Presten atención a sus acciones, no a sus palabras

"Bailo tango, masco chicle, pego duro y tengo viejas de a montón ¡¡¡Tururuuuu!!!” Juan Camaney Percibo un Pandemónium (todos los demonios) en el país, nos...

31 de marzo, 2020

Enrique Fernández

“Bailo tango, masco chicle, pego duro y tengo viejas de a montón ¡¡¡Tururuuuu!!!”

Juan Camaney

Percibo un Pandemónium (todos los demonios) en el país, nos estamos convirtiendo en el paraíso perdido. ¿El culpable? Una horda de microorganismos herederos de las glorias del Imperio Chino de Yuan Shikai que han invadido todo el orbe y por supuesto nuestro México lindo y querido, no podría ser la excepción.

Se nos dijo con tiempo, sabíamos que venía está invasión, vimos cómo muchas grandes potencias se doblegaban ante el microscópico invasor, vivimos en tiempo real la destrucción y el caos creado por estas hordas orientales, el desastre creado no tiene paralelo en la historia conocida.

Ante este panorama Dantesco, lleno de incertidumbre y cargado de malos augurios, nuestro gobierno federal o no supo por dónde empezar o creyó esas pamplinadas que circulan en las redes de que el Covi-19 es un invento de China y Estados Unidos para acabar con toda la economía del tercer mundo y apropiarse fácilmente de las riquezas de México o simplemente fueron indolentes e irresponsables.

¡No hagas cosas buenas que parezcan malas! Dicen las abuelas.

¿De qué se trata este jueguito perverso entre el dr. Hugo López-Gatell y el presidente? El primero dice: ¡No salgan de casa! y afirma que el presidente es inmune, gracias a su escudo moral. El segundo, por fin terminó a regañadientes y por YouTube, su canal de más baja exposición (no uso Facebook, ni Twitter, mucho menos una cadena en red nacional) invitando al pueblo a que no salga a la calle y se quede en casa y, entre líneas, culpándolo de las consecuencias de este pandemia.

Un par de días después vemos al presidente negándose a que le tomen la temperatura en el aeropuerto de Tijuana y acusando a quien lo señala que debe ser un ejemplo para todos de provocador, y para rematar, el domingo va y saluda de mano a la mamá del “Chapo” en pleno Badiraguato, Sinaloa, (Badiraguato también es conocido como Marihuanato en ese estado), pero al hacerlo, primero rompe el protocolo que el dr. Hugo López-Gatell y SusanaDistancia y la publicidad oficial suplica que hagamos. Segundo, tutea a la señora, la saluda como una vieja amiga, en un grado de intimidad inédito. Tercero, le dice que ya recibió su carta. ¿Desde cuándo mantiene comunicación el presidente con la familia Guzmán? ¿Y para qué? ¿Por qué esas relaciones peligrosas? Y no es nada contra una madre afligida por su hijo, eso se entiende, la crítica es porque el presidente no tiene la misma empatía por las mujeres que claman justicia por al aumento de los feminicidios, por los niños con cáncer, por la familia LeBarón o por miles de víctimas de la injusticia y la violencia en este país. Cuarto, ¿por qué ha visitado más veces a Badiraguato que Monterrey? Quinto, ¿cuál es la urgencia de ir a Badiraguato a supervisar una carretera perdida en la sierra, el mismo día del cumpleaños de Ovidio y con la contingencia nacional del coronavirus? ¿No es más importante atender la emergencia sanitaria? En la política no hay casualidades, el encuentro fue acordado con tiempo y autorizado por el presidente al igual que la grabación del video del saludo y su distribución. ¿Es un mensaje para el “Chapo”? ¿Quieren poner un nuevo distractor a tanto caos?

Por lo pronto el presidente no escucha ni entiende razones y piensa que si se guarda unos días los conservadores le arrebatarán mando del país. Su obsesión por el poder es tal que está siendo su ruina. Y como Juan Camaney hace lo que le pega la gana, imparable y enfrascado en su egoísmo y absorto en su soberbia: es una mezcla fatal.

Por primera la aprobación del presidente baja del 50%, está en 49.6% gracias a su falta de empatía. Es pueblo bueno y sabio cambia de opinión.

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