Para leer la primera parte, haz click aquí. 

En días recientes, el presidente de la República acaba de emitir un decreto, en donde, después de una larga serie de condiciones y consideraciones prohíbe las máquinas tragamonedas en los casinos autorizados del país lo cual, francamente me dejó… anonadado. ¿Será que el gobierno se está volviendo conservador?

Al parecer, con esta acción, la Secretaría de Gobernación está tratando de regular y restringir la operación de esta actividad. Leí que no quieren que los jóvenes se vuelvan adictos. Realmente en los casinos autorizados que conozco, las máquinas tragamonedas son frecuentadas por señoras que se entretienen y está prohibido la entrada a estos “centros de entretenimiento” a menores de edad. Lo que sí se necesita combatir es la gran cantidad de pequeñas accesorias o changarritos en donde la juventud apuesta en efectivo, en las máquinas tragamonedas instaladas que operan tan campantes en todo el país.

En mi opinión, lo que realmente se necesita es promulgar una nueva Ley de Juegos con Apuesta, pues la vigente la dictó Matusalén en 1947. 

La historia reciente es la siguiente: muchos años más tarde, en 2004, cuando Santiago Creel fue secretario de Gobernación con el presidente Vicente Fox, promulgó un Reglamento de la Ley que se mantuvo por 57 años sin reglamentación. En realidad, este instrumento fue concebido para autorizar los casinos, en contra de lo que dicta la misma vetusta Ley. 

El artículo primero de ese ordenamiento es claro: “Quedan prohibidos en todo el territorio nacional, en los términos de esta Ley, los juegos de azar y los juegos con apuestas”.

Y luego, en el artículo 2 se determina que se permite. No a las ruletas, póker, etcétera, que sí se juegan en los casinos. El nuevo reglamento consiguió generar una controversia constitucional de parte de los diputados, que no prosperó. ¿Por qué no creó y concibió don Santiago Creel una nueva Ley? ¿Sería para otorgar permisos a modo y conservar la discrecionalidad en toda la potente Industria de Juegos con Apuesta?

A lo largo de los años he sido testigo de que ha habido intentos para regular los Juegos con apuesta, con una nueva disposición. En 1995, la Cámara de Diputados, organizó “Un Foro de Consulta de Sobre la Operación de Casinos” en Huatulco, Oaxaca, en donde presentamos una ponencia intitulada “Las Carreras de Caballos en México, Experiencias y Realidades”, con la finalidad de contribuir a la formación de esa Ley y como propuesta en sus primeras consideraciones sugerimos: “Como seguramente de estas consultas, se obtendrán las bases para establecer una nueva legislación y reglamentación para la industria del juego en nuestro país y siendo la industria hípica mexicana de carreras de caballos con apuesta un sector importante de esta actividad deberá estar incluida en la misma”.

De hecho, a ese foro asistió el licenciado Lic. Miguel Torruco Marqués, actual secretario de Turismo Federal.

Años más tarde, en 2014, la Cámara de los Diputados creó una Comisión Especial para “Indagar el Funcionamiento de las Instancias del Gobierno Federal Relacionadas con el Otorgamiento de Permisos para Juegos y Sorteos”, que se celebró en Guadalajara, en donde nos invitaron a participar —hasta con boleto pagado— y presentamos una nueva ponencia en la cual propusimos la creación de una “Comisión Nacional del Juego” que debería ser formada por funcionarios profesionales, íntegros y completamente autónomos de las empresas permisionarias autorizadas por la Secretaría de Gobernación.

La Comisión Nacional del Juego regularía todas las actividades relacionadas con la apuesta como son casinos, carreras de caballos y de galgos, frontones (Jai Alai), libros foráneos, agencias de apuesta, palenques (peleas de gallos), etcétera.

El último intento para crear una nueva Ley de Juegos y Sorteos fue este mismo sexenio; la propuso la ex secretaria de Gobernación, doctora Olga Sánchez Cordero pero con su dimisión, el proyecto no prosperó.

Así pues, a finales del sexenio de don Andrés Manuel Lopez Obrador y con la llegada de Luisa María Alcalde al frente de la dependencia, se vuelve a insistir en pequeños cambios en la actividad que vaya que se ha transformado, pues ahora juego con apuesta existe en muchas modalidades, sobre todo la apuesta en línea, donde se juegan sobre todo deportes y la Industria que crean las carreras de caballos ha tenido que ingeniárselas para sobrevivir. Como dice el clásico, no es lo mismo conectar una máquina china, tragamonedas a la corriente eléctrica que criar un caballo de carreras. Por ello, en la legislación del estado de New Mexico, en el vecino país del norte, lo que las señoras juegan en las tragamonedas, un porcentaje contribuye a los premios de las carreras de caballos y así han logrado tener muy buenas bolsas para los que hacen posible el espectáculo. 

Innovar es lo que la Dirección General de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación debe procurar para aprobar una nueva Ley de Juegos con Apuesta y así obtener una Industria del Juego bien regulada y que contribuya con su verdadero propósito social: crear empleos.