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¿Y los Biocombustibles?

Viajemos al año 2035. En mi visión serán las 6:00 de la mañana. Me levantaré para el quehacer diario semanal, encenderé la pantalla o leeré...

4 de junio, 2015

David Durán Tovar

Viajemos al año 2035. En mi visión serán las 6:00 de la mañana. Me levantaré para el quehacer diario semanal, encenderé la pantalla o leeré alguna especie de periódico electrónico para luego tomar un baño por quizá 3 minutos a través de alguna regadera automática. Llevaré a los hijos a la escuela y pasaré horas en las congestionadas calles de la ciudad cuando algunas personas trabajarán desde casa. Será un mundo en donde el aire se habrá convertido en veneno para los seres vivos, la luz del sol no resplandecerá como solía y su radiación incrementará los casos de cáncer de piel. La producción de alimentos no será suficiente para abastecer a la población mundial que, en su gran parte tendrá problemas de desnutrición. Pocos matrimonios procrearán hijos y las ofertas de trabajo serán reducidas porque muchos oficios y profesiones habrán desaparecido.

En 20 años aún no veremos vehículos que no dependan totalmente de algún tipo de combustible fósil Los vehículos eléctricos seguirán siendo caros para el común de la población, mientras que los híbridos serán más accesibles; aun así tendremos que ir a cargar gasolina o diesel. El petróleo escaseará, la producción mundial no será suficiente para cubrir la demanda, Estados Unidos usará sus reservas acumuladas de años atrás, México exprimirá hasta la última gota de petróleo que encuentre y Asia y Europa prohibirán a las armadoras comercializar vehículos ligeros de 6 y 8 cilindros.

Para ese entonces, el descuido de la humanidad habrá provocado que muchas especies, selvas y bosques hayan desaparecido. La Tierra nos cobrará la factura por el desinterés y la falta de compromiso de los líderes mundiales y los grandes grupos empresariales, que por avaricia no desarrollaron oportunamente fuentes de energía renovables.

Volviendo al presente, actualmente existe una polémica internacional sobre la producción de biocombustibles, algunos sectores consideran como pecado cosechar plantas para fines no alimenticios, otros los miran como una alternativa económica y viable que reduce considerablemente las emisiones de dióxido de carbono.

Los biocombustibles son una fuente de energía renovable que generan emisiones más limpias, con algunas modificaciones en los motores actuales de combustión interna (Diésel y gasolina) se pueden emplear en cualquier vehículo, y si se producen a gran escala serán accesibles. Provienen de una mezcla de sustancias orgánicas hecha a través de un proceso biológico y químico, para su elaboración se emplean especies de uso agrícola tales como el maíz, caña de azúcar, girasol, eucalipto, o el pino, o también se producen a través de aceites naturales como grasas de animales, aceites vegetales, o la grasa merma de los restaurantes.

A partir de esa mezcla se produce el biocombustible y en algunos casos se combina con gasolina o diésel. El biocombustible que reemplaza al Diesel se le denomina Biodiesel, y en el caso de la Gasolina se le llama Etanol o Bioetanol.

Los biocombustibles no aumentan la potencia del motor, simplemente reducen las emisiones contaminantes, e incluso pueden generar emisiones más limpias que un vehículo híbrido. Algunos de los motores actuales de GM, Ford, Volvo, VW, entre otros, fueron diseñados para ser compatibles con estos combustibles que no requieren de modificaciones adicionales

Cuando se habla de Biodiesel, se usan abreviaturas que indican el volumen de concentración del biocombustible en la mezcla. Por ejemplo, B100 indica que es una mezcla 100% rica en biodiesel, B5 se refiere a que la mezcla contiene 95% Diésel común y 5% Biodiesel. En el Bioetanol, es similar (E10 es una mezcla del 10% Etanol y 90% de gasolina). Con el empleo de Bioetanol se pueden producir combustibles con un octanaje mucho más alto que la gasolina común.

Estados Unidos, algunos países de Europa, Brasil, China e India son países que actualmente producen a pequeña escala biocombustibles para su mercado interno. Recientemente Chile se encuentra interesado en impulsar su producción. ¿México para cuándo? Se comenta mucho de los beneficios que traerá la reforma energética, no discutiré sobre ello. Mientras tanto, cuando nuestro país no es capaz de producir por sí mismo sus propios combustibles pocos hablan o dejaron a un lado la posibilidad de impulsar el desarrollo de Biocombustibles. ¿Y Usted qué opina?

Foto: Ford Focus experimental de Bioetanol

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