“Funcionarios que no publiquen su declaración, se van”. AMLO
Desde que el presidente de la república mencionó lo anterior, parece que algunas personas no lo entendieron y otros se hicieron “como que la virgen les habló”. Desentendidos. Porque no presentaron su declaración patrimonial completa en tiempo y forma.
¿Cuántas oportunidades les dará el presidente?
¿Se atrevería a separar de su cargo a la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y al Ing, Jiménez Spriú, Secretario de Comunicaciones y Transportes?
Seguro que hay mucha gente que dirá que sin duda lo haría y que no le temblarían las rodillas.
Yo digo que el plazo se venció y les concedió otro, de gracia. Nada extraño en ello. No se encuentran funcionarios así, todos los días.
Sin embargo y a pesar que el presidente había sido claro en este punto, algunos funcionarios del gabinete legal y ampliado manifestaron su negativa para publicar su declaración de bienes. Finalmente la presentaron. ¿Cómo la presentaron? Esa es otra cosa.
El pasado 3 de enero, el presidente López Obrador diría que los funcionarios de su administración habrían de hace pública su declaración de bienes e interés.
En México siempre se ha dicho que esa es una situación privada. Que en un país como el nuestro hacer público lo que se posee es un grave peligro. Porque se hacen sujetos a secuestro, ellos o sus familiares.
De acuerdo a notas periodísticas, eran de esa opinión: Julio Scherer Ibarra, Consejero Jurídico de la Presidencia, y el secretario de Educación, Esteban Moctezuma; Lázaro Cárdenas Batel, jefe de asesores.
Alfonso Romo, jefe de la oficina de la Presidencia, y su secretario particular, Alejandro Esquer.
Pero finalmente accedieron y ya publicaron su declaración en el portal “Declaranet”.
Esta petición, que no requisito, se hizo extensiva a legisladores, por parte del presidente del senado entonces, Martí Batres Guadarrama, que presentaran su 3 de 3.
Declaración que en lo personal considero es un instrumento de segundo o tercer grado. De los que no provocan cambios existenciales ni refrena la pasión, la codicia y menos la concupiscencia humana. Pero en fin, no hay más actualmente.
Hace un par de años, las declaraciones patrimoniales y de interés, así como la 3 de 3, levantaron igual polémica entre los funcionarios del gobierno de Javier Corral. Inclusive, fue abiertamente rechazada la medida por parte de una funcionaria de primer nivel. Por las mismas razones que los actuales funcionarios federales. Seguridad personal.
Por su parte, Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación es de las integrantes del gabinete que aún no ha liberado su declaración patrimonial para su consulta pública. Seguro que porque todavía no logra “arreglar” el departamento que tiene en Houston. Por el que dijo que trabajó 100 años. Su marido 50 y ella 50.
Olga Sánchez Cordero.
No así el Ing. Jiménez Spriú. Que de un día para otro, “cedió” los derechos de las acciones que mantenía por un inmueble, también en la ciudad de Houston TX. Ya no es el propietario.
¿Quién es el nuevo dueño? Su hijo, de nombre Javier Jiménez Gutiérrez.
En cuanto a la secretaria de gobernación, dice que; “fue la Secretaría de la Función Pública la que ocultó la propiedad de Houston, que ella sí la declaró, pero que en la Secretaría no la publicaron”.
¡Claro, por supuesto! ¿Y qué va a hacer la secretaria? Le puede costar el trabajo y ya ha tenido que enfrentar a los medios de comunicación que la han cuestionado y ella, bueno, respondió con lo de los 100 años.
“No se puede tapar el sol con el dedo” y “no se deben de hacer cosas buenas que parecen malas”. Cuando se es funcionario. Y más, cuando se tiene por jefe a un hombre que se llama Andrés Manuel López Obrador.
Que todo lo que trae en su cartera es un billete de 200 pesos y se maneja en un vehículo austero.
Así es como ha empezado este gobierno de la cuarta transformación. Tratando de ser congruente con un mensaje que en campaña es fácil de emitir. Pero que en el ejercicio de la función es bien diferente. Es complicado. Pero no imposible.
Así ha empezado y así ha de continuar, pero eso no es lo importante.
Lo será cuando llegue el momento de cerrar el círculo. Es cuando sabremos si estas medidas funcionaron o no. Pues lo importante en la vida no es cómo se inicia algo, sino cómo termina. Ahí El Meollo del Asunto.
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