Imaginemos que en unos días Enrique Peña dará su primer informe de gobierno como presidente de la República.
Imagina que te va a decir que tuvimos un crecimiento del 0%, que aumentó el desempleo y que incluso en julio la generación de empleo formal disminuyó 69.4% y la inversión disminuyó en ciento setenta mil millones de pesos, nos dirá fuerte y claro que no enfrentó a Trump que mejor convirtió a todo el país en el discutido muro y se puso al ejército a detener migrantes.
Imagina que afirme con grandes gesticulaciones y con sonrisa socarrona que quitó los apoyos a madres solteras y guarderías, que con la ciencia se le acabó la paciencia y prácticamente dejó sin dinero al Conacyt, después te informa que detuvo un aeropuerto que tenía un gran futuro y que se ufane de que pagó además por no terminarlo y que en su lugar planea hacer otro con un cerro en medio, lo hará a pesar de que quienes saben de aeronáutica le han dicho que no es viable.
Imagina que un día declaró que si por él fuera desaparecería al ejército y que la Guardia Nacional iría ocupando su lugar, que no ataca a los narcos porque también son pueblo, imagina que presume que le bajó el sueldo a los funcionarios mayores y que el titular de la CFE resultó ser un excelente corredor de bienes raíces, también se empeña en culpar de todo lo malo al pasado.
Imagina que te dice que en este año ya no quiso vivir en los Pinos y que mejor decidió vivir en un palacio, como un rey.
Que el avión presidencial siempre no se vendió y que cuesta tenerlo estacionado en EU echándose a perder 452 millones de pesos.
Imagina que dice que en su primer año aumentó 9.2% el número de feminicidios.
Imagina que el número de homicidios aumentó casi un 8% en un año, como nunca y que la corrupción en el sistema de justicia genera una impunidad insólita, te dirá que todo está más caro pero que vamos bien.
Imagina que en un copetazo le pone apodos a los que no están de acuerdo con él y que casualmente periodistas como Sergio Sarmiento, Jesús Martín Mendoza y a Carlos Loret de Mola han sido despedidos de sus empleos.
Imagina que te dice que no está a favor ni en contra de la ley Bonilla en Baja Californa que le permite al recién electo gobernador del estado, Jaime Bonilla Valdéz ampliar su mandato de dos a cinco años.
Que alivio que este solo es un ejercicio imaginativo y que la realidad sea tan diferente.
México, empobrecimiento inexplicable
“Lo urgente es sinónimo de efímero y lo efímero jamás es importante”. John le Carré Este gobierno se ha...
julio 23, 2020
Gobernar con la mentira
“Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver.” -Proverbio judío Ya estamos acostumbrados a que...
julio 15, 2020
Pudo más la esperanza que la lógica y el hartazgo que la razón
En menos de 20 minutos, después de las 8 de la noche, la elección ya estaba resuelta. Meade y...
julio 3, 2020
Un autócrata disfrazado de liberal
El autócrata es un tipo de líder que está marcado por la falta de libertad comunicacional y de movimientos...
junio 18, 2020