son los usos y costumbres de esta actividad, señores que dicen trabajar en la __omisión de Carreras actual.

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^{El Villano ganador del Hándicap de las Américas con su propietario: Germán Larrea}

Y como en nuestro país por causas muy extrañas, casi exóticas hay que decirlo —bizarras— la Secretaría de Gobernación le cedió graciosamente esta función —la de regular y vigilar— a este ente formado por la empresa permisionaria para que dizque la auto regule y por supuesto a su entera conveniencia.

Entre otras, las siguientes "perlas" son algunas imposiciones que dictó la Comisión de Carreras en el anexo aludido y de la mano con la empresa permisionaria. El documento completo se puede leer aquí. Dicen:

"Quedo sujeto a las resoluciones que emita la Comisión Mexicana de carreras… las cuales serán definitivas e inimpugnables…". O sea; aquí se sientan señores caballistas… y hasta aquí voy a comentar. Me encabrona.

"Me obligo a aceptar y a cumplir con los usos y costumbres que la Industria Mexicana de Carreras de caballos con apuesta tiene como válidos a nivel nacional e internacional". Esta no entendí nada….

"Doy autorización expresa para ser revisado en mi persona y pertenencias, así como en las de mis empleados, dentro de las instalaciones del Hipódromo por parte de las personas designadas por los árbitros…". O sea, el empleador autoriza a que se revise a sus trabajadores. ¿Qué son sus esclavos?

"Doy autorización expresa para que la Comisión Mexicana de Carreras… y a Administradora Mexicana de Hipódromo, S.A. de C.V. en cualquier forma puedan verificar, indistintamente, los datos asentados en esta solicitud y para revisar ante las autoridades fiscales los pagos de contribuciones a mi cargo, con el IMSS, el cumplimiento de las obligaciones a mi cargo por la Ley de la Materia, mis estados de cuenta bancarios e indagar ante las autoridades mis antecedentes penales o la falta de ellos y mi solvencia moral y económica…(sic)".

Así pues, Germán, respetados caballistas, ¡¡¡aguas…!!! ¿Y quién va a indagar la solvencia moral de quién redacto este anexo? Ahora vuelvo a confirmar que el presidente de la Comisión de Carreras, el señor Patricio Eugenio Zambrano Plant sabe nada de esto…

"Hago constar que no tengo relación de trabajo alguna con la Comisión Mexicana de Carreras ni con Administradora Mexicana de Hipódromo porque en el desempeño de la función que cumpliré en el Hipódromo de las Américas no les prestaré ningún servicio". Quiere decir supongo, que todas las personas que trabajan para el hipódromo no tienen licencia otorgada por la Comisión, en contra de los usos y costumbres de la industria hípica como la conozco.

"Estoy enterado que es causa de revocación de la licencia, que en su caso me sea otorgada, entre otras, la impugnación de las resoluciones de los árbitros fuera del contexto de las reglas técnicas y demás disposiciones que me obligo a observar, mencionadas arriba". Es decir, entiendo que nadie puede interponer un amparo, ni cosa parecida… ¡¡¡Que absurdo!!!

Ante este documento y su pésima redacción me pregunto: Porqué la Dirección General de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación, que es la autoridad reguladora de toda la actividad de Juegos y Sorteos del país, acepta que la Comisión Mexicana de Carreras y la empresa permisionaria con capital predominante español se los pase por debajo del puente de Brooklyn…

Le pregunto estimado lector ¿Usted lo firmaría? ¿Le interesa tener caballos de carrera en estas condiciones? El siguiente correo que recibí de una persona que no conozco y me parece que refleja perfectamente la situación. Se puede leer aquí.

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