De Mañas a Mañas. Vislumbres de un Futuro Cercano… II

"Bulle —está en el aire— casi se huele, la añoranza por un cambio.", ERCR

5 de julio, 2017

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

“Bulle —está en el aire— casi se huele, la añoranza por un cambio.”, ERCR

En las columnas políticas de los hartos analistas, “comentócratas” y “opinadores” que existen en los medios impresos, electrónicos; radio y la televisión —los cuales, hay que decirlo, algunos son muy mañosos— cuentan en sus espacios de opinión el tema de moda: cómo y quién va a vencer a Andrés Manuel López Obrador —el Rey de las Mañas— en las próximas elecciones que se celebrarán el año que entra: nada más, ni nada menos, van por la Presidencia de la República que en los últimos tiempos, algunos individuos la han visto como un botín muy apetecible.

AMLO va por la tercera —y es la vencida—. Quiere la presidencia de México. Pregona que será el Presidente más austero y honrado que se haya conocido en la faz de la tierra y dice: “basta con demostrar una conducta intachable y sólo con mi ejemplo, se acabará la corrupción…” ¡Si chucha, cómo no!

Como decía mi paisano, el célebre Juan Gamundi: “es un costal de mentiras”. No puedo creerle, pero es la base de su campaña y le puede dar resultado pues sigue liderando las encuestas de opinión (la liga es la encuesta de El Financiero del lunes pasado). La verdad es que tiene el voto del hartazgo ciudadano, condición a la cual me adhiero. Estoy harto de tanta imbecilidad, ¿ustedes no?

De esa manera, Andrés Manuel trata de demostrar que vive con la austeridad con que vivía Benito Juárez o don Adolfo Ruiz Cortines —al que las mañas se le daban— y comprobado está: los dos eran austeros y honrados a más no poder.

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^{Don Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958)}

Dicho lo anterior, lo que nadie puede menospreciar es que habrá que vencer también al PRI, que nunca es un contendiente pequeño, pues con sus mañas es capaz de todo, no como presume Vicente Fox, el cual para mí, es el menos mañoso de todos.

El hecho es que se perfilan tres grupos que podrían presentar distintos candidatos competitivos para lograr la Presidencia de la República en 2018. Dicen los que saben, que si el PAN o PRD van solos, Andrés Manuel o el candidato del PRI tienen ventaja —tal vez por ser los más mañosos. El PRI tiene los “cuadros” suficientes y a Andrés Manuel lo conocen hasta debajo de las alcantarillas (95%) pues tiene 18 años en campaña. Y no ceja.

Entonces, en resumen habría tres opciones, MORENA, el PRI (con los aliados que pueda reclutar) y una tercera opción: un Frente Opositor que aglutine al PAN, PRD y probablemente MC (Movimiento Ciudadano), unidos con la “sociedad civil” de la que formamos parte todos nosotros y que de ir solos, se les augura terminen, en términos hípicos, en tercero, cuarto y quinto lugar respectivamente, lo cual sirve de poco.

En síntesis, la idea es que el PAN y el PRD formen un “Frente Amplio Opositor” pero para evitar discusiones y que los simpatizantes de cada uno de los partidos aglutinados no encuentren pretexto para votar por otra opción, variadas voces han propuesto presentar un “candidato ciudadano”, teniendo un programa de gobierno definido —progresista, moderno y agréguele usted lo que quiera— y con sus acuerdos privados y esas cosas. Vaya, echándole montón el candidato ciudadano pueda convencer al electorado de que es la mejor opción para aspirar a tener el cambio radical e innovador que necesita este país. Por ello, estoy de acuerdo con Dolores Padierna, senadora del PRD, que dice sería “Gravísimo error histórico impulsar alianza PAN-PRD para 2018″, así nada más.

Hay muchos hombres y mujeres en el país que llenan el perfil. Tendrán que buscar quién se anima. ¿Conoce usted a alguno? Me gustan Jorge G. Castañeda que anda descorazonado; Armando Ríos Pitter, el doctor Ramón de la Fuente. No me gusta Miguel Mancera. Me encantaría un súper rico: Carlos Slim, pero dudo que esté loco. En fin… Mañosos deben ser: es la única condición.

Así pues, el domingo en la noche, en el interesante programa que trasmite el Financiero Bloomberg —en televisión restringida e internet— denominado la “Silla Roja”, la senadora Dolores Padierna se pronunció por esta idea y me sorprendió, sustentada de un análisis que hizo muy interesante. A leguas se le notan las mañas que adornan a doña Dolores —son muchos años de estar en la grilla— y pues por su planteamiento estamos en sintonía, aunque mis mañas —que también las tengo— no alcancen para expresar tan bien mis argumentos, como lo hace Dolores. Con esto me rajo de los comentarios que intercambié con mi amigo virtual Ignacio Pinacho Ramírez —en Facebook—, el cual me señaló que lo que falta en las ideas de doña Dolores es su falta de innovación.

Así, el lunes me encuentro con que el inteligentísimo “jefe” Diego Fernández de Ceballos, ¡no pocas mañas lo distinguen!, se pronuncia en su columna de Milenio con una idea semejante a la de doña Dolores. También opina de manera similar José Antonio Crespo, politólogo importante, quien señala el mismo camino. (Sin duda todos ellos influenciados por la idea que pronuncié la semana que pasada en este mismo portal informativo). Ayer mismo Héctor Aguilar Camín se pronuncia aportando ideas también concretas (Milenio).

De esa manera la idea de que las fuerzas políticas presenten un candidato ciudadano que pueda ganar es innovadora de por sí. Difícil de implementar, pero no imposible.

Por otro lado —y aquí es donde la puerca tuerce el rabo— imaginemos que el “candidato ciudadano” gana, ¿qué pasará en el Congreso de la Unión? De acuerdo a la encuesta de El Financiero del lunes, el PRI aventaja (por poco) las preferencias electorales y es claro que por la formación de sus cuadros y a pesar de su impopularidad manifiesta, va a tener un número importante de diputados y senadores lo cual puede obstaculizar el programa de gobierno de quien sea el próximo Presidente de México. Entonces, además de buscar un candidato ciudadano idóneo hay que buscar también la mayoría del H. Congreso de la Unión… Va junto con pegado.

Con todo esto tendremos que desarrollar más, muchas más mañas para que el próximo gobierno sea encabezado por un candidato ciudadano y no resultemos cándidos al apoyar esta idea. Ser cándido equivale a ser ingenuo y en política equivale a ser… Sí, le atinó.

¿Seguiremos sufriendo los designios de la partidocracia, creadora de mañas y mañosos por doquier? ¡Apoyemos a un candidato ciudadano! No hay nada que perder.

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