La Dirección General de Juegos y Sorteos, ¡¡Trabajando!!

"Es más rajado que una tabla" dicen en mi rancho. ¿Quién será?

14 de octubre, 2022

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

La Dirección General de Juegos y Sorteos

El pasado jueves 29 de septiembre tuvimos una reunión con el licenciado Manuel Marcué Diaz, director general de Juegos y Sorteos (JyS) de la Secretaría de Gobernación y después de informarle nuestras inquietudes y lo que sucede en el Hipódromo, nos participó lo siguiente:

1 Está esperando a que la Dirección Jurídica de la Secretaría, le otorgue el visto bueno para que se aprueben los cambios del Reglamento de la Ley de Juegos y Sorteos para así crear una nueva Asociación Civil para que sea la nueva autoridad hípica.

2 El director se encuentra evaluando, para determinar quién formará parte del Consejo Directivo, ante las propuestas que hemos hecho las asociaciones que hemos participado propiciando estos cambios.

3 Nos propuso que nos pusiéramos de acuerdo con las otras personas que ha entrevistado ─los que supuestamente tenemos el mismo fin: rescatar la hípica─ y que nos podría recibir inmediatamente para resolver la propuesta, que en conjunto le presentemos y darle trámite al asunto.

¡Caray, qué gran oportunidad!

Precisamente esa mañana, antes de la entrevista, me contactó Javier Rosique ─mandamás de la Asociación Cuarto de Milla─, pues me había invitado a comer. Lo invité a que fuera con nosotros a Gobernación, pero tenía compromisos adquiridos. Así pues, después de la reunión en Juegos y Sorteos me fui a comer con Javier, de acuerdo con la invitación que me había hecho. Después de tres horas de compartir y al final discutir quién pagaba ─a qué canijo restaurant tan caro (la Gruta del Edén, en Polanco)─ democráticamente dividimos la cuenta. La pasamos bien. Durante la comida y la charla volvimos a plantear qué deberíamos aprovechar la “oportunidad única que nos brindaba la autoridad reguladora”, es decir, la posibilidad de tener una autoridad hípica como Dios manda. Y “Dios manda” que éste nuevo organismo ─la nueva Comisión─ sería integrada por personas conocedoras, intachables y, sobre todo, sin ligas con la empresa permisionaria. ¡Ah…! de acuerdo con la idea del director general que no tengan ligas con caballos en competencia por eso del “conflicto de interés”, lo cual nos parece que es indispensable.

Le propuse que enviáramos un “comunicado conjunto” con estas bases:

“En la reunión que sostuvimos ayer, los que firmamos este comunicado, estamos de acuerdo en proponer que el Consejo Directivo (de la nueva Comisión) podría formarse con 5 o 6 personas para desempeñar esta actividad por un período de tres años; nombrar entre ellos un “comisionado internacional” y ellos determinarán quien será el secretario técnico. Pensamos que los entrenadores y jinetes no se integren a la misma por ser ellos los principales individuos que hay que vigilar y sancionar en su caso. No es discriminación, de todas maneras, van a existir las instancias para que ellos sean escuchados y poner a salvo todos sus derechos.”

“Así pues, la disyuntiva es a quién proponer como los primeros integrantes del Consejo Directivo para que formen esta nueva asociación, quién se encargará no solo de vigilar y sancionar lo conducente, sino como un siguiente paso, promover el rescate y desarrollo acelerado de toda la actividad hípica en el país, que tiene un potencial enorme”.

“Por lo anterior, las personas que pueden integrar este primer Consejo Directivo podrían ser determinados por su experiencia y su curriculum, quienes no tendrán ligas con la permisionaria ni por el momento, caballos participantes para evitar algún conflicto de interés”.

Por supuesto, le pregunté a Mr. Rosique quiénes estaban postulando para integrar el primer Consejo Directivo. Me respondió que entre ellos había un notario. Cuándo una persona no quiere responder una simple pregunta, pues ¿algo esconde? ¡Es secreto de Estado!

Quedó en que iba a proponerle a sus aliados la idea de mandar el “comunicado conjunto”, pues ¡No se manda solo! y pues… sigo esperando. La oportunidad de reunirnos todos los representantes de los caballistas, con el director de la autoridad reguladora se perdió, cuando menos por el momento. Cómo soy mula vieja y tantos años de conocer el psiquismo de los caballistas, le informé inmediatamente al director Marcué, quién estaba al tanto de la reunión que tuve con el tabasqueño, lo siguiente: “ante la falta de respuesta y consenso con los otros interesados, los tendría que designar usted, determinados por su experiencia y su curriculum…”.

Por otro lado, me enteré de que, con sus aliados, estos son los que dirigen la Agrupación de Caballistas, el señor Francisco Musi y Claudito Álvarez que siguen sin darle cuentas a nadie, junto con la empresa permisionaria, quien está de acuerdo con formar una nueva “Comisión”, quieren proponerle a la Dirección de Juegos y Sorteos “algo”, pues todos unidos es mejor. ¿Nos invitarán a participar?

La nueva Comisión entraría en funciones para la temporada del año que entra, pues tienen un contrato anual firmado con la Comisión Mexicana del licenciado Manuel Pacheco. El señor director nos informó que la oficina a su cargo va a negociar los premios para la temporada 2023. Quiero suponer que la nueva Comisión debe estar formada este mes, pues es la que debe autorizar la próxima temporada de acuerdo con la cláusula décima primera del permiso vigente. ¿Será que el permiso original ya no es el vigente?

Nuestra idea es que tantas personas que la actual “Comisión Mexicana” ha castigado y suspendido imponiendo multas impagables, se les dé una amnistía y puedan volver a ejercer sus funciones.

En cuanto a la idea que el Ejército Nacional tome la operación del Hipódromo un amigo me comentó: ¡Gran idea: “El Hipódromo del Bienestar”!

Ahora estoy viendo el programa de carreras del domingo próximo: en la primera carrera se ofrece el Clásico J. Merced Gómez Orozco, padre de la “Jefa”. Caray, competencia muy desairada, solo cuatro participantes (dos del mismo dueño) y nuevamente los caballistas aportan más para el premio que la empresa ¡De pena ajena!

¡Qué hípica…! gritaría mi amigo uruguayo, Carlos Arteaga, que tienen una hípica envidiable.

Agradezco que hagan sus comentarios en el portal en donde se publica este texto.

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