El Meollo del Asunto: ser hombre, ser padre

“Cuando un padre de familia está en su lugar, la sociedad progresa, cuando está fuera, la sociedad sufre”. D.V. Ser hombre es una gran responsabilidad...

17 de junio, 2019

“Cuando un padre de familia está en su lugar, la sociedad progresa, cuando está fuera, la sociedad sufre”. D.V.
 

Ser hombre es una gran responsabilidad. El hombre es más que ser simplemente un ser humano del sexo masculino.

Es tener la responsabilidad enorme de formar, de dirigir y de nutrir a una familia mediante el ejemplo y la responsabilidad.

El rol más noble e importante del hombre es sin duda el ser padre de familia. Separadamente de ser esposo de una sola mujer.

Más que nunca y por razones de le “feminización de la masculinidad”, hoy todos los hombres debemos superarnos para realizar la noble función de ser padre de familia. La que incluye el dar instrucción y guianza a los hijos para su vida.

Los padres de familia por nuestra naturaleza, somos los encargados de formar a niños y niñas cuando empiezan a crecer.

Cuando están dejando el círculo protector de mamá. Cuando están listos para empezar a descubrir la vida por sí mismos.

Es ahí cuando lo que se haya depositado en nuestros hijos saldrá a flote.

Dentro de todas las responsabilidades que incluye el ser “papá” hay cuatro que son las principales.

Papá ha de proveer: 1. -Amistad, 2. -Disciplina, 3. -Amor, 4. -Enseñanza de valores morales y espirituales.

Las cuatro responsabilidades a ejecutar por un padre de familia marcarán una gran diferencia en la vida de sus hijos y de sus hijas.

Y es que la influencia que un padre puede tener en su familia es tan grande que ésta puede llegar fácilmente hasta sus bisnietos.

La importancia de ejercer la noble función de la paternidad es de tal magnitud que en los hijos varones, si la masculinidad no es correctamente afirmada y enseñada por el padre, con toda seguridad que tendrían problemas y fallas de personalidad cuando les llegue el turno a sus hijos, de ser papás.

Esto se debe a una gran falta de seguridad interna que es la que controla su seguridad emocional. Si un hombre no posee esta seguridad en sí mismo, no puede pasarla a la siguiente generación, está incapacitado para pasarla a sus hijos e hijas, perdiendo de cierta forma el control sobre el futuro al no ser sus descendientes buenos padres, esposos, esposas y líderes.

Generaciones enteras se ha perdido por ello, ocasionando un caos en las familias en general.

El ser padre de una familia y el estar presente en la vida de los hijos les ayudará a que descubran que existe alguien más que la mamá que se interesa por ellos.

Es una gran tragedia el enterarse que en el mundo hay  de “chiquillos y chiquillas” que crecen sin la presencia de un padre de familia en su hogar.

La consecuencia de esto es muy grave. Es toda una catástrofe social y El Meollo del Asunto de una epidemia que conocemos como crimen y consumo de drogas.

También lo es del decaimiento en la educación. A pesar de los programas educacionales del Estado.

No es de sorprender que la violencia que vemos en las calles y en los hogares se deba a jóvenes que se van por el camino del gusto por las drogas y el alcohol que requieren, para escapar al dolor y a la confusión que experimentan, que sufren.

Un hombre seguro de sí mismo puede pasar su masculinidad a sus hijos y afirmar a sus hijas su feminidad contribuyendo al éxito familiar.

Un buen padre debe mantenerse cercano de sus hijos en vez de distante. Ha de ser enérgico y fuerte pero siempre de una manera sana, amorosa y mostrarles la forma de mantener un compromiso fiel, largo y duradero, esto lo hace con su mujer, que la mayoría de las veces es la mamá de ése hijo.

La función principal de un padre de familia es la de dar instrucción a sus hijos e hijas. Por medio de ella se construye la vida, se forma, se educa, se informa. También lo es el dar mandamientos. Que son los preceptos para la vida, la enseñanza del orden y el respeto a la ley. Estos son tres elementos vitales para combatir la violencia.

A los dos años, al infante se le está formando su identidad de género que le es dada al nacer. PERO PUEDE CONFUNDIRSE SI LA FUNCIÓN DEL PADRE NO ES PROPIAMENTE EFECTUADA.

Papá es tan capaz de amar a sus hijos-sean hombres o mujeres-tanto como lo hace mamá. Papá puede ser tan afectivo, amigable y amistoso, que sus hijos no requieran de un mejor amigo, más que de su padre. Que de pronto se convierte en el orgullo de sus hijos.

Es por eso que afirmo que cuando un padre está en su lugar y hace su función, la sociedad progresa, cuando está fuera, la sociedad sufre. Y ese es, El Meollo del Asunto.

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