El diablito y los puentes

“No podemos negociar con aquéllos que dicen, lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable.” John F. Kennedy. La vida...

7 de febrero, 2020

Enrique Fernández

“No podemos negociar con aquéllos que dicen, lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable.”

John F. Kennedy.

La vida en todas sus formas encierra un complejo sistema para existir, desde un microbio hasta la ballena azul.

Toda forma de vida cumple con un proceso inevitable, universal: Nacer, crecer, reproducirse y morir.

La vida se basa en el equilibrio para cumplir con este ciclo y cuando por alguna razón algún miembro de un ser vivo se desarrolla más que otra se rompe la perfección, pasa a la anormalidad y empiezan los problemas que traen consecuencias a lo que pudo ser una vida normal.

Algo parecido está sucediendo en México, que enmarcado en el ciclo de la vida de las naciones está saliendo de la niñez y entrando en la adolescencia, pues apenas tenemos 210 años de independencia y cerca de 500 de la conquista española, así que si lo comparamos con los 5,800 años que tiene China pues somos casi unos niños.

Y como buen país adolescente no sabemos que queremos, aún no somos capaces de ver las cosas con madurez y seguimos pasando por rabietas, caprichos y demás actitudes de un joven con una enorme carga hormonal y es por ello que cambiamos de parecer cada 6 años buscando su camino, así que lo que sucede en México bien se le puede considerar normal.

Sin embargo esto no debería de ser una excusa, pues nuestro vecino norteño, la economía más fuerte del planeta, es un poco más joven que nosotros y ha tenido un crecimiento exponencial y domina gran parte del globo terráqueo.

¿Cuál es la diferencia? ¿por qué ellos si han crecido tanto, si también son casi unos niños? Las respuestas a esas preguntas son complejas y van desde el origen de cada nación hasta una mentalidad práctica y comercial, soportada en la fuerza de las armas como medio de subsistencia y crecimiento.

En definitiva, alcanzar esos niveles de desarrollo nos va a costar muchas generaciones más, mucho tiempo. Porque no hemos entendido que los objetivos supremos de una nación son más importantes que los particulares, porque no somos capaces de tener empatía por quienes menos tienen y vivimos más de acuerdo a lo que nos conviene en lo personal que en lo colectivo, pero sobre todo por que la política es vista como un medio para lograr las metas personales de quienes integran los gobiernos que el tan llevado y traído espíritu de servicio.

¿Cuál será el dialogo interno del presidente en esos momentos de soledad? ¿qué pasará por su mente?

¿Por qué nos habla del diablito que le sugiere hacer enojar sus enemigos? ¿que sentirá cuando se entera de que las cosas no andan bien?

En los hechos las cosas no marchan bien y asombra que el presidente en lugar de hablar de crecimiento sugiera cambiar la medición de los standards de vida para demostrar su hipótesis de que somos un país feliz, feliz, feliz. No entiendo que beneficio puede traer quitar los puentes vacacionales por las diversas fechas históricas, ¿qué se gana con eso? ¿tiene algún beneficio para el crecimiento?

Estamos hablando de millones de vidas que dependen de desiciones presidenciales o legislativas que nada más no se toman y se patea el bote y se prometen respuestas pero en los hechos perdemos el tiempo en temas banales.

Sin rodeos, sin clases de historia, sin culpar a quienes ya sabemos que son culpables e impunes.

¿Cómo piensa Sr. Presidente resolver lo importante? -0-1% de crecimiento, -7.2% de producción petrolera, -8.7% de inverisón fija, -48% de creación de nuevos empleos, -52.2% en inversión en salud, casi 40 mil homicidios, casi 2 mil secuestros, entre muchas cosas mas…

No quite los puentes, construya muchos puentes para crecer, únanos, invítenos a crecer, a pensar en grande y por favor haga a un lado temas que no pasan de ser trending topic unos días en las redes sociales. ¡Sr. Presidente pase a la historia por lo que hizo, no por lo que dejo de hacer…!

Comentarios