El tema más importante con el que la tercera semana de cuarentena arranca es el desabasto que pudiera haber en clínicas y hospitales del país. Claro, usted puede tener otro.
Toda la semana han circulado videos y testimonios de personal médico, hospitalario, camilleros, enfermeras, etc., que se quejan de no tener insumos para atender a los pacientes de Covid-19.
Y no han sido uno o dos los videos testimoniales al respecto. Tampoco de una o dos ciudades, de varios hospitales.
En los videos no se menciona directamente la sede hospitalaria, pero se deducen, en la mayoría de los casos, lugares como Monterrey, Guadalajara, Querétaro, Ciudad Juárez, Mexicali y Tijuana; en pocos sí lo hacen.
La información y las declaraciones de la gente y personal médico son patéticas ante la falta de insumos básicos para enfrentar la pandemia. Pero, sin excepción, cada uno de esos videos y testimonios son imposibles de verificar en su autenticidad.
No proporcionan los datos más elementales para que se puedan considerar material de interés periodístico válido, por carecer de esa información. Salvo uno que es el que más polémico en este momento y es tendencia en Twitter, el de Eugenio Derbez.
Por lo demás, todos los que he visto, que no son pocos, no mencionan en qué ciudad están, cuál es el nombre de la persona que hace el video, quién es la persona a la que se entrevista, nombre de la clínica u hospital, fecha de grabación, etc. Así, son imposibles de verificar. Por lo mismo, no deben de tomarse como información fiable y en caso de usarlos como base, se ha de hacer la aclaración que pertinente del caso.
El video de Derbez
Eugenio, ya lo conoce usted, siempre tiene un gesto de broma, de alegría, de jocosidad. Es una especie de caricatura humana. En el buen sentido, claro.
En el video se muestra desencajado, apesadumbrado, avergonzado. Triste. Con un notorio pesar en su alma que trasmite en el video. La grabación invita a la gente a donar en especie para asistir a la clínica 20 del IMSS en Tijuana y comunicarse con el doctor Faustino Ruvalcaba de esa clínica.
El mensaje de la carta que Eduardo lee es patético y, repito, se le nota muy apesadumbrado.
En el video se mencionan los artículos que se requieren: batas desechables, cubre-bocas, batas desechables, gorros, caretas faciales, “goles”, respiradores media-cara.
Como referencia se da un teléfono y una dirección de Tijuana, con todo y código postal. Se hace énfasis en que no se está solicitando dinero, sino material de manera urgente. Hasta ahí el video.
La información que se presenta en el video cuenta con todo lo necesario para ser considerada como fuente válida. Además, Eugenio Derbez menciona que se trata de un amigo de él que conoce de manera personal. El doctor tiene su número telefónico personal.
Entonces, no se trata del “primo de un amigo que otro amigo conoce y que me dijo que le dijeron de una carta que leyeron o que circula en redes sociales”.
Este testimonio provocó que tanto Tijuana, como Eugenio Derbez, sean tendencia en Twitter, hasta este momento en que escribo esta entrega.
Los comentarios a favor abundan. Como el de Leticia Robles:
“Leticia flores @nenitaatinen 19m Replying to @EugenioDerbez
Gracias @EugenioDerbez soy de Tijuana tengo un familiar trabajando ahí Y SI ES CIERTO LO QUE DICES EN TU VIDEO gracias por difundir LA VERDAD quieren desmentirlo pero los que vivimos en Tijuana y tenemos familiares trabajando ahí sabemos que es cierto”.
Y los que están en contra de Eduardo:
“Victor Bravo @arqvictorbravo 5m Eres comediante payaso bufón ponte los zapatos que te corresponden no trates ser comunicólogo ni reportero puedes causar daño, provocar, confundir y vidas se pueden dañar o perder por #FakeNews #Derbez #EugenioDerfakes #BajaCalifornia #Tijuana”.
¿Quiénes defienden la petición que hace Eduardo?
La gente de la sociedad.
¿Quiénes lo atacan?
Gente que se identifica con la administración federal, que en la mayoría de los casos no ponen sus nombres, sino solo sus alias que usa en las redes sociales. El que cito, lo tuve que buscar más, para poder seleccionar uno con nombre completo. Estos son ofensivos a más no poder.
Además, todos usan los mismos argumentos huecos, carecen de sustancia para defender cualquier situación controversial de la 4T.
Perece como si les hubieran pasado un guion para leer y reproducir para la defensa de la causa o del gobernante adorado, con el pago respectivo.
Lanzan epítetos contra quienes se atreven a hacer visible la falta de planeación, experiencia o de plano de capacidad para gobernar entre hombres y mujeres de todo orden jerárquico de esta administración, sea Energía, Petróleo, Economía, Hacienda, Educación, etc.
Ahora, por muy falsos que sean los videos, o muy ofensivos los epítetos lanzados, una cosa es diferente y palpable: la gran división que existe entre la sociedad civil, que es peor que la pandemia misma. ¿Por qué? Por la división exacerbada.
Jesucristo lo expresa muy claro en los Evangelios: “una casa dividida no se sostiene”.
Por otro lado, anoche mismo salió otro video y circula en las redes. Este es de la doctora Desireé Sagarnaga Durante, representante del IMSS en Baja California, que afirma tener 30 años trabajando ahí.
Ella desmiente no al doctor Ruvalcaba directamente, sino a Eugenio Derbez. Califica de falsa la noticia que con base en la carta del amigo de Eugenio, éste está difundiendo.
Vea usted el video para que tome su juicio al respecto. Yo no lo comentaré. Solo le invitaré a verlo y a evaluarlo. Lo hago así para no influir en su criterio de forma alguna. Hasta aquí con los videos.
Una cosa es evidente con todo esto. El llamado principio de subsidiariedad ha sido ya sobrepasado por la sociedad.
Y no es que esto no haya sucedido antes. Por supuesto que ha sucedido. 1985, el terremoto en CDMX. 2017, los terremotos en CDMX, Chiapas, Oaxaca y Morelos. ¿La diferencia?
La unidad entre gobierno y sociedad.
Nada más, pero nada menos. El sentimiento patriota, de amor por el prójimo, siendo manifestado de manera espontánea por la generalidad.
Todos juntos dando apoyo unos a otros, como los dedos de la mano, los que dentro de sus diferencias, trabajan todos juntos para apoyar al pulgar.
Eso es lo triste de toda esta situación que estamos viendo, que no es de ahora, por lo del Covid-19. Es de mucho antes.
La pandemia solo lo ha agravado y hecho evidente ¿Cómo terminará?
Deseo que cuando termine, el llamado de auxilio no sea mayor que el que ahora hace Eugenio. Ahí El Meollo del Asunto.
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