La 4T, enferma de Parkinson

Hoy se cumplen 15 días de que los demonios se desataron en Culiacán y aún no tenemos información clara, al contrario cada vez que el...

31 de octubre, 2019

Enrique Fernández

Hoy se cumplen 15 días de que los demonios se desataron en Culiacán y aún no tenemos información clara, al contrario cada vez que el gobierno federal trata de aclarar las cosas se enreda más. En la mañanera de este jueves, por tercer día consecutivo el tema sigue siendo la detención y liberación de Ovidio que deja más dudas que respuestas y nos dicen que no querían más daños colaterales (como les llamaban los neoliberales) pero omiten hablar de las 18 personas que murieron y de los más de 20 que resultaron heridos (esas víctimas, ¿no son un daño colateral?), por un operativo según ellos precipitado y mal planeado. Entonces ellos son los culpables porque le dieron de palos al avispero a lo tonto, igualito que en los tiempos de Calderón (¿cuál es la diferencia que tanto pregonan?), y además ¡juran que el presidente no lo sabía!

Por favor, cuando menos no quieran vernos la cara. Porque mientras siguen enredándose en esa historia, ya empieza a hacer agua la economía, la violencia crece y el empleo decrece, ayer se dio a conocer que 22 estados no crecieron, tres cuartas partes de México están atoradas y abandonadas.

Aún no acabamos de ver todas las repercusiones del operativo fallido en Culiacán pero cuando el presidente ataca con más ahínco a la prensa en lugar de la delincuencia, algo está mal, cuando los únicos que felicitan al gobierno por el operativo fallido son los familiares de Ovidio, algo no está bien, cuando las autoridades se ponen tristes por la condena del Chapo en E.U. Por algo ha de ser.

Los problemas ya están rebasando a la 4T, que a punto de cumplir un año, cada día luce más confundida, enredada en el discurso y la dialéctica diaria del presidente y en culpar a pasado, sin asumirse como quien toma las decisiones. Lo que pasa en México, bueno o malo es responsabilidad del presidente y es su obligación estar informado para decidir correctamente, lo demás es solo verbo, discurso.

Por más que intento recordar lo bueno, algo que haya cambiado para bien en este año, no encuentro nada, no puedo ver alguna luz, algún destello al final del túnel, no alcanzo a ver los logros de la Cuarta Transformación.

¿Estoy tan mal informado? ¿Sólo me informo en medios fifís? La gente cercana que se ha quedado sin trabajo por las acciones de la 4T ¿me está mintiendo? Cada semana que asaltan al Oxxo de la esquina, ¿lo inventan?

A la 4T le están creciendo los enanos, el tiempo les empieza a pasar factura de sus desiciones.

Por fin arrancó Santa Lucía y su bienvenida se la dan Delta, Aeroméxico y Latam que afirmaron que no usaran ese aeropuerto por inseguro y la IATA declaró que en ningún momento se les ha consultado sobre la viabilidad del proyecto.

Dos Bocas, la discutida refinería construida en ¨suelo firme¨ en el húmedo Tabasco, se inundó y nadie dijo nada. El crecimiento económico esta prácticamente en cero, muy lejos del crecimiento neoliberal promedio del 2%. El número de asesinatos va en aumento, ya superó las cifras de los gobiernos anteriores casi al doble (ojalá así estuviera el crecimiento económico).

En el rescate de Pemex ya se perdieron más de 170 mil millones.

Un ejemplo más: Morena es un desastre envuelta en pleitos y envidias, si el presidente no puede poner orden con sus leales, ¿cómo piensa poner en orden al país?

La 4T está enferma de Parkinson, pues la mente quiere hacer una cosa pero simplemente el cuerpo no le obedece y cada músculo, nervio, órgano se conduce como le viene en gana, porque las células nerviosas (neuronas) no son capaces de conducir suficiente información y dopamina y eso genera temblor, rigidez, lentitud de movimientos y problemas severos de coordinación y movimiento y en la medida que avanza, los síntomas empeoraran y aún las más simples labores se vuelven una tarea titánica.

¿Alguna semejanza con el actual gobierno?

Aún están a tiempo de corregir sus acciones hacia el México que necesitamos ¡no el que ustedes quieren!

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