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Acomodándose para 2018… Reflexiones y Sorpresas

En los tres partidos políticos más importantes del país se empiezan a acomodar los personajes para enfrentar las elecciones...

12 de agosto, 2015

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

En los tres partidos políticos más importantes del país se empiezan a acomodar los personajes para enfrentar las elecciones de un montón de gobernadores para el próximo año (serán 12 los que se van a elegir) pero sobre todo, los movimientos son para enfrentar la sucesión presidencial del 2018. Los cambios son sorpresivos y aunque todavía no los hay mudanzas y permutas dentro del gabinete presidencial —tal vez nunca haya— los reacomodos son interesantes. Del éxito o fracaso que obtengan los nuevos dirigentes de los partidos el año que entra se podrá saber mejor como pintan para el 2018.

Al PRI llega Manlio Fabio Beltrones Rivera, nombramiento significativo pues Enrique Peña Nieto —a la usanza de la antigua tradición priista— lo designa sin ser de su "equipo cercano". Se decía que "hasta cierto odio" había entre ellos y nadie chistó por la designación, así de disciplinados son los tricolores.

Todavía no alcanzo a ver el significado de tal designación que rompe con la forma en que desde Los Pinos se venían haciendo las cosas y seguramente a Luis Videgaray —que me aseguran es el principal asesor del Presidente, no le gustó mucho la elección. Aparentemente siempre ha querido ser Presidente de la República.

Así Beltrones llega con credenciales y experiencia tiene. ¿Quién lo duda?. Me parece que se perfila como el principal candidato del PRI para el 2018 y en su nueva posición va poder tejer fino a su favor. Para ser claro, me gusta —me late más bien dicho— como el más probable próximo Presidente de la República pues toda la oposición no parece encontrar la madeja del hijo que hace tiempo perdió. Manlio Fabio llegaría a los 66 años de edad —buena edad para gobernar— llegaría maduro, sin tantas ambiciones de enriquecerse (supongo que ya lo es) y con una visión distinta para gobernar el país. Tal vez quiera ser el estadista que tanto hace falta y se necesita. Claro, es un buen deseo. En su contra tiene graves acusaciones de ligas con el narcotráfico que me parece nunca se han probado…

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En Acción Nacional el joven Ricardo Anaya —salvo ocurra un milagro— está uno en cinco en las apuestas para ser el próximo presidente de su partido, lo cual, en mi opinión, representa la continuidad del grupo detentador del poder que ha manejado a su partido—muy mal por cierto— (la segunda fuerza electoral del país, tercera en las últimas elecciones). Gustavo Madero y compañía no tuvieron el talento y la capacidad para mantener su partido unido y se desquebrajó. Entonces, ¿podrá Anaya unirlo…? Verbo tiene. Le va a tomar mucho tiempo, esfuerzo y talento y que el senador Corral ceda un poco y le den el lugar a Margarita Zavala el lugar que le corresponde. Tendrá que trabajar mucho para logra la regeneración que pregona. ¿Podrá?

El PRD, la tercera fuerza, está buscando su recomposición total y en la segunda quincena de septiembre tendrán su Congreso Nacional para reelegir la nueva dirigencia de la que suena el diputado Fernando Belaunzarán Méndez —talentoso parlamentario—; los senadores Armando Ríos Pitter, Zoe Robledo y algún otro. Mientras la izquierda mexicana no se una —reúna— su papel deja mucho que desear. Fragmentados no son fuerza importante, en cambio unidos pueden hacer temblar al más pintado. Las tribus —las corrientes internas que luchan por prevalecer y mandar— deben desaparecer y hasta que no haya un liderazgo fuerte que convoque a la transformación del partido y luego convoque a los demás partidos afines para que juntos se vuelvan una verdadera oposición para que desde allí emerger y buscar gobernar en una coalición de izquierda y hasta con el mismo PAN y sumando a organizaciones de la sociedad civil, Movimiento Ciudadano incluido.

El Partido Verde que es la cuarta fuerza —sus votantes y votos ya cuentan a la hora de la hora— y aunque aliado del PRI, Beltrones va a tener que tener cuidado para fortalecer su alianza pues no puede olvidar que los enanos crecen…

El propietario de Morena, Andrés Manuel López Obrador no parece poder cambiar su modo. Su verdadera fuerza está en el hartazgo ciudadano de millones de decepcionados de los gobernantes actuales —que presentan muy malas cuentas— y así podría llegar a la Presidencia, si las cosas no se componen… ¡Aguas!

Como están las cosas, dicen los expertos que podríamos elegir un presidente que tenga menos del 25% de la votación total y ello puede ser el caos. Poco o nula gobernabilidad. Aunque todavía es tiempo para que se aprueben cambios significativos en la legislación electoral: la segunda vuelta para que nuestro próximo presidente llegue legitimado producto de coaliciones democráticas.

Y la última sorpresa es la designación Miguel Basañez como embajador plenipotenciario en nuestro país vecino, socio comercial y la nación más poderosa que existe en la faz de la tierra. Se dice que el cargo equivale a una secretaría de Estado y a pesar de que aparentemente Miguel tiene poca experiencia diplomática me parece —lo conozco bien— que se mueve como pez en el agua en ese terreno y sin duda, va a hacer un gran papel. La pregunta es hasta dónde podría influir en todo lo que se avecina o mi imaginación rebasó la realidad. Al tiempo..

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