El Meollo del Asunto: Estancias infantiles

Dos temas muy importantes están ocupando parte de la atención nacional. Ambos originados por cambios en la estructura de la manera de hacer las cosas...

21 de febrero, 2019

Dos temas muy importantes están ocupando parte de la atención nacional. Ambos originados por cambios en la estructura de la manera de hacer las cosas del nuevo gobierno federal, en contraste con la pasada administración. El programa de Estancias Infantiles y la llamada Guardia Nacional.

Y por si fuera poco, a esto hay que agregar el que se ha dado a conocer que las organizaciones de la sociedad civil o ciudadanas, las ONG´s que surgen en la década de los 90, como hongos después de las lluvias, ya no recibirán dineros federales.

 

¿Y qué esperaban?

“Cada maestrito, con su librito”, dice el ancestral y sabio dicho mexicano. Es la ancestral manera de hacer las cosas en nuestro país. Lo vemos en cualquier ámbito de gobierno. Federal, estatal, municipal.

Sucede de igual forma en la IP, en las instituciones educativas, hasta en las Iglesias.

Todo cambia, todo se transforma. No siempre para mejorar. Los cambios siempre son inciertos, como el futuro. Es hasta que se ven los frutos de ellos que se sabe si ayudaron o empeoraron las cosas.

Las Estancias Infantiles o Guarderías se volvieron el centro de la atención nacional desde hace una semana en que se dijo que ya no se daría apoyo a las instituciones.

Que la ayuda sería entregada directamente a la familia de los infantes. Medida que fue rechazada de manera inmediata.

Se exponen todo tipo de razones para ello. Algunas de ellas hasta con mucha lógica. Como la de entregar 800 pesos mensuales a los abuelos de los infantes para que sean ellos quienes los cuiden.

Como si el hecho de ser los abuelos les capacitara de facto para ello. La cosa no es así.

Y como esa, muchas otras. Pero algo faltaba en la ecuación. Los números duros que se han dado a conocer sobre niños que al parecer están registrados en las estancias, pero que no aparecen en ellas.

Les han denominado, “niños fantasma”. Como Gasparín, el “fantasma amigable”.

De acuerdo al padrón con el que el gobierno federal cuenta, se tienen registrados 330 mil infantes en el país. Quienes reciben ayuda en las guarderías. 80 mil no aparecen. Esto representa casi un 25%.

Las razones para ello aún no se han dado a conocer a cabalidad. Solo generalidades. Lo que no quiere decir que no existan.

Además se ha encontrado que un 62% de más de 7 mil estancias, presentan irregularidades en el funcionamiento. Que de igual forma pudiera ser cualquier cosa. No se han detallado hasta el momento las fallas.

Lo cierto es que se pretende evidenciar fallas y corrupción. Lo que debe de ser cierto. No tengo duda. Pero cambiar a entregar directamente el recurso a las familias para que les sigan atendiendo en la misma estancia o en otra, o que a los infantes los cuiden los abuelos, bueno, si es beneficioso es de dudarse y estaría por verse.

¿No sería mejor implementar los controles administrativos que se deben tener y aplicar las sanciones que correspondan? Es decir, ¿hacer una labor de limpieza?

Por lo pronto la juarense Clara Torres, que era algo así como la titular no oficial de la atención de estancias infantiles del gobierno federal, renunció, por no estar de acuerdo con el nuevo librito del nuevo maestrito. Pero esto no ha terminado, porque aún no se ha visto, el Meollo del Asunto.

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