Trump empieza a renegar algunas promesas

A menos de una semana de haber sido electo como el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha...

14 de noviembre, 2016

Eduardo Ruiz-Healy

A menos de una semana de haber sido electo como el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha venido demostrando que fueron falsas muchas de las promesas que hizo como candidato. Después de haberse comprometido a hacer muchas cosas que, en el corto, mediano o largo plazo dañarían a su país y al resto del mundo, ahora declara que sí cumplirá, pero aparentemente no del todo, con su palabra.

Por ejemplo, dijo que iba a “drenar el pantano”, refiriéndose a no depender de los políticos de carrera que hay en Washington, DC, ciudad supuestamente construida sobre un pantano, y ayer mismo nombró a un político de carrera, el presidente del comité nacional del Partido Republicano, Reince Priebus, como su Chief of Staff o jefe de gabinete. Abogado de 43 años de edad, Priebus fue presidente del Partido Republicano de Wisconsin (2007-11) y después del comité nacional (2011-16) y es un republicano conservador cuya ideología en poco se asemeja a la del ex demócrata y neo republicano Trump. ¿Por qué fue designado? Probablemente por su amistad con el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, de quien en gran medida dependerá que muchas de las iniciativas trumpianas sean aprobadas por ese órgano legislativo.

Otro ejemplo: el presidente electo prometió que el primer día de su mandato anularía el Obamacare, el plan de salud de Barack Obama aprobado en marzo de 2010 por la entonces mayoría demócrata del Congreso estadounidense. Ahora, Trump señala que algunas partes del Obamacare no son tan malas y que no serán anuladas sino incorporados a su plan de salud. Es probable que siempre supo que eliminar de un solo golpe el plan de salud vigente es imposible y que dejaría sin cobertura a unos 20 millones de estadounidenses que gracias al Obamacare cuentan con un seguro de salud por primera vez en su vida.

¿Recuerdas su promesa de construir un gran y bello muro en la frontera México-Estados Unidos y que nuestro país pagaría por su construcción? Pues ayer, en una entrevista de televisión que le concedió al programa 60 Minutes en la cadena CBS, Trump pareció estarse echando para atrás. Al ser cuestionado sobre el tema dijo que, en algunos lugares, el muro más bien sería una barda y que “en algunas áreas, un muro es más apropiado”. Sobre este asunto, uno de los vicepresidentes de su comité de transición, el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, dijo en otra entrevista que lo del muro fue “una gran estrategia de campaña”, dejando entrever que nunca fue una promesa seria y económica, legal y técnicamente factible.

Con tal de ganar la elección presidencial del jueves pasado, Donald Trump prometió lo que los electores que por él votaron querían escuchar. Ahora, deberá explicarles a los votantes las razones por las cuales no habrá un gran muro, por qué sí se mantendrán algunos aspectos del Obamacare y por qué se ha rodeado de los políticos que tanto criticó durante más de un año.

El próximo presidente de Estados Unidos es un demagogo mentiroso. Habrá que ver cuáles serán sus nuevas mentiras.

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