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El legado de la Fórmula 1

Desde sus orígenes en las carreras llamadas “el Gran Premio de Francia” de 1894, hoy en día la Fórmula 1 representa el máximo premio dentro...

5 de noviembre, 2015

David Durán Tovar

Desde sus orígenes en las carreras llamadas “el Gran Premio de Francia” de 1894, hoy en día la Fórmula 1 representa el máximo premio dentro del mundo automovilístico. Las escuderías y armadoras de vehículos que ahí participan invierten cantidades multimillonarias para el desarrollo tecnológico de sus vehículos monoplazas. Los vehículos y pilotos deben apegarse al reglamento de la F1, que es elaborado por la Federación Internacional de Automovilismo.

Muchos de los avances tecnológicos que se han desarrollado por las escuderías que compiten se han ido incorporando a los vehículos comerciales. El sistema de frenos es uno de ellos, inicialmente los frenos de disco fueron creados para los vehículos F1 debido a que demandaban una capacidad de frenado superior a la que ofrece el freno de tambor. Otros sistemas complementarios como el ABS y el Control de tracción y estabilidad también fueron inicialmente diseñados y probados en los vehículos F1 años antes de que se incorporaran a los vehículos comerciales.

Gracias a la F1 los motores que emplean los vehículos actuales cuentan con mejoras en sus mecanismos para obtener un mayor caballaje. El principal cambio está en la cabeza del motor, en ella se albergan las válvulas de admisión y de escape que anteriormente eran accionadas por un árbol de levas que se ubicaba dentro del monoblock de cilindros. Para los motores F1, la posición del árbol de levas se modificó y se colocó dentro de la misma cabeza, se porta un árbol para cada tren valvular, uno para las válvulas de admisión y otro para las de escape. Dentro de la F1 aparecieron los primeros motores con cuatro válvulas por cilindro, mientras que los vehículos comerciales aún contaban con dos válvulas por cilindro. Actualmente los vehículos cuentan con motores de cuatro válvulas por cilindro y uno o dos árboles de levas.

La inyección electrónica de combustible es otro legado de la F1, esta tecnología inició en los vehículos F1 y permite que los motores consuman la cantidad ideal de combustible en relación con la cantidad de aire que ingresa a la cámara de combustión, controla de forma precisa lo que se conoce como la mezcla de combustión (tanta cantidad de combustible por tanta de aire). Anteriormente se empleaba el carburador, que permitía un excesivo paso de combustible al motor, aumentando el consumo y las emisiones contaminantes.

Los mandos al volante son otro aporte de la F1 a los vehículos comerciales, los primeros volantes con botones fueron diseñados para el confort del piloto de F1, se buscaba que el piloto tuviera el control del vehículo en todo momento sin distracciones y evitando movimientos innecesarios para activar o desactivar algunas funciones.

Otros sensores como el de alerta de cambio de carril, sensor de proximidad, sensor de volteo y movimiento del vehículo fueron diseñados en la F1, ahora son muy comunes en los vehículos comerciales actuales.

Pero su principal legado está en los neumáticos, en la F1 se tienen hasta seis variedades de neumáticos disponibles dependiendo de las condiciones de la pista. Cuatro son para pista seca: Neumático superblando, blando, medio y duro. Los otros son para pista húmeda: lluvia extrema y lluvia ligera. Para los neumáticos F1 se han desarrollado diversos compuestos de nylon, poliéster o cauchos para una mejor tracción y adherencia al piso. Muchos de estos compuestos y dibujos de la suela de las llantas para vehículos F1 son adaptados para su uso comercial.

Tal vez, muchos soñamos con ser un piloto de F1, experimentar esa adrenalina que sienten los pilotos en una carrera, conducir un vehículo de ese tipo o tener la fama de ser un piloto reconocido. Cuando despierto de ese sueño, sin darme cuenta conduzco mi camioneta o la moto, ambos con tecnología diseñada para la F1.

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