Noche no apta para cardiacos

Escribí esta columna mientras veía en el canal estadounidense de televisión CNN como se iban anunciando los resultados de...

9 de noviembre, 2016

Eduardo Ruiz-Healy

Escribí esta columna mientras veía en el canal estadounidense de televisión CNN como se iban anunciando los resultados de las elecciones efectuadas ayer en Estados Unidos. Al terminarla aún no se definía quien ganaría la elección presidencial. Cuando estés leyendo esto los resultados serán conocidos en todo el mundo.

Hay que envidiar el sistema electoral estadounidense, en donde, a diferencia de lo que ocurre en México, los resultados de la votación de cada condado se van conociendo conforme se van contabilizando los votos. Es decir, no es necesario esperar a que concluya el conteo para conocer quien ganó determinado condado o estado.

La manera en que se fueron dando a conocer los resultados de Florida, Virginia y otros estados resultó ser no apto para quienes no aguantan las emociones fuertes. De repente Hillary Clinton llevaba la delantera y minutos después iba ganando Donald Trump, y así siguieron dándose los resultados durante horas hasta que se definió el ganador.

Al momento de concluir esta columna el republicano aventajaba a Clinton en varios estados clave, como Florida, Virginia, North Carolina, New Hampshire y sumaba 136 votos electorales contra los 104 que acumulaba su rival demócrata. Sin embargo, faltaban horas para que alguno de ellos acumulara a su favor el número mágico de 270 o más de los votos electorales necesarios para ganar la presidencia.

Termino de escribir esto y sigo viendo cómo se van dando los resultados en una noche que no es apta para cardiacos. Y menos si éstos son mexicanos.

Espero que cuando leas esto sepamos que la triunfadora de anoche fue Clinton. Me aterra la idea de ver llegar a un presidente Trump a la Casa Blanca.

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